Reestructuración de personal, recortes de inversión, una caída de las ventas y de las utilidades se imponen entre los efectos que se están registrando al interior las empresas del país producto de la crisis financiera, según una encuesta realizada por la auditora Ernst & Young y Diario Financiero a 42 directores y gerentes generales de empresas nacionales y filiales de firmas extranjeras en Chile. Aunque las compañías han recurrido en primera instancia al recorte de su publicidad, la agudización de la crisis ha obligado de forma generalizada a revisar su planta de funcionarios y postergar proyectos. Esta fórmula ha quedado en evidencia en distintos sectores. En la minería, donde el desequilibrio económico ha coincidido con una fuerte caída del precio del cobre, las principales compañías han postergado varios proyectos que tenían en carpeta. El fenómeno del cobre es homologable a lo que ha ocurrido en el área forestal con el descenso del valor de la celulosa, lo que incluso ha forzado a paralizar la operación de algunas plantas. Por otra parte, las automotoras han ajustado fuertemente su plana de funcionarios debido a la caída de sus ventas y el oscuro panorama que avizoran por el impacto del tipo de cambio en sus importaciones, lo que irremediablemente generará un alza de precios. En retail, grandes operadores como Cencosud, Ripley y Parque Arauco, han reducido su personal y han congelado indefinidamente iniciativas emblemáticas como la construcción de Costanera Center o la llegada al mercado mexicano, en el caso de las dos primeras. La tendencia es clara: el 57% de las empresas que participaron del sondeo reconocieron que han postergado inversiones producto de la crisis. Estas débiles perspectivas para 2009 quedaron de manifiesto en la encuesta, donde la mayoría de los consultados admitieron que, a la hora de elaborar sus presupuestos, consideraron un crecimiento del PIB inferior al 2% en el próximo ejercicio.
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