Emilio Maldonado Q.
Luego de meses de análisis, la firma nacional Masisa decidió acudir a la Comisión Nacional de Distorsiones de Precios (CNDP) a presentar un reclamo que poco se ve en la industria local: una denuncia de dumping.
¿El acusado? Kaindl, un importante proveedor de Sodimac e Imperial, ambas firmas controladas por Falabella, que distribuye en Chile pisos y tableros de madera, la cual fue acusada por Masisa de ingresar al país productos con un claro subsidio, para lo cual solicitó la intermediación de este organismo dependiente del Banco Central.
El requerimiento de Masisa, el cual fue conocido por la firma austríaca en abril, y en cuyo proceso han participado empresas de retail, ferreterías y productores de celulosa, como Arauco, pretende que se aplique una sobretasa del 43% a los productos que Kaindl vende en Sodimac e Imperial.
Pero durante la jornada del 21 de junio recién pasado Masisa, representada por Carey y Cía, sufrió un revés, ya que una de las aspiraciones de la compañía fue denegada por unanimidad, según consta en el acta de ese día de la CNDP.
Además de solicitar la aplicación de un arancel a los tableros aglomerados que importa Kaindl, Masisa solicitó que se aplicara una medida provisional, correspondiente a un arancel de igual valor, hasta que termine la investigación, lo cual no fue acogido por la CNDP, entidad que sigue adelante con el proceso.
El rechazo a una medida provisional es uno de los pocos que se registran en la historia de la CNDP.
Por ahora todos los involucrados seguirán aportando antecedentes en este caso, que involucra a bufetes como Pellegrini & Urrutia (Sodimac); Bofill, Mir, Álvarez, Hinzpeter y Jana (Kaindl), y Carey y Cía (Masisa).
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