En noviembre perdió su trabajo en una gran tienda por departamentos. Marta Farías (45) vive en la comuna de Maipú con su madre de 85 años. Ganaba en su antiguo empleo del orden de $400 mil a $500 mil. Pero ya no los tiene.
"Soy soltera, pero debo mantener a mi madre, que está postrada en su cama. Le tuve que comprar un colchón especial para las heridas. Me he estado comiendo mi finiquito a pasos agigantados", confiesa. Ha tenido que hacer algunos ajustes.
Algunos de ellos dolorosos: "Hay un medicamento para mi madre que ya no se lo estoy comprando. Era para la memoria y no lo dan en los hospitales".Los ingresos de Marta cayeron prácticamente a cero.
Aunque vive en una casa propia, pasará a engrosar la lista de desempleados y si no consigue una renta de reemplazo, podría también formar parte de los pobres, quienes por hogar ganan menos de $230 mil pesos mensuales. "Ahora se me ha hecho difícil encontrar un trabajo, creo que también me pesa la edad", cuenta.
Hasta que explotara la crisis, el buen desempeño de la economía chilena sostenía a muchos chilenos en su estándar de vida. Pero eso cambiará ahora con la contracción de la industria y el comercio. El Imacec de febrero fue una mala noticia esta semana: descendió 3,9%, una cifra no vista desde la crisis asiática.La pobreza amenaza con fuerza.
Según estimaciones del gerente general de Aserta Consultores, Hernán Frigolett, cerca de 300 mil personas están en riesgo de volver a ser pobres por la recesión que se proyecta para Chile y el desempleo que ella trae aparejado.
Las cifras de Frigolett le hacen sentido al economista del Instituto Libertad y Desarrollo, Tomás Flores. Ambos coinciden en que en el peor punto de la crisis la desocupación alcanzará un máximo de 200 mil nuevos cesantes.
Una buena parte de ellos está en los segmentos medios-bajos y bajos, cuyos ingresos se resentirán al punto de que en sus hogares no alcanzarán a superar la línea de la pobreza.Para Hernán Frigolett, a fines del segundo trimestre de este año, junio y agosto, el desempleo superaría el 11,5% de la fuerza de trabajo.
En su estimación, eso implica 210 mil nuevos desocupados. De ellos, 131 mil provienen de los estratos más bajos, como el D y el E, cuyo ingreso por arriba no supera los $300 mil."Es urgente contar con un diseño oportuno de los programas de empleo de emergencia en las distintas municipalidades del país e informar profusamente de la forma de operación del seguro de desempleo", opina.
"Ciertamente la crisis actual puede acarrear como efecto un alza de la pobreza. No es descartable que la tasa de pobreza pueda llegar a rangos del 15%", que es el aumento que supone las cifras de Frigolett, estima Flores.
Explica el economista que en la crisis asiática en parte no se recogió ese aumento porque las encuestas nacionales se aplicaron en diciembre, que es un mes más positivo para el empleo."El que estás personas pasen a ser permanentemente pobres dependerá mucho de la extensión de la crisis.
Hasta ahora las recesiones del país no han sido prolongadas. Ello al menos es un aliciente de que, pese al mal momento, varias familias puedan recuperar su empleo con mayor rapidez", estima Frigolett.
El retroceso en los grupos altosLa crisis no sólo traerá más pobreza. Muchas personas podrían también caer de estrato social. Por ejemplo, 24 mil personas del conocido ABC1 perderían su fuente de ingresos.
En los niveles de renta más alto, una ventaja es que tienen mayor poder de ahorro y redes sociales que los protegen, pero en el margen tampoco es descartable que en términos relativos pasen a estratos de menores recursos.
"El Mercurio" entrevistó a un ejecutivo que de ganar $3 millones mensuales, que lo situaba cómodamente en el ABC1, pasó a sólo tener que pagar colegios y cuentas con la renta de $900 mil de su esposa.FICHA TÉCNICA:
El economista Hernán Frigolett, de Aserta Consultores, estimó cuánto impacto en el empleo tendría una eventual contracción de la economía. En sus supuestos, la economía como un todo se contraería 1,7% en 2009, mientras que la caída de los sectores que dan más empleo es 2,2%. El experto calculó el impacto en los estratos socieconómicos (ABC1, C2, C3, D y E), equiparando los quintiles de ingreso familiar.
Así, obtuvo un porcentaje de personas que sobre todo en los niveles C3 y D podían caer a rentas brutas menores a $230 mil por hogar, que es la línea de la pobreza ajustada por el IPC a diciembre.
Un dato relevante es que los desempleados en cada tramo de ingreso son en su mayoría jefes de hogares, por lo que para medir el impacto en pobreza el número de desempleados debe multiplicarse por cuatro, que son las personas dependientes.
En el caso del C3, la multiplicación que se usó fue de tres personas dependientes del jefe de hogar.En total, entonces, hay cerca de 280 mil personas que están en riesgo de volver a la pobreza en el punto más alto de la crisis. Ello supone que los desempleados en Chile se eleven en 200 mil en el peor momento.
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