Con seis mil millones de dólares de patrimonio y un flujo de caja envidiable, no hay fondo de inversión que no les siga los pasos a las tres hermanas Solari. Y aunque los aplausos ultimamente se los ha llevado Liliana con su mediático holding Bethia, lo cierto es que también lo han hecho bastante bien los herederos de sus hermanas, Teresa e Icha, que han optado por roles menos protagónicos, pero no por eso menos activos. Por Paula Vargas.
“De nuevo la Liliana nos puso en escena...” Cercanos a María Luisa (Icha) y Teresa Solari sostienen que esa fue su reacción cuando conocieron la noticia de la compra de Axxion por parte del holding Bethia, de propiedad de su hermana Liliana. Poco amigas de la exposición, con los años las tres han debido acostumbrarse a que cada operación que cualquiera de ellas realiza deposita automáticamente las miradas sobre el resto.
Pero el que no les guste figurar no significa que vayan a dejar de hacer negocios. Si ese es el costo de hacer empresa, están dispuestas a aceptarlo, aunque siempre tratan de proceder con la mayor discreción posible.
Junto a sus herederos, cada una ha hecho un camino propio. Al alero de sus respectivas sociedades y de la mano de profesionales, han diversificado sus portafolios, buscando alternativas que den continuidad a sus inversiones en el largo plazo.
Pero como Bethia es la que ha estado más presente, quisimos adentrarnos en las sociedades de Teresa y María Luisa que, pese a la menor exposición, también han estado movilizando sus fichas. Este es su estado de situación.
Los pasos de Corso
Con menos luces y mucho trabajo, en Corso, la sociedad de Teresa, que agrupa las inversiones de los Cortés Solari, han sabido barajar sus cartas. En forma sigilosa se han hecho de participación en corporaciones en las que, aseguran, no están de paso. Es que más que la rentabilidad inmediata, lo que busca este grupo son proyectos que se identifiquen con su visión de empresa, es decir, firmas que hagan un aporte real al desarrollo, que den trabajo y mejoren la calidad de vida de las personas.
Quienes han hecho negocios con Corso destacan esta característica del grupo. “Buscan asociarse con la gente correcta, con quienes comparten valores. Si hay negocios interesantes que involucran a gente complicada, ten por seguro que no van a entrar”, advierte un ex socio de los Cortés Solari.
Es precisamente bajo esa premisa que se formó el holding hace casi once años. Todo comenzó en una pequeña oficina donde sólo trabajaban unas cinco personas. Entre éstas estaba Juan Carlos Cortés (41), quien por esa época se integró al directorio de Falabella y se metió de lleno al negocio familiar, asesorado por Bernardo Fontaine. También con una trayectoria de años en el equipo de Corso destacan los nombres de Elizabeth Lehmann y del ex-BCI Julio Fernández, un deal maker por naturaleza.
Una de las primeras inversiones de este team fue el ingreso a Pesquera Itata, firma en que hoy tienen un 14,75%. “Tomar la decisión no fue complicado. Más allá de las buenas proyecciones que tenía en ese tiempo la pesca, influyó mucho el grupo de socios, los Sarquis, una familia con la que de inmediato tuvieron afinidad; tanta, que hasta el día de hoy Juan Carlos Cortés permanece como director. Es tan estrecha la cercanía que tiene con sus socios, que el de Itata es el único directorio que ha tomado, aparte del de Falabella”, cuentan cercanos.
Pero había que ampliar el portafolio de inversiones, y entonces el rubro inmobiliario apareció como uno de rigor. Así fue como en 2004 tomaron la opción de ir tras el 12,5% de Almagro, porcentaje del cual tres años más tarde se deshicieron tras la OPA que lanzó Socovesa. “La verdad es que no teníamos interés en salir, pero la opción se dio y la tomamos. Como el sector nos seguía atrayendo, cuando después llegó la oportunidad de participar en Manquehue, no dudamos en estudiar el proyecto”, revelan al interior del family office.
Para los Corso, la inmobiliaria de los Rabat cumplía todos los requisitos: solidez, una estrategia de crecimiento a largo plazo y valores coincidentes. “Es cosa de analizar cómo son los proyectos de Manquehue. Ellos no llegan y llenan de casas un condominio. Hacen ciudad, se preocupan por la calidad de vida, de trazar calles amplias, con cableado subterráneo. Si tienen que buscar un colegio, eligen uno bueno. Es decir, aquí hay mucho más que números y eso es lo que busca Corso”, enfatizan quienes fueron parte del deal.
