Ser una pastelería “de receta” y apostar siempre a la calidad artesanal, es lo que ha mantenido viva la tradición pastelera de Hildegard.
De comenzar en el garage de la casa de sus padres, Ricardo Godoy, su fundador, dobló las ventas gracias a aparecer dos veces en el programa Sábados Gigantes en los ‘80, posicionándose como una “picada”.
Godoy dice que llevan cuatro años creciendo al 5% anual y durante 2008 las ventas llegaron a los
$ 230 millones, 70% en casa matriz, y el resto en sus dos sucursales en el sector oriente.
Hoy, ya planea expandirse a los malls.
“Nos llegó una carta de Mall Plaza en la que manifiestan su interés de que estemos presentes en uno de sus malls. Ese local pensamos administrarlo nosotros e instalarlo a fines de año”, declara.
Nunca las recetas
Una de las claves que ha hecho crecer y sobrevivir a la empresa ha sido su estrategia de franquicias de distribución, desarrollada desde hace 10 años. Con ella, compromete la marca y los productos, pero no las recetas pues “fabricamos todo en la casa matriz”, explica Godoy.
Respecto a las proyecciones, la crisis los hace ver con mesura el año. “Aspiramos a mantenernos y a no despedir a nadie”, dice.
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