2010/07/26

Ambiente empresarial de Argentina se encamina hacia una menor competencia

Durante los últimos meses, Argentina ha recibido acusaciones de distintos frentes de que está atentando contra la libre competencia e incentivando el proteccionismo. Los últimos dardos fueron lanzados por países de la Unión Europea. La UE intentaba retomar las negociaciones para lograr un tratado comercial con el Mercosur, pero las trabas impuestas por Argentina a las importaciones de alimentos hicieron que las conversaciones quedaran pendientes. 

La idea de proteger los puestos de trabajo y la producción locales, así como también a los pequeños y medianos comerciantes, hizo que la semana pasada la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), apoyada por las cámaras que reúnen a los supermercados, recurriera al Congreso para presentar un anteproyecto que pretende limitar el crecimiento de las grandes cadenas de supermercados en las provincias, lo que atenta directamente a las inversiones de las multinacionales del rubro, como la chilena Cencosud.

Las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe ya tenían una reglamentación de este tipo, pero la nueva propuesta, que pretende aplicarse a nivel nacional, integra nuevos aspectos, como determinar los metros cubiertos disponibles para la instalación de hipermercados de acuerdo a un coeficiente por el que se divide la cantidad de habitantes de una ciudad. Así, por ejemplo, si una localidad tiene 300.000 habitantes, los metros cuadrados disponibles de instalación para hipermercados serían sólo de 37.500 y las empresas tendrían que competir por ese espacio. 

"Estas grandes superficies (hipermercados) con su poder monopólico y de compra importante, afectan al comercio local y ejercen presión también sobre los proveedores", dijo a DF el coordinador de la Comisión Intercámaras de Grandes Superficies de la CAME, Fabián Tarrío. "En los "90, en Lomas de Zamora, le entregué una placa de reconocimiento a Horst Paulmann (presidente de Cencosud) porque se instalaba Jumbo acá. Mire qué equivocados que estábamos, no nos dimos cuenta del efecto devastador que iba a causar", comentó Tarrío entre risas. 

Y es que Cencosud tiene una fuerte presencia en Argentina, con 16 hipermercados Jumbo, y más de 200 supermercados, además de 47 tiendas de homecenters y 14 centros comerciales. El conglomerado ha tenido buenos resultados en territorio argentino ya que en 2009 facturó 
US$ 3.177 millones en ventas, convirtiéndose en el segundo mercado para la empresa en la región, después de Chile. Y como respuesta a la buena acogida trasandina, en 2009, Matías Videla, gerente general de Jumbo Retail Argentina, comentó que se estudiaba "una expansión federal" con la apertura de nueve locales para este año. Sin embargo, la empresa en Chile no quiso comentar sobre los planes al respecto. 



Medida proteccionista

"La medida de los supermercadistas es proteccionista", comenta el ex director del Departamento para América Latina del FMI, Claudio Loser. "Evidentemente hay empresas como Carrefour y Jumbo que han tenido un impacto muy importante y que han aumentado la competencia en el país. Estas cámaras locales insisten en impedir la expansión de estos hipermercados, pero en realidad lo que están haciendo es poner mucha presión al gobierno, para impedir que haya más competencia interna", añadió.

Pero ésta no es la primera medida que va en contra de los empresarios del sector retail. Ya existía la normativa conocida como "ley Cerrojo" que imponía la obtención de una licencia por cada embarque ingresado, y la obligación para las multinacionales de exportar productos argentinos de igual valor a lo importado. 

Además, Loser destaca que, a pesar de que Argentina ha manejado bien el canje de la deuda, las compañías vinculadas al gobierno corren el riesgo de que la mala imagen gubernamental se traspase a ellas, como lo que le ha sucedido a Autopistas del Sol, que después de anunciar un default por cerca de US$ 357 millones de bonos el año pasado, ahora enfrenta problemas para conseguir apoyo de los inversionistas para su plan de restructuración.

El otro riesgo apunta a la "tradición" del gobierno durante los últimos años de modificar las reglas del juego para las empresas, llevándolas, incluso, al punto de ser expropiadas. "El gobierno no ha tenido una política consistente, si no que le ha hecho la vida muy difícil a las empresas internacionales", dijo el experto.

Según Moody"s Inverstors Service, Argentina tuvo los mayores defaults corporativos de Latinoamérica entre 1990 y la primera mitad de 2009, con 43 compañías sin pagar los intereses de la deuda con un capital que totaliza los US$ 14.500 millones.

DiarioFinanciero.com

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