Expertos hoy ven hasta 50% de riesgo de otra contracción.
El riesgo de una recaída, que hasta hace algunas semanas parecía distante, hoy está cada vez más presente en el análisis de las autoridades.
La economía global vivió ayer una de sus peores jornadas de los últimos meses. Los principales mercados mundiales perdieron en sólo dos días todo lo que habían logrado recuperar la semana pasada a costa de lentos y dificultosos avances.
En Europa, las bolsas retrocedieron a mínimos de dos años. Las monedas como el euro y el rublo se hundieron en picada, al igual que los commodities, a medida que los inversionistas buscaban protección en el tradicional refugio del dólar. Y en Japón, el riesgo país alcanzó un máximo histórico para la tercera economía del planeta.
Según los observadores, son varios los factores que explican el desplome. Ayer, una racha de indicadores económicos pintaron un panorama negro sobre la marcha de la actividad. Las negociaciones para un rescate de Grecia siguen demorándose y crece la amenaza de un default que arrastre al resto de las economías europeas. La Comisión Europea volvió a presionar al gobierno heleno ayer para que entregue detalles concretos sobre sus planes de ahorro, como un cronograma para la venta de activos estatales.
Y la exposición de la industria financiera a la deuda soberana de países en problemas está golpeando con fuerza a los bancos, que sufrieron una caída particularmente fuerte ayer en las bolsas. El índice de Bloomberg de acciones de la banca europea cayó 5,7% ayer, por sobre el 4,9% que retrocedió el indicador general europeo. Según el Fondo Monetario Internacional, los bancos de la región podrían perder hasta 300 mil millones de euros con la crisis de deuda soberana.
Los expertos temen que los problemas de la banca vuelvan a provocar una contracción del crédito que agravaría aún más las cosas.
Reconocimiento oficial
Pero hay una factor que ayer influyó más que ningún otro, y es que cada vez surgen más señales de que las grandes economías no sólo están perdiendo dinamismo, sino que podrían comenzar a contraerse y volver a caer en una recesión como la que golpeó al mundo en 2008 y 2009. “La posibilidad de una recesión global, que hace algunas semanas se veía muy distante, ha ido aumentando todas las semanas, todos los días, porque la situación en Europa no sólo no mejora sino que está empeorando”, comentó a Diario Financiero Justin Lederer, estratega de tasas de interés de Cantor Fitzgerald, en Nueva York. “Como empresa, hace seis meses decíamos que había un 10% o un 20% de probabilidades de una recesión global. Ahora vemos 50%”.
Y así también lo han comenzado a reconocer algunas de las principales autoridades económicas. El FMI lo advirtió en su último reporte semestral, que se publicó el martes. “La eurozona y Estados Unidos podrían volver a caer en recesión, con la actividad cayendo tres puntos porcentuales por debajo de lo que está contemplado en las proyecciones para 2012”, señaló el informe. Y la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, volvió a remarcar el punto ayer, al declarar que la actual turbulencia podría desembocar en una crisis peor que la anterior. Su argumento es que en 2008, las autoridades contaban con una serie de herramientas para hacer frente a la contracción, elevando el gasto fiscal y aplicando políticas monetarias expansivas. Hoy, en cambio, con las tasas de interés cerca de cero en la mayor parte del mundo desarrollado, y la creciente brecha en las cuentas fiscales, “los países no tienen espacio de maniobra, no tienen tantas municiones”, declaró.
El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, también generó ruido ayer. Aunque aseguró que aún es poco probable una recaída en las economías avanzadas, admitió que “esta creencia se erosiona cada día más, por el goteo constante de malas noticias”.
Pero probablemente la que dejó una mayor impresión en los inversionistas fue la Reserva Federal de EEUU, que el miércoles salió a anunciar un nuevo paquete de políticas no convencionales para tratar de estimular la economía. Lejos de apaciguar a los mercados, que pasaron por alto los anuncios, la Fed renovó los temores al admitir que “existen significativos riesgos a la baja para el panorama económico”.
Expertos escépticos
El influyente economista Stephen Roach, que durante años fue el economista jefe global de Morgan Stanley y que ahora es para Asia, apuesta a que la estrategia de la Fed no dará resultados. “Las herramientas no convencionales que la Fed intenta convencer a los mercados de que funcionarán, fracasaron en Japón y no funcionarán en esta economía tampoco”. Y según una encuesta de Reuters realizada tras el anuncio de la Fed, los analistas de Wall Street ven una probabilidad de apenas 15% de que el plan del banco central impulse significativamente a la economía.
www.df.cl
El riesgo de una recaída, que hasta hace algunas semanas parecía distante, hoy está cada vez más presente en el análisis de las autoridades.
