Isabel Ramos Jeldres
La salida de la economía de Estados Unidos de la última crisis ha sido anómala. A diferencia de ciclos anteriores, la recuperación ha sido lenta. Las opiniones de los expertos están divididas entre quienes postulan que la economía está siguiendo la trayectoria prevista a principios de año y quienes, al igual que la Reserva Federal, reconocen que la recuperación se estancó.
"Esta es una recuperación económica que no sigue los estándares tradicionales de las recuperaciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial", dijo el economista jefe de Wells Fargo, John Silvia, en una entrevista de radio con "Bloomberg Surveillance".
"No tenemos el rebote en los empleos manufacturados o los empleos domésticos, especialmente en el sector de servicios, que tradicionalmente hemos tenido", agregó.
Pero si efectivamente la mayor economía del planeta se encuentra empantanada, como postulan algunos, ¿qué obstáculos están trancando las ruedas de la recuperación? Son varios los factores que se postulan.
Debilidad
del consumo
El flojo gasto de los consumidores no ha sido capaz de impulsar la demanda, de modo de alentar a las empresas a producir más y a contratar más trabajadores. En julio, las ventas minoristas subieron 0,4%, una cifra menor a la esperada, y la confianza del consumidor se mantuvo en agosto cerca de su mínimo en ocho meses, en 69,6 puntos, según información de Thomson Reuters/University of Michigan.
La falta de interés de los consumidores se explica por la pérdida de riqueza familiar (ante la caída de los precios de las viviendas) y el alto nivel de desempleo, explicó a DF la economista para EE.UU. de Roubini Global Economics, Prajakta Bhide.
Los empleos privados que excluyen a las agencias del gobierno subieron en 71 mil en julio, después de un alza de 31 mil el mes anterior, de acuerdo con datos del Departamento de Trabajo. Pero la tasa de desempleo sigue en 9,5%. En total, 8,4 millones de personas han perdido su empleo desde que comenzó la crisis financiera en diciembre de 2007.
El bajo nivel de acceso al crédito, especialmente por parte de las pequeñas empresas, tampoco ayuda a impulsar el empleo, acotó el economista para EE.UU. de Standard Chartered, David Semmens.
"Si se mira a la economía estadounidense en los últimos quince años, han sido las pequeñas empresas las que han impulsado el crecimiento del empleo", aseveró a DF.
Déficit fiscal
El elevado déficit fiscal es otro de los factores esgrimidos para explicar el estancamiento, ya que la incertidumbre sobre el panorama fiscal ha desalentado la inversión.
La brecha fiscal aumentaría 14% este año a un récord de US$ 1,6 billón (millón de millones), según cálculos oficiales.
"El Fondo Monetario Internacional acaba de declarar la quiebra de Estados Unidos" cuando advirtió que para cerrar el déficit de presupuesto se requiere un ajuste fiscal anual permanente igual a 14% del Producto Interno Bruto", advirtió el profesor de la Universidad de Boston, Laurence Kotlikoff.
Además del millonario estímulo que la administración Obama inyectó a la economía para combatir la crisis financiera global que se inició en el sector inmobiliario, Kotlikoff argumenta que el déficit ha crecido por el envejecimiento de los "baby boomers" (las personas que nacieron después de la Segunda Guerra Mundial).
Con el ingreso de este grupo al sistema de pensiones, los más jóvenes no son capaces de sostener el aumento de los gastos. En la práctica, este desbalance de las cuentas fiscales limita la capacidad de Washington para impulsar el crecimiento gastando o rebajando impuestos.
Visión disidente
Pero no hay consenso sobre el deterioro de la economía. Según el presidente de la Reserva Federal de Kansas, Thomas Hoenig, "la recuperación se está comportando de la forma en que muchos economistas delinearon a principios de este año".
Hoenig fue el único miembro del comité de política monetaria que no estuvo de acuerdo con mantener las tasas en el rango de cero a 0,25% en que están desde diciembre de 2008 y de renovar sus compras de bonos del Tesoro, su primera medida de estímulo en más de un año.
En lugar de impulsar el crecimiento, el compromiso de la Fed de mantener las tasas en su mínimo histórico provocaría una caída en la confianza de los inversionistas y dudas sobre la sustentabilidad de la recuperación, afirmó Hoenig en un discurso posterior a la reunión.
Otro disidente ha sido el propio presidente Barack Obama, quien la semana pasada culpó a la crisis de deuda fiscal de Europa por el deterioro de las condiciones en EE.UU.
El punto de inflexión se produjo en la primavera (boreal), aseguró Obama, cuando "los eventos en Europa enturbiaron a los mercados y crearon vientos en contra para nuestra recuperación económica".
La crisis europea efectivamente inyectó pesimismo a los inversionistas, pero queda abierta la pregunta de si esto causó o sólo expuso los problemas estructurales de la potencia norteamericana.
Por ahora, los consumidores siguen pesimistas. Dos de cada tres estadounidenses creen que la economía empeorará antes de mejorar, un alza respecto del 53% que pensaba así en enero, según una encuesta de NBC News/Wall Street Journal.
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