Sergio Arancibia, director de Gemines, sostiene que existe una relación directamente proporcional entre desarrollo económico y bancarización. Esto debido a que este proceso no sólo permite a los hogares contar con servicios financieros, sino que aumenta la productividad y eficiencia de las personas, lo que redunda en un mayor crecimiento del país.
Por ello es que las tasas de personas bancarizadas son bastante reveladoras. Y, según explica, una de las razones que estaría detrás de los resultados que muestra el informe en Chile es que la banca no tendría mayores incentivos para ingresar a nuevos segmentos, ya que "tienen un nivel de ingresos, rentabilidad y negocios suficientes, con el mercado que atienden, que es el ABC1 y C2. Habría que lograr estimular a actores no bancarios para que se hicieran cargo de esa parte que a la banca, de forma natural, le ha costado tomar", afirmó.
Según explicó el ejecutivo, si bien en los países más desarrollados los segmentos no bancarizados fueron abordados por la por la industria, en el país, dado la estructura de negocios que tienen las instituciones financieras, no se ve que tengan un mayor interés por hacerlo.
Respecto de la defensa de los bancos que apunta a que no pueden acceder a estos segmentos debido a la tasa máxima convencional, el ejecutivo explica que habría entonces que preguntarse por qué las casas comerciales pueden hacer negocios rentables, sin traspasar esta tasa. "Está el desafío de que el modelo de atención de los bancos tiene que ser diferente. El que se usa actualmente no sirve para ir a atender gente que está en el sector más informal", explicó, agregando que una forma de lograr esto sería que se les permitiera hacer descuentos por planilla, lo que bajaría el riesgo y los costos.
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