2008/12/23

El tamaño sí importa

Análisis del aterrizaje de Wal-Mart en el retail chileno

Las debilidades de mercado de D&S que obligaron a los hermanos Ibáñez a vender. Las amenazas para los pequeños proveedores locales que las autoridades no pueden soslayar. Las próximas movidas "lógicas" de la competencia para sobrevivir, como la probable alianza de Ripley con el Grupo Saieh (SMU). Todo, en la mirada del ex presidente de la asociación de consumidores, Conadecus.

Por Ernesto Benado

Cuando en Junio el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia rechazó la fusión del D&S con Falabella, se selló la compra de D&S por el grupo norteamericano Wal-Mart.

Efectivamente, como ahora se sabe, las conversaciones entre los dos grupos se iniciaron en Agosto del 2008. La decisión de vender de los Ibáñez era un hecho consumado. Si la operación con Falabella fracasaba, ya estaba la decisión de fusionarse y vender a otro grupo extranjero.

En el sitio de Conadecus dijimos textualmente el 24 de Junio: "El TDLC puede impedir la compra o fusión de grupos existentes en los rubros de supermercados y/o del retail (grandes tiendas). Pero no puede objetar la expansión de esos grupos creando nuevas tiendas y tampoco puede impedir que los grupos existentes sean comprados por otras empresas chilenas o extranjeras".

¿Por qué la venta de D&S a Wal-Mart? ¿Cómo afectará a los consumidores nacionales la llegada de Wal-Mart a Chile? ¿Cómo afectará a los grandes proveedores de los supermercados enfrentarse a Wal-Mart?

¿Y como afectará a los miles de proveedores chicos, que también negocian con los supermercados?

Algunos hechos esenciales

La experiencia chilena y también la de otros países comprueba que la combinación más rentable y poderosa de esos grupos incluye la existencia de un banco propio o asociado; de una tarjeta comercial propia que permita su multiuso y la fidelización de los consumidores; la existencia de una cadena de supermercados (comestibles y abarrotes de compra cotidiana y casi obligada); y una cadena de tiendas por departamento o retail que venda vestuario, artículos del hogar, juguetes, muebles y materiales para autoconstrucción en el hogar.

Si se mira con atención los conglomerados chilenos más poderosos, el Grupo Falabella (Home Center, supermercados Tottus) y el Grupo Cencosud (Jumbo, Almacenes Paris, Easy) cumplen con todos estos elementos y ambos cuentan con un banco asociado.

La situación de los otros grupos de retail, sea Ripley, D&S, y el nuevo grupo de Supermercados de Saieh (SMU), están en inferioridad de condiciones. Y en un mercado competitivo, el que tiene una debilidad y no la supera, desaparece en la lucha por los consumidores. Por eso no sería raro que en los próximos meses y como consecuencia de la llegada de Wal-Mart a Chile, se produzcan nuevas fusiones y alianzas, la más probable la de Ripley con el Grupo Saieh (SMU).

No puede cerrase la puerta tampoco a que algún grupo australiano, o el propio Carrefour, se asocien con los grupos chilenos. ¿Por qué el interés de grandes grupo del retail por llegar a Chile después de los fracasos de Sears, JC Penny y otros gigantes?

No es posible dar en este momento una explicación coherente. Chile ha demostrado ser una buena base de expansión hacia otros mercados latinoamericanos, especialmente hacia Argentina, Perú y Colombia. La estabilidad institucional y no el tamaño del mercado interno, parecen estar detrás de esas decisiones. Brasil es por si solo un mercado gigante, pero mantiene restricciones a la importación de productos manufacturados y defiende fieramente a su industria nacional. Tal vez un tratado comercial Chile-Brasil que permita el libre comercio de artículos reexportados desde Chile está detrás de la estrategia de Wal-Mart.

Las debilidades de D&S

Los controladores finales del grupo son los hermanos Ibáñez Scott que tienen a través de varias sociedades la propiedad de un 63,43 % de las acciones. Se han comprometido a vender suficientes acciones como para que Wal-Mart supere el 50% de la propiedad y con eso tome el control del Grupo. Wal-Mart no acepta sociedades en que sea minoritario y ese fue el punto discrepante con los Ibáñez durante años. No pasará mucho tiempo antes que Wal-Mart asuma la gestión completa de los negocios.

Algunos analistas argumentan que por años la gestión de los Ibáñez cometió un error estratégico al privilegiar el desarrollo de grandes hipermercados con inversiones inmobiliarias importantes (formatos de venta cercanos a los 10.000 metros cuadrados), que nunca tuvieron ni las ventas ni las rentabilidades esperadas.

En los hechos y para los estándares chilenos al 30 de Septiembre de 2008, con un patrimonio de 615.000 millones de pesos, su rentabilidad apenas alcanzaba un modesto 6%.

Esos hipermercados están casi listos para recibir la llegada de Wal-Mart, es decir para incorporar ropa de calidad mediana, y artículos del hogar a precios muy ventajosos por la capacidad de compra de Wal-Mart a nivel mundial. Jumbo y Falabella deberán ajustar sus cinturones para enfrentar la competencia. Como lo ha dicho Horst Paulmann en repetidas ocasiones: "La competencia es muy buena, pero estaríamos tan bien sin ella".

Los proveedores

Los grandes proveedores de supermercados, especialmente las trasnacionales Nestlé, Unilever, Procter & Gamble, Embotelladora Andina (Coca-Cola) están acostumbradas a tratar con Wal-Mart de igual a igual. Los grandes proveedores chilenos, Agrosuper, CMPC, Carozzi , Watt's y Cooperativas Lecheras, deberán enfrentar un trato más duro y el reemplazo de productos nacionales por importados, dependiendo del valor del dólar.

Los pequeños proveedores chilenos deberán ser defendidos por las autoridades chilenas de tratos depredatorios, pues la tendencia de Wal-Mart es exprimir hasta la última gota en precios y plazos de pago.

¿Y los consumidores chilenos?

En una primera etapa la llegada de Wal-Mart traerá beneficios, por aumento de la competencia y la variedad de artículos que llegarán con Wal-Mart.

Pero en el plazo intermedio la consolidación de Wal-Mart como actor dominante traerá una mayor concentración de los mercados y la formación de un poderoso cartel muy difícil de controlar sin cambios en la legislación y los roles de la Fiscalía Nacional Económica.

En la próxima etapa, tal vez la ventaja más sensible para los consumidores sea la aparición de una tarjeta de crédito Wal-Mart con tasas de interés parecidas a las que la multinacional cobra en EE.UU. y la posibilidad de refinanciarse con créditos directos de bancos internacionales.

*Ernesto Benado es ingeniero, ex presidente de la asociación de consumidores Conadecus.

http://www.elmostrador.cl

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