"Pese a los buenos augurios de estas entidades, la llegada de un gigante de estas dimensiones pone nerviosos no sólo a los 35 mil trabajadores de D&S y a sus proveedores, sino también a la competencia", dice Paul Walder.
Paul WalderSantiago, Chile
Este martes 23 de diciembre las acciones de D&S, la empresa propietaria de la mayor cadena de supermercados chilena (con las marcas Líder y Ekono), subían marginalmente en la Bolsa de Santiago. Durante la víspera ya se habían catapultado casi un 30 por ciento en espera de la Oferta Pública de Acciones (OPA) que la estadounidense Wal-Mart comenzaría a realizar por D&S. Una operación gigantesca, que en caso del cien por ciento de D&S superarían los 2.600 millones de dólares. Pero además de una gran operación, es también sorpresiva: es la primera inversión extranjera de gran magnitud en varios años, y además ocurre en tiempos de crisis. De hecho, las acciones de la cadena chilena habían perdido valor durante todo el año. Hasta diciembre. Y aún así, cerrarán el año en terreno negativo, con un retroceso del dos por ciento.
Wal-Mart no sólo es la primera cadena de supermercados de Estados Unidos. Es también la primera en el mundo y la principal empresa estadounidense. Detenta el primer lugar en el ranking de empresas, con una facturación anual de 375 mil millones de dólares, más de siete mil establecimientos y 2,1 millones de empleados. D&S en tanto, aun cuando no es la principal firma chilena, es la mayor cadena de distribución minorista, con el 33 por ciento del mercado. Le sigue Cencosud con 31 por ciento y SMU (Unimarc y otras marcas), con un 15. Hasta ahora, era un sector dominado por capitales chilenos. D&S, empresa controlada por la familia Ibáñez, de antigua trayectoria en el rubro del comercio y los almacenes; Cencosud (Jumbo, Santa Isabel, Almacenes Paris), del empresario chileno alemán Horst Paulmann, y SMU, de propiedad de Alvaro Saieh, nuevo en este rubro pero con inversiones en el sector financiero (Corpbanca) y en medios de comunicación (La Tercera), entre otros negocios.
Capitales chilenos, pero alta concentración. Estos tres conglomerados ya controlan casi el 80 por ciento del mercado, fenómeno que ha estado bajo la mirada de los organismos reguladores. El año pasado, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) impidió la fusión entre D&S y el gigante nacional del retail Falabella (propietaria de los supermercados Tottus) no por la extrema concentración per se, sino por sus efectos sobre los precios: un informe de la FNE advertía sobre consecuencias perjudiciales tanto entre consumidores finales como en proveedores.
La unión prevista el año pasado hubiera dado origen a un gigante de proporciones continentales, con ventas por 7.500 millones de dólares anuales, utilidades por más de 450 millones y una valoración de 16 mil millones. Un consorcio del retail que no sólo tendría efectos en el comercio, sino también en operaciones financieras, al ser ambos grandes emisores de tarjetas de créditos.
La FNE argumentó su rechazo a la fusión con argumentos relacionados con los precios. Así lo confirmó el economista Aldo González, que firmaba el informe de la Fiscalía: "Si usted observa la evolución de precios de alimentos verá que efectivamente estos se reducen en términos reales el 2004, pero luego el 2005 suben significativamente, fenómeno que se repite el 2007". Hay, según el economista y la FNE, un impacto en los precios de los alimentos, lo que es perjudicial no sólo para los consumidores, sino para la economía en su conjunto.
El informe "Análisis Económico de la Industria de Supermercado", presentado por la FNE ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), incluyó también un estudio de percepción de 55 proveedores de los supermercados que trabajan con las cadenas de D&S y Cencosud. "Una vez que las principales cadenas logran dominar los mercados locales y su crecimiento comienza a generar una mayor concentración a este nivel, el efecto sobre los precios es opuesto" señaló el estudio.
Y está también la otra cara, que es la relación con sus proveedores. En aquel informe, la FNE señaló: "Es posible afirmar que los supermercados financian su capital de trabajo mediante un mecanismo de créditos sin intereses, otorgados forzosamente por sus proveedores con menor poder de negociación". Conocida es la imposición de condiciones de compra, las que toman cuerpo a través de pagos fragmentados a 30, 60 y 90 días sin intereses. Una situación que impulsa a los proveedores más pequeños a buscar financiamiento en la banca. Y además de este incidente, hoy los proveedores se enfrentan a D&S por la voluntad de esta cadena para colocar sus propias marcas en desmedro de las externas.
