Isabel Ramos Jeldres
A dos frentes salieron ayer las autoridades japonesas para apuntalar la recuperación. El primer ministro Naoto Kan comprometió 920 mil millones de yenes
(US$ 10.800 millones) para impulsar nuevas medidas de estímulo. Por su parte, el Banco de Japón agregó 10 billones (millones de millones) de yenes (US$ 118 mil millones) a una facilidad de crédito que implementó en diciembre para inyectar más liquidez al sistema financiero.
El plan fiscal pretende impulsar el empleo y ayudar a las pequeñas empresas amenazadas por la rápida apreciación del yen y la prolongada deflación.
La semana pasada, la moneda japonesa alcanzó un máximo en quince años frente al dólar, lo que aumentó las presiones sobre las autoridades para intervenir en defensa de los exportadores. El índice de precios al consumidor, en tanto, suma 17 meses de caída.
Al hacer el anuncio, Kan aseguró que el gabinete decidirá los detalles de las medidas el 10 de septiembre, y se mostró dispuesto a recurrir a nuevos fondos si fuera necesario.
El banco central, por su parte, aumentó a 30 billones de yenes su facilidad de préstamos luego de una reunión de emergencia en Tokio.
La reunión fue encabezada por el gobernador del banco, Masaaki Shirakawa, quien debió adelantar su regreso desde Estados Unidos, donde participaba en la reunión de banqueros centrales en Jackson Hole, ante la creciente presión política para que detenga el alza del yen.
Trabas políticas
Sin embargo, el mercado reaccionó con decepción ante el anuncio, ya que los analistas esperan un mayor compromiso, y el yen volvió a apreciarse ayer frente a las monedas de sus 16 mayores socios comerciales.
La coordinación entre el banco central y el gobierno, además, podría llegar sólo después del 14 de septiembre, cuando se realicen las elecciones internas del gobernante Partido Democrático de Japón.
La semana pasada, el político Ichiro Ozawa desafió el liderazgo del primer ministro, cuestionando su manejo de la economía y del presupuesto fiscal, cuya deuda se encamina a 200% del Producto Interno Bruto.
"La política monetaria sola no puede cambiar la actual situación en Japón", dijo a Bloomberg el economista jefe de Barclays Capital en Japón, Kyohei Morita. "El gobierno debería jugar un rol central para transmitir la liquidez a la economía real" a través de un aumento del gasto fiscal, agregó.
La agencia Jiji informó ayer que Ozawa, quien renunció como líder del partido después de un escándalo de financiamiento el año pasado, podría retirar su desafío al premier, para evitar que se provoque una división dentro de la colectividad.
De acuerdo con una encuesta del periódico Mainichi, un 78% de los votantes quieren que Kan gane la carrera por el liderazgo, y sólo un 17% ve a Ozawa como apto para el cargo.
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