Ben Bernanke decepcionó a los inversionistas que esperaban señales de mayor apoyo al crecimiento.
El banco central evaluará sus herramientas para impulsar la reactivación en su reunión del 20 de septiembre, pero seguirá atento a la estabilidad de precios.
Era la última conferencia del presidente de la Reserva Federal antes de la reunión de política monetaria del 20 de septiembre. Por eso, habían altas expectativas en lo que Ben Bernanke pudiera anunciar ayer, durante su presentación ante un grupo de economistas en Minneapolis. Y la inquietud también fue mayor cuando la máxima autoridad monetaria de EEUU advirtió que los riesgos para la economía han aumentado.
Aunque adelantó que en su próximo encuentro el comité de política monetaria va a discutir las posibles herramientas que se podrían usar para inyectar más dinamismo a la recuperación, Bernanke dejó esta posibilidad supeditada a lo que ocurra con la inflación.
Los inversionistas, que esperaban una señal más potente, se sintieron decepcionados. El desencanto se reflejó de inmediato en las bolsas, que habían repuntado toda la mañana, pero que pasaron de positivo a negativo justamente mientras el presidente de la Fed hablaba a su audiencia. El índice industrial Dow Jones terminó la jornada con una caída de 1,04%.
La Fed “está preparada para utilizar estas herramientas de forma apropiada para promover una recuperación económica más fuerte en el contexto de la estabilidad de precios”, señaló el jefe de la política monetaria.
Talón de Aquiles
Las declaraciones de Bernanke coincidieron además con nuevos datos negativos en el mercado laboral, el principal punto débil de la recuperación. El número de personas que por primera vez recurrieron al subsidio de cesantía aumentó en 2 mil a 414 mil solicitudes en la semana al 3 de septiembre, a medida que las empresas extienden los despidos.
“Es un poco decepcionante”, se lamentó con Bloomberg, Bruce McCain, jefe de estrategia de inversiones para banca de inversión en KeyCorp, una firma financiera con base en Cleveland. “Es como si ni siquiera le hubiera interesado plantear algo nuevo. Los inversionistas están desesperados por alguna indicación clara de hacia dónde nos estamos moviendo y simplemente no hay suficiente como para proporcionar esa claridad”.
A medida que se multiplican las señales de que la economía está perdiendo velocidad, aumentan las presiones para que las autoridades anuncien un nuevo plan de estímulo. Ayer por la noche, en el horario prime de la televisión, el presidente Barack Obama presentó ante ambas cámaras reunidas del Congreso un plan para impulsar el empleo.
Recuperación es frágil
Pero las exigencias de aumentar el gasto entran en conflicto con los temores a una crisis fiscal, a medida que el déficit de EEUU se sale de control.
Bernanke ayer insistió en que la recuperación de las cuentas fiscales es una meta a mayor plazo que la recuperación de la economía y que no se debe ignorar la necesidad de fortalecer el crecimiento. Aunque el congreso y el presidente deben poner las finanzas del gobierno federal “en una trayectoria sostenible” en el largo plazo, dijo el presidente del banco central, no deben pasar por alto la “fragilidad” de la recuperación económica.
www.df.cl
El banco central evaluará sus herramientas para impulsar la reactivación en su reunión del 20 de septiembre, pero seguirá atento a la estabilidad de precios.
Era la última conferencia del presidente de la Reserva Federal antes de la reunión de política monetaria del 20 de septiembre. Por eso, habían altas expectativas en lo que Ben Bernanke pudiera anunciar ayer, durante su presentación ante un grupo de economistas en Minneapolis. Y la inquietud también fue mayor cuando la máxima autoridad monetaria de EEUU advirtió que los riesgos para la economía han aumentado.
Aunque adelantó que en su próximo encuentro el comité de política monetaria va a discutir las posibles herramientas que se podrían usar para inyectar más dinamismo a la recuperación, Bernanke dejó esta posibilidad supeditada a lo que ocurra con la inflación.
Los inversionistas, que esperaban una señal más potente, se sintieron decepcionados. El desencanto se reflejó de inmediato en las bolsas, que habían repuntado toda la mañana, pero que pasaron de positivo a negativo justamente mientras el presidente de la Fed hablaba a su audiencia. El índice industrial Dow Jones terminó la jornada con una caída de 1,04%.
La Fed “está preparada para utilizar estas herramientas de forma apropiada para promover una recuperación económica más fuerte en el contexto de la estabilidad de precios”, señaló el jefe de la política monetaria.
Talón de Aquiles
Las declaraciones de Bernanke coincidieron además con nuevos datos negativos en el mercado laboral, el principal punto débil de la recuperación. El número de personas que por primera vez recurrieron al subsidio de cesantía aumentó en 2 mil a 414 mil solicitudes en la semana al 3 de septiembre, a medida que las empresas extienden los despidos.
“Es un poco decepcionante”, se lamentó con Bloomberg, Bruce McCain, jefe de estrategia de inversiones para banca de inversión en KeyCorp, una firma financiera con base en Cleveland. “Es como si ni siquiera le hubiera interesado plantear algo nuevo. Los inversionistas están desesperados por alguna indicación clara de hacia dónde nos estamos moviendo y simplemente no hay suficiente como para proporcionar esa claridad”.
A medida que se multiplican las señales de que la economía está perdiendo velocidad, aumentan las presiones para que las autoridades anuncien un nuevo plan de estímulo. Ayer por la noche, en el horario prime de la televisión, el presidente Barack Obama presentó ante ambas cámaras reunidas del Congreso un plan para impulsar el empleo.
Recuperación es frágil
Pero las exigencias de aumentar el gasto entran en conflicto con los temores a una crisis fiscal, a medida que el déficit de EEUU se sale de control.
Bernanke ayer insistió en que la recuperación de las cuentas fiscales es una meta a mayor plazo que la recuperación de la economía y que no se debe ignorar la necesidad de fortalecer el crecimiento. Aunque el congreso y el presidente deben poner las finanzas del gobierno federal “en una trayectoria sostenible” en el largo plazo, dijo el presidente del banco central, no deben pasar por alto la “fragilidad” de la recuperación económica.
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