La economía global vivió ayer una de sus peores jornadas de los últimos meses. Los principales mercados mundiales perdieron en sólo dos días todo lo que habían logrado recuperar la semana pasada a costa de lentos y dificultosos avances.
En Europa, las bolsas retrocedieron a mínimos de dos años. Las monedas como el euro y el rublo se hundieron en picada, al igual que los commodities, a medida que los inversionistas buscaban protección en el tradicional refugio del dólar. Y en Japón, el riesgo país alcanzó un máximo histórico para la tercera economía del planeta.
Según los observadores, son varios los factores que explican el desplome. Ayer, una racha de indicadores económicos pintaron un panorama negro sobre la marcha de la actividad. Las negociaciones para un rescate de Grecia siguen demorándose y crece la amenaza de un default que arrastre al resto de las economías europeas. La Comisión Europea volvió a presionar al gobierno heleno ayer para que entregue detalles concretos sobre sus planes de ahorro, como un cronograma para la venta de activos estatales.
Y la exposición de la industria financiera a la deuda soberana de países en problemas está golpeando con fuerza a los bancos, que sufrieron una caída particularmente fuerte ayer en las bolsas. El índice de Bloomberg de acciones de la banca europea cayó 5,7% ayer, por sobre el 4,9% que retrocedió el indicador general europeo. Según el Fondo Monetario Internacional, los bancos de la región podrían perder hasta 300 mil millones de euros con la crisis de deuda soberana.
Los expertos temen que los problemas de la banca vuelvan a provocar una contracción del crédito que agravaría aún más las cosas.
Reconocimiento oficial
Pero hay una factor que ayer influyó más que ningún otro, y es que cada vez surgen más señales de que las grandes economías no sólo están perdiendo dinamismo, sino que podrían comenzar a contraerse y volver a caer en una recesión como la que golpeó al mundo en 2008 y 2009. “La posibilidad de una recesión global, que hace algunas semanas se veía muy distante, ha ido aumentando todas las semanas, todos los días, porque la situación en Europa no sólo no mejora sino que está empeorando”, comentó a Diario Financiero Justin Lederer, estratega de tasas de interés de Cantor Fitzgerald, en Nueva York. “Como empresa, hace seis meses decíamos que había un 10% o un 20% de probabilidades de una recesión global. Ahora vemos 50%”.
Y así también lo han comenzado a reconocer algunas de las principales autoridades económicas. El FMI lo advirtió en su último reporte semestral, que se publicó el martes. “La eurozona y Estados Unidos podrían volver a caer en recesión, con la actividad cayendo tres puntos porcentuales por debajo de lo que está contemplado en las proyecciones para 2012”, señaló el informe. Y la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, volvió a remarcar el punto ayer, al declarar que la actual turbulencia podría desembocar en una crisis peor que la anterior. Su argumento es que en 2008, las autoridades contaban con una serie de herramientas para hacer frente a la contracción, elevando el gasto fiscal y aplicando políticas monetarias expansivas. Hoy, en cambio, con las tasas de interés cerca de cero en la mayor parte del mundo desarrollado, y la creciente brecha en las cuentas fiscales, “los países no tienen espacio de maniobra, no tienen tantas municiones”, declaró.
El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, también generó ruido ayer. Aunque aseguró que aún es poco probable una recaída en las economías avanzadas, admitió que “esta creencia se erosiona cada día más, por el goteo constante de malas noticias”.
Pero probablemente la que dejó una mayor impresión en los inversionistas fue la Reserva Federal de EEUU, que el miércoles salió a anunciar un nuevo paquete de políticas no convencionales para tratar de estimular la economía. Lejos de apaciguar a los mercados, que pasaron por alto los anuncios, la Fed renovó los temores al admitir que “existen significativos riesgos a la baja para el panorama económico”.
Expertos escépticos
El influyente economista Stephen Roach, que durante años fue el economista jefe global de Morgan Stanley y que ahora es para Asia, apuesta a que la estrategia de la Fed no dará resultados. “Las herramientas no convencionales que la Fed intenta convencer a los mercados de que funcionarán, fracasaron en Japón y no funcionarán en esta economía tampoco”. Y según una encuesta de Reuters realizada tras el anuncio de la Fed, los analistas de Wall Street ven una probabilidad de apenas 15% de que el plan del banco central impulse significativamente a la economía.
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