Otra de las operaciones emblemáticas de este holding fue la compra de David del Curto. A la sociedad habían ingresado en 2006, de la mano de Moneda Asset, con un porcentaje minoritario y luego fueron creciendo en participación hasta quedarse con el control de la exportadora con un 52%. Dicen que no ha sido un negocio fácil, pero que tampoco han perdido plata. “Hay que darle tiempo”, comentan cercanos, quienes cuentan que en estos años la exportadora ha estado de cabeza mejorando su eficiencia operacional, aunque aún falta para que sea un negocio rentable.
Con todo, se trata de una operación que difícilmente van a soltar. No sólo por la posición mayoritaria que ostentan, sino porque calza perfecto con el mix de inversiones del holding, el que requiere de una buena dosis de empresas contracíclicas al retail, donde está el grueso de su patrimonio. Como el negocio de Falabella está fuertemente condicionado por las importaciones, con Del Curto e Itata, por definición exportadoras, tienen cubierto ese frente. De hecho, fue con ese mismo afán contracíclico que en su momento analizaron Viña Undurraga y una que otra forestal, negocios que no prosperaron.
Pasión y negocios
Pero dentro del holding también hay espacio para hacer crecer proyectos “más personales”, ya que esta es una familia con gran afinidad con los deportes, entre los que destacan el golf y el ski... aparte de los caballos, obviamente.
Instalado bajo el alero de Equity Brands, este nicho de negocios comenzó a tomar forma hace poco más de una década, cuando se creó Rebels Golf. Luego derivaron hacia otras marcas especializadas como Quick Silver (surf y snowboard) y New Balance (zapatillas deportivas).
Pero eso no es todo. En este mismo plano, fueron ellos los que trajeron a Chile la marca estadounidense Original Penguin; desarrollaron la tienda de ropa juvenil Zoo Concept y hace poco adquirieron los 30 locales de Sparta, firma que sólo en 2008 facturó cerca de 40 millones de dólares.
En Corso reconocen que detrás de este crecimiento ha estado la mano de Sandra Porcile, quien en estos cinco años a cargo de Equity ha sido quien le ha dado forma a este concepto de retail, el que pretenden replicar fuera de nuestras fronteras.
En cuanto a la toma de decisiones dentro del holding, anotan que privilegian el trabajo en equipo, de modo que las inversiones sean discutidas entre Elizabeth, Julio, Juan Carlos y el abogado de cabecera, Michael Grasty o Mike, como lo llaman en Corso. “Entre ellos existe gran confianza, se escuchan, discuten y finalmente adoptan las decisiones”, detalla un ejecutivo cercano a la familia.
Esto del trabajo en equipo también aplica en otras dimensiones: cuando se trata de ir tras una inversión en conjunto con otros miembros del clan Solari. Sucedió en 2004, cuando adquirieron Aguas Nuevas en 257 millones de dólares –que más tarde vendieron–; y luego, cuando entraron a la propiedad de la termoeléctrica colombiana Termotasajero en 2007, a la que ingresaron junto a los Solari Donaggio, con quienes tienen una afinidad casi natural. “Juan Carlos y los hijos de Reinaldo son contemporáneos en edad y se llevan muy bien; y eso se ha traspasado a sus equipos de trabajo, en que los ejecutivos de Megeve –la family office de los Solari Donaggio– y Corso trabajan bien de la mano”, subrayan al interior de la familia.
Tras los pasos de Karlezi
La rama familiar más quitada de bulla es la de Icha (María Luisa) Solari, quien desde hace una década delegó en su hija, Cecilia Karlezi, el mandato de hacerse cargo de la participación en Falabella y también de administrar su patrimonio.
Icha no se cansa de explicar que esto de los negocios no es lo suyo y que la Ceci –como llama a su única hija– es quien debe tomar esa responsabilidad. No obstante, a Cecilia no le ha resultado fácil salir de su mundo, más bien vinculado al campo en el sur (Los Gamos en Osorno y Cechi en Frutillar) y sus viveros en Buin. De hecho, no lograron sacarla de allá ni cuando tenía lista y dispuesta una oficina en Kennedy 5454, el centro de operación de los family office de las hermanas Solari. “Así es la Ceci”, comentan quienes la conocen.
Hoy sus oficinas las tiene habilitadas en sus viveros, donde opera junto a Alex Harasic, el ex asesor minero del grupo Sigdo Koppers y cercano a la familia.
