El ingeniero es el sucesor de Pablo Turner al mando de Viña San Pedro y se predispone a continuar con el plan de negocios de su antecesor, revitalizar la marca y potenciar los vinos Premium.
Andrés Kattan Abusleme
En San Pedro lo tenían más que claro. Trajeron a un especialista como Pablo Turner, gerente estrella del retail, para que solucionara los problemas en la compañía. Estuvo dos años y medio y logró revertir los magros resultados obtenidos. Además, cambió la estrategia comercial de la empresa, focalizándola en la producción de vinos Premium.
Pero así como llegó se fue. Dicen que Turner no se sentía a gusto en el mundo vitivinícola y que su salida fue conversada con los Luksic, quienes decidieron dejar en su lugar a Javier Bitar, hijo del presidente del PPD, Sergio Bitar.
Este ingeniero civil de la Universidad de Chile pretende cosechar lo que sembró junto a Turner y poder materializar la transformación de San Pedro a una viña con vinos Premium en el mercado mundial.
-¿Cómo enfrentará esta etapa post Turner?
-Estoy contento de tomar este buque que es súper entretenido y que tiene buen destino. Nosotros con Pablo Turner llevamos con fuerza muchos cambios profundos, de como se trabajaba en la viña. Primero dijimos que la estrategia era ir de frente a las marcas más premium, y empezar a hacer una diferencia en los vinos de arriba, como por ejemplo con Castillo Molina.
Asimismo, también se reflejó en las inversiones en Altaïr y la compra de la Viña Leyda. Una de las suertes que tengo es poder cosechar muchas de las cosas que sembramos en el último tiempo.
-¿Cómo por ejemplo haber revertido los malos resultados?
-Tuvimos un 2005 que fue malo con sólo $ 325 millones de utilidades, un 2006 también malo con un retorno de $ 150 millones de pérdida. Este año estamos con una utilidad de $ 1.900 millones y yo creo que ya dimos la vuelta a la esquina definitivamente.
-¿Entonces cuáles son sus metas para este nuevo proceso?
-Mi rol es seguir mejorando los vinos y entender los mercados a fondo, ver cómo la gente vive el vino y mejorar nuestro posicionamiento.Me toca dirigir esa consolidación y la estrategia está decidida, nos vamos a los vinos Premium.
-Entonces, ¿cuáles son sus expectativas de crecimento?
-Los últimos tres años ha habido un incremento sostenido en los precios promedios y lo hemos hecho alzando algunos precios y mejorando el mix, y eso se hace con novedades enológicas.
-¿Seguirán con la estrategia de juntar todas sus marcas bajo el alero de San Pedro?
-Cada viña mantuvo sus equipos propios y lo que hicimos fue decidir que las fuerzas de exportaciones se iba a compartir entre San Pedro, Santa Elena y Finca La Celia. Eso tiene la lógica de mayor conocimiento de mercado. Cuando uno tiene un equipo que maneja las tres, se puede tener mayor desempeño. Los canales de distribución a los que llegas son muy similares.
En el caso de Altaïr, es distinto y de Tabalí y Leyda también, entonces significa trabajar con distribuidores distintos, y por ahora nuestro propósito es que ellos vayan por caminos independientes.
Llegó la hora de los balances
-¿Qué balance hace de la gestión de Pablo Turner?
-Nosotros sabíamos que teníamos que hacer un ajuste y en términos de eficiencia, costos y gastos; Pablo tiene una vocación en ese sentido y los resultados se produjeron.
Es la parte menos glamorosa del vino pero había que hacerlo. Él estuvo dispuesto a que el equipo ejecutivo se empapara del mundo del vino.
-¿Y su rol junto a Pablo?
-Yo me siento partícipe de los logros y ahí hay mucho de mi autoría. Hay áreas donde cada uno aportó lo suyo. Fui coautor y partícipe de los logros. El mérito de Pablo fue que dejó un equipo andando. Una cosa es querer moverse para arriba y la otra es lograrlo. Nosotros tenemos una estrategia que va en esa dirección y lo que hemos hecho es hacer año a año un presupuesto consistente con esas metas y por ahora tenemos que seguir acelerando el cambio.
-¿Sabía que sería el sucesor de Pablo Turner?
-Uno siempre tiene la sensación de que algún momento le iba a tocar, pero esas decisiones no las decide uno. Yo supe que Pablo se iba un poco antes que todos y él me recomendó para ocupar su cargo.
-¿Qué balance hace de su paso por Santa Elena?
-Santa Elena pasó la etapa de independencia de San Pedro y cuando llegué había un fin de ciclo, me tocó tomar lo que se había hecho ahí y reconstituir equipos, empezar a posicionar Santa Elena como una viña Premium y la experiencia que más valoro es haber hecho un trabajo en conjunto entre enología y marketing.
Durante el tiempo que estuve crecimos más rápido que la industria, en el paso de operaciones me tocó meterme en profundidad en la parte de abastecimiento de vino y de logística. Ahí hemos tenido resultados muy importantes, aumentando la productividad en un 40% y produciendo resultados que los clientes aprecian, a mi eso me permitió que me dieran esta oportunidad.
-¿Cuál es su visión de la industria actualmente?
-Ha estado complicada en los últimos 3 años. Me tocó bailar con la fea cuando llegué y este año aun está duro, pero me ha tocado bailar con una fea más linda.
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