El largo conflicto entre el gobierno argentino y los productores agrícolas locales amenaza con rebrotar, a medida que crecen los reclamos de la oposición con la forma en que el gobierno está llevando en el congreso el polémico proyecto de impuestos móviles a las exportaciones de granos. Los dirigentes amenazan con volver a las movilizaciones si la Casa Rosada insiste presionar a sus legisladores para que aprueben la medida sin cambios y excluyen una salida de consenso con los productores agropecuarios
“Si lo único que hace el Congreso es ratificar la resolución 125, actuando como escribanía del gobierno nacional, el conflicto sigue”, amenazó ayer el vicepresidente de la Sociedad Rural, Hugo Luis Biolcati, en declaraciones reproducidas por el periódico local La Nación.
Por su parte, el presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos y líder de la protesta rural en las carreteras, Alfredo De Angeli, no descartó el cierre de carreteras. “No sé si vamos a cortar las rutas o no, pero vamos a seguir protestando”, afirmó.
Tras la discusión abierta de legisladores, técnicos y representantes del agro durante la semana pasada, las comisiones de Agricultura y Presupuesto de la Cámara de Diputados comenzaron ayer a definir el futuro del proyecto sobre los impuestos móviles, con la idea de emitir un dictamen entre hoy y mañana.
Mientras, la presidenta argentina, Cristina Kirchner, se encuentra en la ciudad norteña de Tucumán, donde se realiza la XXXV cumbre del Mercosur.
A su llegada al encuentro, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, comparó la situación argentina con el intento de golpe de Estado en su contra.
“Veía los cacerolazos y las expresiones contra el gobierno, era igual a lo ocurrido en 2001: una oligarquía que no quería los cambios y arremetió contra el gobierno”, dijo Chávez.
Muchos medios destacaron la ironía de que mientras Chávez daba un espaldarazo a la mandataria en Tucumán, en Caracas se vencía el plazo para que la Argentina Sidor entregara el control de sus operaciones locales tras la nacionalización decretada por el gobierno
En otro ámbito, la agitación continuó en Buenos Aires luego de que una protesta de los trabajadores de ferrocariles paralizara completamente el servicio de los trenes subterráneos, en demanda de mejoras salariales.
¿Y la intervención...?
"No sé como abordar esa pregunta porque el Banco Central anunció que esto no era una intervención, sino que era un aumento de las reservas", dice Carlos Massad sobre las compras de dólares diarias que comunicó haría la entidad en abril. "No entiendo esa necesidad de alimentar las reservas, pero no importa (...), ese fue el anuncio", añade.
"Entonces, sería util que el banco justificara por qué piensa que las reservas deben seguir aumentando, cuando ya estamos por encima de US$ 20.000 millones en el Banco Central y de cifras similares o mayores en el Fisco", dice.
- O sea, con las reservas actuales ya estamos bien cubiertos.
- Creo que sí, más que bien cubiertos. Porque, además, la deuda neta Fisco-Banco Central es negativa, o sea, en términos netos el conjunto Fisco-Banco Central no le debe un peso a nadie.
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