2011/08/31

Venta de yates en Brasil crece a tasas de 30% anual desde 2008

En tanto, voceros de la industria reconocen que en mercados más tradicionales, como Europa y Estados Unidos, las ventas han caído un 70%.

Brasil siempre a tenido un selecto grupo de super-ricos con gustos extravagantes. Pero la demanda china de materias primas, que ha hecho subir los precios, y el hallazgo de grandes reservas de petróleo frente a sus costas han hecho que se expanda el mercado de los yates, mientras se contrae en Europa y Estados Unidos. Se pronostica que la cantidad de millonarios se triplicará de aquí al 2020. Esa clase, junto con una clase media que también crece, han hecho que Brasil sufra menos que nadie el impacto de la crisis económica mundial que comenzó en el 2008.

La exportación de productos como oro, azúcar, café y caucho generó ciclos de esplendor seguidos por períodos de crisis desde el siglo XVI. Esto creó una pequeña clase de gente muy rica y alimentó grandes desigualdades. Desde mediados de la década de 1990, no obstante, las reformas económicas adoptadas tras el retorno de la democracia han distribuido un poco más la riqueza y programas sociales del gobierno adoptados a partir del 2003 sacaron a 20 millones de personas de la pobreza. El boom del mercado de yates refleja el crecimiento económico brasileño. Las ventas de embarcaciones crecieron un 30% anual desde el 2008 en Brasil, según voceros de la industria, quienes destacan que en mercados más tradicionales, como los de Europa y Estados Unidos, las ventas de los yates más caros bajaron un 70%.

Para la casa italiana Ferretti, una de las principales fabricantes de embarcaciones del mundo, las de Brasil representaban menos del 5% de sus ventas mundiales en el 2007, según Christiansen. Pero este año se espera que lleguen a los US$290 millones, o el 40% de sus ventas totales. Ferretti inauguró hace dos meses un astillero de US$310 millones en las afueras de Sao Paulo para hacer frente a la demanda. Se espera que ese astillero produzca 120 embarcaciones al año cuando esté funcionando a pleno.

En los dos últimos años, más de una docena de fabricantes de embarcaciones caras abrieron astilleros en Brasil o llegaron a acuerdos con firmas locales para vender sus modelos, pese a que los impuestos de importación pueden llegar al 100%.

"Jamás me imaginé que llegaríamos a este nivel, ni que los mercados tradicionales caerían tanto", expresó Marcio Christiansen, dueño de un salón de Ferreti. "Los fabricantes ingleses, franceses y estadounidenses están concentrándose en este mercado. Llevo más de tres décadas en este negocio y veo una invasión de extranjeros. Es como que han descubierto Brasil".

Los brasileños, por su parte, están descubriendo la vida lujuriosa. La firma consultora Association of Executive Search Consultants dice que los ejecutivos de Sao Paulo ganan hoy más que sus colegas de Nueva York, Londres, Hong Kong y Singapur, y están desembolsando fortunas en el mercado del consumidor. Es así que las ventas de artículos de lujo en Brasil ascendieron a US$8.900 millones el año pasado, lo que representa un incremento del 28% respecto al 2009, de acuerdo con un estudio de GfK Custom Research Brasil y con la consultora MCF Consultoria. En los dos últimos años abrieron locales en Brasil firmas como Chanel, Hermes, Jimmy Choo y Lamborghini.

"Siempre nos dijeron que Brasil era el país del futuro, pero no sabíamos cuando llegaría ese futuro", expresó Ernani Paciornik, pionero de la industria marítima brasileña que organiza exhibiciones internacionales de yates en Sao Paulo, Río y el sur de Brasil. "Creo que el futuro ha llegado".

Hacia el 2020 se calcula que habrá un millón de familias millonarias en esta nación de 190 millones de habitantes, un 230% más que en la actualidad, según el informe de Deloitte.

Eduardo Colunna, presidente de la Asociación Brasileña de Fabricantes de Embarcaciones, no es tan optimista. Dice que las empresas extranjeras pueden estar haciendo pronósticos demasiado exagerados y que las ventas se verán afectadas por la escasez de embarcaderos aptos para los yates.

El propio Colunna, no obstante, pronostica un crecimiento del mercado del 10% al año. Christiansen es de los que piensan que el boom no se frenará a corto plazo a pesar de que se pronostica una pequeña desaceleración de la economía.

"Antes le vendía embarcaciones a personas extremadamente ricas, dueñas de empresas, nunca a un alto ejecutivo. Solo a los propietarios", comentó. "Eso cambió. Ahora en Brasil se premia más a la gente capaz. Se compensa con bonificaciones a la gente por sus éxitos y la gente quiere gastar su dinero".

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