Ha comenzado este segundo mes del año y los vaivenes económicos comienzan a sentirse con más fuerza, y aún cuando los expertos habían anticipado solo turbulencias menores, hoy claramente la realidad nos muestra lo contrario, y más allá que todos anhelan que esta crisis sea enfrentada de buena manera por el país, en virtud de las políticas de mesura y austeridad aplicadas por el Gobierno, hoy está ocurriendo cosas que simplemente nadie las tenía pensadas.
Lo ocurrido al grupo Cencosud con la suspensión de un gran proyecto inmobiliario, lo que acontece en el sector construcción, salmonero y minero, demuestran que las turbulencias van en aumento y que debemos comenzar a pensar incluso en los peores escenarios, ni siquiera en apretarnos el cinturón.
Pero dentro de todas las adversidades que se vaticinan, hay que reconocer que el Gobierno ha seguido cumpliendo con sus obras de infraestructura vial, educacional y, en general, de mejoramiento urbano, mientras que el rubro habitacional experimenta un franco desarrollo en el ámbito social, con diversos proyectos ejecutados y otros que están en plena construcción.
No cabe duda que vienen meses complicados, complicaciones laborales para prácticamente todos los rubros y quizás mayores a las ocurridas hasta ahora, vienen meses de análisis, meses de incertidumbre y mucha especulación, pero también el horizonte nos depara muchas otras novedades que indudablemente tendrán un impacto positivo para el país.
Este es un año de electoral y por tanto existen legítimas expectativas de parte de la ciudadanía en torno a las propuestas que seguramente serán planteadas por los distintos candidatos para enfrentar estas turbulencias. En la región, cada comuna ha diseñado planes para enfrentar esta crisis y no afectar sus pequeñas economías, y ahora los ayuntamientos tienen como misión prioritaria no quedarse atrás y alcanzar los objetivos trazados, todo obviamente, en la medida de sus posibilidades.
Sin apelar a la especulación, creemos que desde ahora la sinceridad y la franqueza serán conceptos que el Gobierno y los privados deberán conjugar a diario para poder tener el mejor diagnóstico de esta situación de crisis e idealmente trabajar unidos para evitar que los negativos efectos sociales de esta contingencia afecten a la gente.
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