El director de Asuntos Humanitarios de la empresa de logística DHL, Chris Weeks, dejó Chile en el avión y la hora que le correspondían. Una realidad totalmente distinta a la que vivió cuando llegó al país a liderar un equipo de respuesta a desastres (DRT) que la firma alemana envió pocos días después del terremoto.
La odisea comenzó en Bruselas, cuando debió tomar un avión el martes 2 de marzo que lo llevó hasta Lima, ya que los vuelos internacionales en Santiago quedaron suspendidos por los daños en el aeropuerto. El periplo continuó en otro avión a Tacna, para cruzar la frontera en automóvil hasta Arica. De ahí pasó por Iquique primero, antes de aterrizar en la losa santiaguina la tarde del jueves.
Tantas dificultades para llegar le hicieron esperar lo peor a su arribo a Santiago. Pero una vez en tierra firme, Weeks quedó "impresionado" por el nivel de organización que ya era posible observar en el sexto día de catástrofe. Tras lidiar con los desastres en Pakistán, Perú y Haití, llegar a Chile y no a hacerse cargo de la ayuda, sino que apoyar la logística de la Fuerza Aérea, fue una "gran diferencia".
Así, el equipo de empleados capacitados en manejo de desastres naturales para Latinoamérica -uno de los tres que forman parte del programa de Responsabilidad Social Empresarial global de DHL, en alianza con la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios- sólo estuvo a cargo de destrabar el "cuello de botella" que se armó en Santiago y Concepción para despachar la asistencia material a las entonces declaradas zonas de catástrofe, Maule y Bío Bío.
- ¿Cómo manejó Chile la emergencia?
- En cuanto a disposición y voluntariado, fue muy impresionante. Del punto de vista de organización, se puso bastante responsabilidad en el alcalde de la comunidad en lo que fue la repartición de los recursos, lo que es muy bueno. En general, conocen sus poblaciones mejor que nadie y saben qué necesitan.
- ¿Y cómo evalúa la participación del sector privado?
- Ha sido menor a lo que esperaba. El concepto de RSE en situaciones de emergencia, quizás no está tan desarrollado en Chile como en Estados Unidos o Europa. Y por eso pretendemos instalar un DRT en Chile para todo el Cono Sur. Intentaremos organizar mayor apoyo de otras compañías, sean clientes nuestros o no; uno con los que he trabajado en el pasado y del cual varios de sus productos están las bolsas de ayuda de Onemi es Procter & Gamble, por ejemplo.
- En Chile las compañías han traducido su ayuda mayormente en grandes donaciones. ¿Se necesita que participen más?
- Es que las empresas, en general, están mejor preparadas para reaccionar ante una crisis que un gobierno. Hay sectores clave como logística y retail, que tienen un rol importante en este tipo de situaciones, porque no puedes depender del Ejército todo el tiempo. Ellos siempre están dispuestos a cooperar, pero surgen situaciones complicadas. Por ejemplo, Onemi instruyó que en cada paquete de ayuda debían ir nueve tipos de productos, y toda la cadena se paralizó por casi dos días porque faltó un par. Hay que mantener al beneficiado en mente, más que las instrucciones.
- ¿Cómo califica el rol de Onemi en este desastre?
- Onemi se comportó como muchos otros servicios del sector público, tendieron a trabajar como si fuera otro día en la oficina, cuando esto era una emergencia. El día que llegamos, fuimos a las oficinas a ofrecer nuestra ayuda, y esa es la sensación que tuvimos. En una emergencia haces excepciones, ya sea rompes las reglas por un bien mayor, regresas a la gente de sus vacaciones, etc.
- ¿No estuvo a la altura?
- Veo que Onemi está a cargo de muchas cosas, demasiado quizás; tiene que avisar desde si viene un maremoto hasta coordinar todas las labores de rescate. Quizás habría que reducirle responsabilidades para que se concentre mejor en temas específicos, porque también a veces no quedaba claro quién estaba a cargo en algunas operaciones, el Ejército o la Onemi.
- ¿Qué lección debemos aprender?
- La rapidez es clave. La gente necesita ver que se está haciendo algo, por muy poco que sea. La sensación de seguridad debe quedar restablecida lo antes posible. Que el transporte, la comunicación, la entrega de información y algo tan básico como un lugar donde basar tus operaciones y dormir, queden asegurados. Y si está el dinero, mejor.
- El dinero nunca fue tema en la reacción del país, ya que se comprometieron recursos desde un inicio.
- Y es muy bueno, porque al tener recursos, puedes hacer muchas cosas, en especial cuando comience la reconstrucción del país. Esta obligará a traer nuevas tecnologías, mejorar lo que ya estaba, porque tendrán que hacer mejores caminos y puentes. La reconstrucción realmente ayudará a que Chile sea un país más desarrollado.
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