
Los recursos movilizados para hacer frente a la crisis financiera superan el 25% del PIB en los países desarrollados, según se desprende de los informes confidenciales elaborados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea.
El trabajo del FMI ha sido encargado por el G-20 a la vista de los impresionantes recursos aportados o garantizados por los contribuyentes (superiores a los 9.6 billones de dólares) para salvar los bancos, aunque una parte de ellos no han sido utilizados, destaca el diario español El País.
El G-20 tiene previsto discutir en su reunión en Toronto a finales de junio "cómo el sector financiero podría hacer una justa y sustancial contribución para reparar el sistema bancario".
El impacto para el sector público de la crisis bancaria se concentra prácticamente en los llamados países avanzados del G-20 (Australia, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Corea, Reino Unido y Estados Unidos) con más de 9.5 billones.
En los países emergentes del grupo sólo han consumido dinero de los ciudadanos Brasil (1.3% del PIB) y Rusia (9.6%). El resto de miembros del club (Argentina, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, África del Sur y Turquía) no han gastado ni un centavo.
Las secuelas más graves de este empleo masivo de dinero de los contribuyentes se verán reflejadas en el preocupante aumento de la deuda pública, que en los países avanzados del G-20 será de 40 puntos porcentuales entre los años 2008 y 2015, lo que supondrá una grave hipoteca para generaciones futuras.
Paralelamente, el impacto de la crisis financiera ha provocado hasta ahora una pérdida acumulada del PIB del 27% en estos países.
La derivada más preocupante de la crisis financiera ha sido sin duda la pérdida de millones de empleos. La tasa de paro ha alcanzado el 10% tanto en Europa como en Estados Unidos, aunque en este país ya ha empezado a remitir.
En la UE de los 27 el número de desempleados aumentó en 7.2 millones desde marzo de 2008, lo que supone un crecimiento del 45%.
De momento, solo Estados Unidos ha acordado una medida para pagar los costes incurridos hasta ahora.
Europa pasa página del pasado, e intenta encontrar un consenso ante futuras crisis, a pesar de que un reciente informe de la Comisión Europea cifra en 4.1 billones de euros los recursos públicos comprometidos entre octubre de 2008 y marzo de 2010, por 19 Estados europeos, lo que representa el 32.6% del PIB de la UE.
El debate para que la banca asuma el coste de los gastos públicos se perfilará en la próxima reunión del G-20 en Toronto y también en el marco de las instituciones europeas y los Estados más afectados.
(El Semanario Agencia, ESA)
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