En esto de las inversiones, Cecilia Karlezi se ha movido con sigilo. Aparte de las inversiones financieras que realiza a través del BICE y Banchile, ha reunido participaciones en empresas de energía y dicen que es una decisión a firme el ir por porcentajes más significativos, si la oportunidad lo amerita. Es dentro de esta lógica que se entiende la decisión de comprar un paquete accionario relevante en Clínica Las Condes, hace poco más de un año, en una operación valorada en 26,3 millones de dólares y que le permitió transformarse en la mayor accionista individual de la compañía.
Más tarde captó la atención del mercado al adquirir el 10% de Cruzados (en una elección mucho más personal) y al crear Transporte Campanario, movidas que hacen prever que la otrora pasiva directora de Falabella está decidida a jugar sus fichas en serio. Es que la avalancha de negocios y ofrecimientos que inunda su escritorio no es menor y “algo había que hacer con ellos”, señala uno de sus cercanos. En este proceso, la asesoría de Alejandro Gil, su marido, y de Harasic, se evidencia.
¿Por qué la demora? Sus cercanos arguyen que se debe a algo muy simple. “La Ceci es hija única y, además, tiene un sólo hijo. Es decir, no tiene tanta necesidad de tener una estructura de sucesión o una family office que esté detrás de grandes inversiones”, aclaran en su círculo.
Pero no es la única que ha decidido diversificar y aumentar el patrimonio de esta rama familiar. Icha, su madre, y la pareja de ésta, Marcel Zarour, formaron en 2008 una sociedad cuyo principal activo es un centro de almacenaje de carga de 7.000 metros cuadrados, emplazado en las afueras del puerto San Antonio. Allí invirtieron cerca de 11 millones de dólares, y dicen que es un negocio que va sobre ruedas; tanto, que a un año de inaugurado ya acaparaba el 21% del mercado.
Las cartas de Karlezi
Cecilia Karlezi es la única hija de María Luisa Solari y la que se encarga del patrimonio familiar.
1. Estilo
De las tres ramas de las Solari, es la que tiene mayor liquidez. Su afán por diversificar y hacer crecer su patrimonio es reciente. Tampoco apunta a crear un private equity, sino que privilegia las inversiones de largo plazo en rubros menos explotados y con gran potencial de crecimiento. Le interesan también las participaciones minoritarias con opción de tener representantes en los directorios. Posee tres sociedades: Auguri, Santa Filomena y Agrícola Cechi.
2. Las inversiones
• Dueña del vivero San Sebastián y del jardín San Francisco.
• A través de Agrícola Cechi también tiene dos fundos: uno en Osorno y otro en Frutillar.
• 10% de Clínica Las Condes.
• 10% de Cruzados S.A.
3. Equipo
Desde 2003 la asesoran el abogado Alex Harasic y el marido de Cecilia, Alejandro Gil. Ambos han sido gravitantes a la hora de tomar opciones de inversión, aunque siempre respaldados por un equipo de abogados de Grasty, Quintana & Majlis, con el que comenzaron una relación desde que Alvaro Bofill los asesoró en la división de los negocios de cada una de las hermanas Solari. Hoy, el abogado que ve el día a día de estas sociedades es Eduardo de la Maza.
Corso en tres tiempos
Juan Carlos Cortés es quien encabeza el holding que agrupa las inversiones familiares.
1. Estilo
Los negocios que les interesan van por el lado del sector exportador y agroindustrial. Buscan empresas para permanecer en el largo plazo. No son private equity, pero si hubiera que clasificarlos, serían algo así como una sociedad de capitales pacientes; es decir, de aquellos que entran a una inversión para permanecer por largo tiempo. Su opción es ir por porcentajes minoritarios, pero que permitan tener un representante en el directorio. No se meten en negocios donde tengan participación, ya que no es su idea competir con sus socios, por muy rentable que se presente una operación.
2. Las inversiones
• 14,7% en Pesquera Itata.
• 52% en David del Curto.
• 27% en Eléctrica Termotasajero (Colombia).
• 15% en Inmobiliaria Manquehue.
• 100% Equity Brands & Retail, grupo que en conjunto maneja casi 60 locales de las cadenas Sparta, Rebels Golf, Original Penguin y Zoo Concept.
3. Equipo
Existe un grupo asesor de inversiones, encabezado por Julio Fernández y Elizabeth Lehmann. Las decisiones se toman en el directorio, en el cual participan Teresa Solari, Juan Carlos y Francisca Cortés, junto a Claudio Israel quien, además de ser el marido de Francisca, aporta su expertise empresarial (sector agrícola y retail). Otro personaje clave es Michael Grasty, quien comparte todas las decisiones de la familia. En el área legal también interviene activamente Alvaro Bofill, quien además es parte del directorio de Termotasajero.
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