El derrumbe del dólar en los mercados internacionales ha desatado una verdadera "batalla cambiaria" a nivel mundial, a medida que más países devalúan sus monedas para hacer más competitivas sus exportaciones y reactivar así el crecimiento.
En medio de este agitado entorno, están regresando también las medidas proteccionistas, las amenazas de mayores impuestos, y los recursos para-arancelarios para defender las industrias nacionales amenazadas.
La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó el miércoles una ley que permitirá a las empresas locales exigir impuestos a la importación de productos desde China en respuesta por el bajo nivel del yuan.
Ayer, el Ministerio de Comercio chino respondió diciendo que la medida puede desatar un serio conflicto comercial. Asimismo, aseguró que el proyecto viola las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y que no resolverá los problemas del país.
Previamente la OMC ya había dado una victoria a China al condenar las anteriores políticas anti-dumping aplicadas por Washington contra sus socios de Beijing.
Caída del dólar
Golpeados por una débil recuperación, muchos países están reforzando la protección de sus productores locales.
Ello se ha combinado con la caída del dólar a nivel mundial, que ha provocado que varias naciones apliquen medidas para contener la apreciación de sus monedas, ante la amenaza de una reducción de la competitividad de sus exportaciones. Japón, por ejemplo, intervino el mercado cambiario por primera vez desde 2004 para controlar al yen, que alcanzó su máximo en quince años frente al dólar.
Medidas similares han aplicado Taiwán, Corea del Sur y Tailandia. En Latinoamérica, Brasil, Colombia y Perú han intervenido para contener la apreciación de las monedas.
En medio de este escenario de creciente proteccionismo, la OMC ha emitido varios fallos condenando la aplicación de barreras al comercio.
Una de las batallas comerciales más activas en el último mes ha sido la disputa entre Estados Unidos y China por la importación de carne de ave. El miércoles, el consejo de disputas de la OMC afirmó que las medidas adoptadas por Washington para prohibir las importaciones de pollo cocido de China quebrantan las reglas comerciales internacionales.
Por su parte, el Ministerio de Comercio chino impuso el lunes un arancel anti-dumping de entre 50,3% y 105,4% a los productos de pollo estadounidenses.
Este tipo de incidentes ha causado preocupación entre las empresas estadounidenses con inversiones en China, ya que serán las más afectadas por la escalada del conflicto comercial.
La medida adoptada por las autoridades chinas impactará a empresas como Tyson Foods, Pilgrim"s Pride y Sanderson Farms, y pondrá en riesgo importaciones que sumaron US$ 722 millones en 2008.
DiarioFinanciero.com
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