La gigante estadounidense Wal-Mart ingresará a Chile, donde pasará a controlar a la principal cadena de hipermercados, D&S, accediendo a un mercado con un alto nivel de desarrollo y planes de expansión, pero que ya vio fracasar intentos similares de otras compañías extranjeras.
Wal-Mart, la mayor minorista del mundo, lanzó este martes una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) por el 100% de la compañía D&S, que a través de su cadena de hipermercados Líder y sus bodegas Ekono y Acuenta domina el 33% del mercado chileno.
El acuerdo alcanzado con los dueños de la empresa local -la familia Ibáñez- establece la venta a Wal-Mart de un 23,4% de sus acciones y hasta un 10% adicional en caso de la OPA no alcance el 50,01%. Así Wal-Mart debería pasar a controlar una empresa valorada en 2.700 millones de dólares y que factura unos 3.800 millones de dólares al año, con un total de 173 locales comerciales, además de operar su propia tarjeta de crédito.
D&S compite directamente con Cencosud, que opera los hipermercados Jumbo y Santa Isabel, con cerca de un 30% del mercado local, que muestra un fuerte dinamismo, con crecimiento anual de sobre un 10% y ventas totales que bordean los 10.000 millones de dólares.
Los buenos dividendos han hecho a las empresas traspasar el mercado local, instalándose con éxito en Perú (allí Cencosud controla el exitoso Wong), Argentina, Colombia y Brasil, donde además de supermercados han abierto tiendas por departamento como Ripley y Falabella o de mejoramiento del hogar, como Easy y Homecenter.
De hecho, D&S anunció recientemente su intención de ingresar al mercado peruano a través de sus formatos Ekono y Acuenta, siguiendo el camino de Cencosud, que tiene presencia también en Argentina y Brasil.
Precisamente ampliar sus operaciones en América Latina sería una de las principales motivaciones de Wal-Mart para ingresar a Chile, en visión de analistas. La compañía ya posee unidades en Argentina, Brasil y México.
Su arribo a Chile fue celebrado por las autoridades locales, ya que supone una inyección de confianza en medio de un escenario de desaceleración económica mundial.
En el comercio, en tanto, se estima que alentará al mercado de proveedores, mientras que analistas creen que significará una baja de hasta un 10% en el valor de los productos, por su mayor eficiencia y su política de "precios bajos siempre".
"Creemos que la llegada de Wal-Mart, además de ser positiva para los consumidores, lo será para los proveedores, ya que constituirá un trampolín a través del cual vender sus productos en otros países donde está presente", dijo el presidente de la Cámara de Comercio de Santiago, Peter Hill.
Pero el mercado chileno presenta algunas particularidades que antes han dificultado la consolidación de actores foráneos. De hecho, a diferencia con otros países de la región, ninguna empresa extranjera de supermercados opera en estos momentos en Chile.
En 1998 la francesa Carrefour ingresó a Chile, pero al cabo de cinco años abandonó el país, vendiendo sus siete locales a D&S. Igual suerte corrieron las estadounidenses JCPenney y Home Depot.
Analistas estiman que las tres compañías cometieron el error no de adaptarse a las costumbres locales.
"Uno de los errores que cometió Carrefour fue tener a muchos gerentes extranjeros en sus tiendas", recordó Fernando Alvear, de la asociación gremial de supermercados.
El arribo a Chile de Wal-Mart, no obstante, sería menos complicado, ya que compra una cadena cuyas políticas son muy similares.
"Wal-Mart ha llegado a otros países y su entrada no ha sido fácil. La gracia es que en Chile entra a una cadena que tiene la filosofía de Wal-Mart", opinó Máximo Bosch, investigador del Centro de Estudios del Retail de la Universidad de Chile. "La entrada a Chile puede ser mucho más fluida que en otros países. La diferencia con Carrefour, es que ésta tuvo que partir de cero, lo que es muy complejo", agregó.
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