Incluso el presidente de EE.UU., Barack Obama, que ya conocía estudios oficiales que aseguran que cerca del 75% del vertido ya se ha limpiado o se ha evaporado, se sumó al clima de cierta euforia que llegaba desde la zona del desastre y afirmó que la lucha para contener el derrame de millones de barriles de petróleo en el Golfo de México "está llegando a su fin". No obstante, Obama apuntó a BP y añadió que su gobierno seguirá tratando de determinar "responsabilidades" por el peor desastre ecológico de la historia de EE.UU.
La operación static kill, que comenzó el martes pasado, utiliza una técnica que consiste en inyectar lodos pesados y cemento para impedir la salida de crudo a la superficie. BP, que no descartó que sean "necesarias" más inyecciones de la mezcla de cemento y lodo, cree que podría dar por finalizado el sellado del pozo esta misma semana, si no se producen contratiempos.
Multa
Las buenas noticias para la empresa británica se vieron enturbiadas al conocerse que BP se enfrenta a multas y sanciones por valor de más de US$ 20.000 millones, bajo la legislación de EE.UU., si el grupo británico es declarado culpable de negligencia flagrante, en función del tamaño del vertido que se estima que ha llegado al mar. Científicos del gobierno de EE.UU. calculan que se han derramado unos 4,9 millones de barriles de crudo desde que la plataforma se hundió el 20 de abril, matando a once trabajadores, una cifra que determinará, en parte, la sanción que podría aplicarse a BP, según han indicado fuentes del Departamento de Energía de EE.UU.
La multa oscila entre US$ 1.100 por barril derramado hasta un máximo de US$ 4.300 por barril, si se prueba que hubo negligencia por parte de la compañía. De ese modo, el grupo británico podría recibir una sanción de hasta US$ 21.000 millones. Si la empresa es capaz de demostrar, como dice, que ha logrado retirar unos 800.000 barriles de crudo vertido al mar, la multa podría rebajarse hasta US$ 17.600 millones. BP confía en poder rebatir el cargo de negligencia flagrante para aminorar las sanciones, aunque, demodo preventivo, anunció la semana pasada una provisión de US$ 32.200 millones con cargo al segundo trimestre, para hacer frente a los costos de limpieza del mar y a las posibles indemnizaciones, aunque advirtió de que esta cifra podría ser insuficiente para cubrir todos los costos asociados.
Menor daño
Dentro del aluvión de noticias de los últimos días, la Casa Blanca aseguró que cerca de tres cuartas partes del petróleo vertido en el Golfo de México ya se ha recogido, quemado, evaporado o descompuesto por procesos naturales. En ese sentido, la asesora de energía del gobierno de EE.UU., Carol Browner, afirmó a la cadena de televisión NBC que "la madre Naturaleza ha hecho su parte" en la lucha contra el vertido, por lo que, según las últimas estimaciones, el daño causado sería bastante menor del previsto inicialmente.
No obstante, estas cifras, surgidas de estudios del organismo público de cuidado del mar y el medio ambiente NOAA, han sido puestas en tela de juicio por algunos analistas, ya que ese mismo organismo subestimó de forma importante el problema ecológico cuando explotó la plataforma petrolífera de BP.
Vuelta a empezar
A pesar de victoria parcial que cantó BP, la petrolera británica que emerja del desastre ecológico se parecerá más bien poco a la que era antes del 20 de abril. Para empezar, y pese al repunte de los dos últimos días, la compañía ha perdido más de un tercio de su capitalización en estos tres meses y medio. Tras esta pérdida de confianza en la empresa y la quiebra de su imagen por la nefasta gestión del desastre, que ha obligado a dimitir al anterior director ejecutivo, Tony Hayward, BP anunció la semana pasada que venderá activos por valor de entre US$ 25.000 millones y US$ 30.000 millones en los próximos dieciocho meses, con el objetivo de hacer caja para financiar la abultada multa que recibirá.
Este plan de desinversiones sin precedentes, obligado por las circunstancias, será una de las principales tareas del nuevo CEO de BP, Bob Dudley, para quien no será fácil encontrar el equilibrio entre mantener activos considerados estratégicos y encontrar liquidez para pagar las sanciones. A mediados de julio, BP vendió activos en Norteamérica y Egipto al grupo estadounidense Apache por valor de US$ 7.000 millones. La compañía, que negocia desinversiones en Rusia y Venezuela, entre otros países, anunció esta semana la venta de activos en Colombia por US$ 1.900 millones.
DiarioFinanciero.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario