Rusia analiza un rescate bancario que iría más allá que las medidas tomadas por Estados Unidos, en medio de temores a que el impago de préstamos pudiera paralizar la economía.
Igor Shuvalov, viceprimer ministro, considerará tomar participaciones en bancos en problemas cuando un grupo de expertos sobre la crisis se reúna hoy para discutir vías de recapitalizar el sistema bancario del país, según un borrador de las propuestas visto por Financial Times.La propuesta, una de varias en estudio, vería al gobierno emitir papeles de tesorería OFZ, un tipo de bono, para apuntalar los balances de los grandes bancos.
A cambio, el estado recibiría acciones preferentes. A diferencia del rescate estadounidense, el plan ruso daría al gobierno asientos en los directorios y poder de veto.Analistas dijeron que tal plan permitiría a los bancos declarar el verdadero nivel de préstamos vencidos en sus balances los que, una vez saneados bajo el programa, rompería la crisis de crédito y les permitiría volver a prestar en 2010.Casi US$ 100.000 millones en préstamos domésticos vencen a fines de año y el banco central ha dicho que las utilidades bancarias desaparecerán si los créditos incobrables llegan a 10% o 12%.
Standard & Poor’s, la agencia calificadora, advirtió la semana pasada que los préstamos problemáticos podrían alcanzar un 38%. Con inflación, altas tasas de interés, una sequía de nuevos créditos y una brusca caída en los precios de los commodities aún afectando a las empresas, los préstamos incobrables podrían llegar a 20% de las carteras totales de crédito para fines de año.
Tanto S&P como Moody’s han advertido que Rusia podría tener que gastar hasta US$ 40.000 millones recapitalizando el sistema bancario.Bajo el proyecto de ley que se analiza hoy, las acciones preferentes serían convertibles en acciones ordinarias en diez años si el banco no puede pagar el bono cuando venza en 2019.
Según analistas, los fondos sólo estarían disponibles para los 55 más grandes de las 1.100 instituciones en el sistema bancario ruso.Pero puede que el gobierno no tome una decisión final hasta el otoño (boreal). Natalya Orlova, economista jefe de Alfa Bank en Moscú, dijo temer que el gobierno se demore y permita que los bancos no revelen sus préstamos impagos con la esperanza de que la economía mejore más adelante. El banco central ya relajó las normas sobre información de préstamos impagos este año.
Pero la falta de transparencia sobre la profundidad del problema ha acrecentado la volatilidad del mercado - la bolsa cayó hasta 20% este mes tras más que duplicarse este año, y exacerbó una crisis de crédito que probablemente contribuirá a una contracción de la economía de más de 7% este año.Si el gobierno sigue demorándose, “muchos bancos dejarán de operar.
Seguirán existiendo, pero no podrán ofrecer nuevos créditos”, dijo Orlova.A su juicio, el gobierno teme que podría gastar la totalidad de su fondo de reserva una vez que comience a recapitalizar el sector bancario privado.
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