Emilio Maldonado / Natalia Saavedra
En 1997, aprovechando el crecimiento que experimentaba la economía chilena (previo a la crisis asiática), el grupo Falabella decidió incursionar en el corretaje de seguros, con el fin de transformarse en uno de los mayores intermediadores del rubro en el país.
Con el correr de los años, y específicamente en 2005, el retailer decidió ampliar el giro de esta división, bajo el nombre de Falabella Pro, para ofrecer no sólo seguros, sino además productos para la mantención del hogar, gasfitería y servicios técnicos, entre otros.
Trece años después del nacimiento y luego de varios análisis al interior de la plana ejecutiva, esta unidad de negocios, con ingresos cercanos a los US$ 300 millones, sufrió una nueva transformación, la que la pondrá de vuelta en sus orígenes.
Según informaron en la compañía, a partir de este mes Falabella Pro dejará de existir, para dar paso a Seguros Falabella.
La razón de ello estaría en el poco impacto que tuvo, luego de cinco años desde que se decidiera agregar más servicios, en los resultados de esta división, y el alto grado de dedicación de tiempo y de ejecutivos a la venta de productos anexos, los cuales representaban menos del 1% de los ingresos de Falabella Pro.
Atendiendo aquello, Falabella optó por concentrarse en la intermediación de seguros, en especial en la división de coberturas de automóviles, donde el retailer aparece como el principal actor de la industria.
El fuerte en seguros
En 2005, con el fin de lograr superar la barrera de los US$ 200 millones anuales, el grupo generó Falabella Pro, incluyendo más servicios.
El esfuerzo no se reflejó en los resultados, ya que el área de seguros siguió fortaleciéndose.
Mientras en 2004 el grupo mantenía 2,7 millones de pólizas, en 2008 la cifra superó los 8 millones.
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