Ante este riesgo de alta concentración del mercado local, el ingreso del megaoperador estadounidense ha sido recibido con aplausos por la oficialidad. Desde el mismo gobierno hasta el gremio del comercio. El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, celebró esta operación y dijo que "Chile va a recibir una inversión extranjera directa de aproximadamente ocho por ciento del PIB en 2008. Son sólo cuatro o cinco países del mundo que están en esta situación". Y también agregó: "La inversión extranjera en Chile sigue adelante. Algunas de las principales empresas extranjeras del mundo en minería, en electricidad y ahora en el retail creen en el mercado chileno y van a participar en él".
Un ánimo similar en el gremio. El presidente de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), Peter T. Hill, dijo este martes a la prensa que la institución "considera positiva la llegada de un actor de la envergadura de Wal-Mart y alienta esperanzas que sirva para introducir nuevas modalidades y prácticas productivas al retail nacional. Creemos que la llegada de Wal-Mart, además de ser positiva para los consumidores, lo será para los proveedores, ya que constituirá un trampolín a través del cual vender sus productos en otros países donde está presente esta empresa".
Pese a los buenos augurios de estas entidades, la llegada de un gigante de estas dimensiones pone nerviosos no sólo a los 35 mil trabajadores de D&S y a sus proveedores, sino también a la competencia. Aun cuando Cencosud ha recibido con todo el protocolo a Wal-Mart -"Cencosud siempre ha tenido puestas las pilas para competir. Nunca han visto a Paulmann sin que tenga las pilas puestas" dijo el mismo Paulmann a los periodistas este lunes-, sin duda que se agudizará la competencia. De partida, ya Wal-Mart ha anunciado una inversión de 500 millones de dólares para expandirse durante el 2009. En segundo lugar, nadie puede dejar de estimar los efectos de la recesión en el comercio, cuyos síntomas ya se perciben: en noviembre pasado, las ventas totales cayeron más de dos por ciento, influidas principalmente por la regresión de las ventas de alimentos.
Analistas del sector estiman que Wal-Mart, por su magnitud, afectará sin lugar a dudas a la totalidad del mercado chileno. Y lo hará, de partida, con su competencia, en este caso Cencosud y SMU. Ernesto Benado, director de la asociación de consumidores Conadecus estima que Wal-Mart impulsará a nuevas fusiones en la competencia. "No sería raro que en los próximos meses y como consecuencia de la llegada de Wal-Mart a Chile, se produzcan nuevas fusiones y alianzas". Y agrega: "Los hipermercados de D&S están casi listos para recibir la llegada de Wal-Mart, es decir para incorporar ropa de calidad mediana, y artículos del hogar a precios muy ventajosos por la capacidad de compra de Wal-Mart a nivel mundial. Jumbo y Falabella deberán ajustar sus cinturones para enfrentar la competencia".
Un efecto que también se traducirá en los proveedores. Los grandes probablemente deberán enfrentar, dice Benado, un trato más duro y el reemplazo de productos nacionales por importados, dependiendo del valor del dólar. "Los pequeños proveedores chilenos deberán ser defendidos por las autoridades chilenas de tratos depredatorios, pues la tendencia de Wal-Mart es exprimir hasta la última gota en precios y plazos de pago".
Y los consumidores? Se pregunta Benado. En una primera etapa probablemente gozarán de los precios más bajos producto de la competencia entre Wal-Mart, Cencosud y SMU. "Pero en el plazo intermedio la consolidación de Wal-Mart como actor dominante traerá una mayor concentración de los mercados y la formación de un poderoso cartel muy difícil de controlar sin cambios en la legislación y los roles de la Fiscalía Nacional Económica".
Pero los planes de un gigante como Wal-Mart por cierto que no acaban en Chile. La empresa ya ha comenzado a esbozar su plan, el que pasa por otros países de Sudamérica. Tras Chile va Argentina, después Perú y Colombia
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