Royal Dutch Shell Plc, la mayor compañía petrolera europea, y Cosan Indústria & Comércio, el mayor procesador de caña de azúcar del mundo, firmaron un acuerdo para formar un joint venture de azúcar y biocombustibles en Brasil.
Pero sus planes no paran ahí. Ambas firmas confirmaron que planean "varias adquisiciones", como nuevos procesadores de caña de azúcar en Brasil y en otros países, para acceder a los mercados que cobran impuestos al etanol brasileño, lo que promete reordenar la industria de los biocombustibles mundial en materia de precios y volúmenes, especialmente en el etanol.
Shell contribuirá con hasta
US$ 1.950 millones a la empresa, y con 2.740 staciones de servicio, activos de combustible de aviación y cuotas en dos firmas de investigación sobre biocombustibles.
La brasileña, a su vez, pondrá los 23 ingenios donde procesa caña, activos de distribución de combustibles, 1.730 estaciones de servicio y plantas que generan energía a partir de desechos de la caña. El joint venture asumirá asimismo una deuda de Cosan de US$ 2.520 millones.
El pacto incluye ocho proyectos de plantas de energía y un préstamo de US$ 282 millones del banco de desarrollo brasileño, que no estaban incluidos en el acuerdo preliminar anunciado el 1 de febrero.
Dos temas pendientes quedan de esta alianza: el nombre de la empresa final y el uso de la marca Esso. Cosan compró la marca Esso a ExxonMobil junto a otros activos de distribución de combustibles en 2008 por
US$ 826 millones.
Shell tendrá la opción de comprar el 50% de Cosan en el joint venture una vez que se cumplan diez años, y ambas tendrán el mismo derecho cuando la empresa sume 15 años. (Bloomberg)
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