2012/08/30

La economía colombiana muestra desarrollos mixtos

Después de crecer un sólido 5,9% en 2011, la economía colombiana está sufriendo vientos en contra externos y una pérdida de competitividad en sectores clave. Débiles datos del retail y la manufactura industrial en los últimos tres meses ha puesto presión sobre la administración del presidente Juan Manual Santos y sobre el Banco de la República (Banrep) para que actúen, con el banco central embarcándose en un ciclo de expansión monetaria desde julio. Pese a que ciertas áreas de la economía están mostrando señales de mejora, el desempeño total se mantendrá volátil el resto del año.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la producción manufacturera y las ventas minoristas subieron 2,8% y 4% año sobre año en junio (los datos más recientes disponibles), respectivamente. Fue la primera vez en tres meses que el sector manufacturero registró un crecimiento positivo, pese a que no fue suficiente para compensar la caída total en el segundo trimestre (0,1% año sobre año). La recuperación en junio reflejó la dinámica favorable de 24 de 48 subsectores, especialmente el armado de autos (con un alza de 43% año sobre año), vestuario (32%) y procesamiento de caña de azúcar (18%). 

Las ventas minoristas también rebotaron en junio, impulsadas por ventas de bienes no durables, como equipos computacionales (que avanzaron 21% año sobre año), además de ropa y textiles 812%). Sin embargo, las ventas de autos siguieron cayendo (2,3%), aunque a una tasa mucho más moderada que en mayo (10%). En total, las ventas minoristas se expandieron sólo 0,7% entre abril y junio, el desempeño trimestral más débil desde el tercer trimestre de 2009.

La recuperación gradual en retail y manufacturas en junio contrastó con el desempeño del mercado inmobiliario. El área autorizada para nuevas construcciones declinó por sexto mes consecutivo en junio en 28% año sobre año, después de un descenso aún mayor de 38% en mayo. El rebote en proyectos comerciales (en su mayoría hoteles y bodegas, que subieron en tres puntos cada uno) y casas de bajos ingresos (6%) no fue suficiente para compensar la fuerte contracción de las casas de altos ingresos (42%), un segmento que tiene un impacto significativo en las nuevas construcciones.



Panorama inesperado


Complementando los datos de la manufactura, el retail y la construcción -que junto a la agricultura son los principales sectores de actividad económica y empleo- las últimas encuestas de confianza de las empresas también mostraron evidencia de un panorama mixto. 

Estas señales son una reflexión de la compleja situación económica que ha afectado a Colombia desde principios de este año. Pese a que la administración macroeconómica se mantiene muy sólida -con riesgos fiscales, de precios y externos muy limitados- el crecimiento ha comenzado a perder impulso. Un factor importante ha sido la debilidad económica en los mayores socios comerciales de Colombia (EEUU y la Unión Europea), además de un tipo de cambio sobrevaluado. 

Sin embargo, los factores domésticos tamvién han comenzado a jugar un rol significativo, incluyendo un brusco aumento en los ataques de las guerrillas a la infraestructura petrolera del país, entorpeciendo a un sector que ha impulsado la inversión y el crecimiento en los últimos años. Los cuellos de botella en infraestructura, especialmente las carreteras y puertos, también se están convirtiendo en una fuente de preocupación, a medida que una rápida expansión de la capacidad en algunos sectores económicos no ha sido acompañada por el desarrollo correspondiente de la infraestructura asociada. Al parecer, los rápidos avances económicos de la última década, cuando vastas áreas del país se abrieron a la inversión extranjera, no pueden ser replicados tan fácilmente y el crecimiento futuro debe ser impulsado por mejoras estructurales y avances duraderos en la seguridad.



Respuesta del gobierno


La pérdida de auge económico ha obligado a Santos y Banrep a tomar un rol más activo en meses recientes. El gobierno ha anunciado ambiciosos planes sociales y de infraestructura para impulsar la demanda doméstica, al mismo tiempo que limita la apreciación de la divisa minimizando la monetarización de los déficit fiscales y comprando dólares estadounidenses en el mercado local para prepagar obligaciones externas. Banrep además anunció recientemente que aumentaría sus compras de dólares (desde US$ 20 millones diarios a US$ 700 millones mensuales) para controlar la demanda por el peso. Asimismo, se embarcó en un ciclo expansivo, bajando la tasa de interés de referencia en 50 puntos base desde julio.

Sin embargo, hay límites a los estímulos fiscal y monetario. Los retrasos en la implementación y la corrupción opacarán los efectos de los programas del gobierno, mientras que es poco probable que Banrep baje más los tipos, ya que se mantiene cauto sobre el rápido aumento del crédito (especialmente de consumo) en años recientes. Como resultado, la Economist Intelligence Unit espera que el crecimiento de este año sea cercano a 4%, una baja respecto de nuestra estimación de 5% a principios del año.


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