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Con los estragos que está causando la crisis, cada vez más las empresas españolas encuentran en Latinoamérica su "tabla de rescate": Según el Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL), este continente es el que "les han permitido a las empresas españolas convertirse en grandes corporaciones multinacionales y, actualmente, les reportan entre un tercio y la mitad de sus ganancias anuales: BBVA logra el 49% de sus ingresos gracias a sus negocios en la región, Telefónica el 37%, Santander y Endesa, el 30%".
Que Latinoamérica es cada vez es más importante para las multinacionales españolas es algo que el mismo Gobierno de Zapatero reconoce. Pedro Ramiro, investigador de la OMAL, destaca las declaraciones del presidente en 2009 cuando ha dicho: "Nuestras empresas están en América Latina para quedarse, se trata de una apuesta de Estado que no tiene marcha atrás".
Según Pedro Ramiro, "durante la última década, América Latina se ha constituido en un objetivo estratégico para la expansión de los negocios de las empresas españolas, las cuales están viendo cómo disponer de perspectivas de mercado aún mayores: Aprovechando el marco de las alianzas público-privadas y con las estrategias de Responsabilidad Social Corporativa como referencia, las multinacionales españolas están llevando a cabo nuevas inversiones en países como Panamá, Brasil y Colombia".
Este movimiento de las empresas nacionales hacia el mercado Latinoamericano se inició durante la segunda mitad de los años 90, cuando, gracias al tamaño y el capital que acumularon tras las privatizaciones y fusiones en el Estado español, las empresas españolas se expandieron a América Latina para llevar a cabo lo que Ramiro considera "el segundo desembarco en la región".
Desde un principio las multinacionales españolas diseñaron estrategias para amortizar rápidamente sus inversiones, "pero no tuvieron el éxito inmediato que esperaban, ya que tuvieron que afrontar diversos conflictos regionales". El investigador de la OMAL cita como ejemplos: las movilizaciones populares de protesta por el alza de tarifas en sus servicios, las crisis económicas (la de Argentina fue la más importante), el fracaso de Unión Fenosa en República Dominicana e Iberia en Argentina, así como los procesos de recuperación de la soberanía estatal y los intentos de nacionalización de algunos gobiernos socialistas de la región.
Pedro Ramiro destaca que el éxito de las multinacionales españolas se logró "gracias al apoyo del Gobierno español, a través tanto de los créditos y apoyos económicos para la internacionalización como de las presiones diplomáticas". Eso permitió que para los primeros años del Siglo XXI las multinacionales españolas lograran alcanzar una posición de liderazgo económico regional en los sectores de las telecomunicaciones, banca, hidrocarburos y electricidad. "Eso generó como resultado que sus beneficios se incrementaron de forma espectacular: entre 2004 y 2007, la media del aumento de las ganancias globales de las ocho mayores multinacionales españolas fue del 150%", asevera el investigador.
A lo largo de los últimos años las multinacionales españolas han diversificado y ampliado sus inversiones y han dado el salto a otros mercados como Estados Unidos, China y África. Sin embargo, -destaca la OMAL- América Latina permanece como un eje central de sus negocios: "a pesar de las críticas y denuncias recibidas por los conflictos que han generado en la región, sigue siendo un lugar preferente para la consolidación y expansión del negocio de las multinacionales españolas".
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