
La compañía chilena está a punto de cerrar la compra de dos megalocales al lado del ex Cine América, en Santa Fe y Callao, donde llegará su competidor
Después de una larga pulseada con Falabella, en los primeros días de enero, se conoció la noticia de que Cencosud finalmente se quedó con el mítico Cine América, a cambio de u$s14 millones, para debutar en el país con la tienda departamental Almacenes París.
Pero como Falabella no quiere que nadie le haga sombra, hace unas semanas firmó una carta de intención por el edificio de cinco pisos que hoy ocupan las Pinturerías Rex y un gimnasio, en Callao 1061, justo al lado de la nueva adquisición de su archirrival. Esta nueva apertura se enmarca en un plan de expansión internacional.
“Está casi lista la venta del edificio a Falabella, tengo que mudar las oficinas y desocupar el inmueble en 180 días”, reconoció Arturo Alacahan, uno de los propietarios de la histórica cadena de pinturerías Rex que cuenta con 45 locales. Faltan afilar los números finales, pero la operación ya está casi cerrada.
Sin embargo, Falabella no se conformaría con ese único edificio. Todavía es una incógnita el futuro de la sucursal del Banco Patagonia que está pegada a la pinturería. Pero en toda la cuadra es vox pópuli que el banco mudaría en breve sus oficinas para darle paso a la tienda departamental.
Otro dato de la realidad es que el restaurante Pippo, ubicado en Callao 1077, justo al lado del banco, cerró sus puertas a fines de febrero. Aunque nadie puede confirmar si la operación de venta ya está cerrada, brokers inmobiliarios de la zona confirmaron que el local de 400 metros fue puesto en venta hace por lo menos dos meses y no sería descabellado pensar que Falabella también lo compre para expandirse.
“Después de seis años, no me quisieron renovar el alquiler. Cerrar el local de Pippo fue como una puñalada en el corazón. Pero los negocios son así, entiendo al propietario ”, contó uno de los propietarios del tradicional restaurante porteño que hoy quedó apenas con el local de la calle Paraná y el de Montevideo, ambos a metros de Callao. Ahora están evaluando nuevas ubicaciones para alquilar en microcentro, Once y Belgrano.
Negativa
A quien no hubo forma de convencer para que venda sus propiedades fue a la familia dueña del bar Cinema que está justo en la esquina de Callao y Santa Fe. Además, son los dueños del local de electrodomésticos Frávega, que está entre el local gastronómico y el Banco Patagonia. “Ninguno de los dos inmuebles están en venta. Son una mina de oro y cada vez se valorizan más. Con la llegada de Falabella será un negocio mucho mayor”, confió un integrante del círculo de la familia propietaria.
Consultados sobre la futura apertura de la tienda, desde Falabella prefirieron no hacer ningún comentario.
Lo cierto es que, cuando Falabella abra su octavo local en el barrio de Recoleta se desatará una guerra entre ambas tiendas departamentales que buscan captar a la clase media local y a los turistas.
La zona de Callao y Santa Fe cada vez cotiza más alto. Basta sólo con ver que el local de 300 metros que está justo en la esquina, en diagonal a Cinema, que hasta hace poco estuvo ocupado por un outlet de ropa deportiva hoy se ofrece en alquiler por u$s25.000 mensuales.
Mientras que a pocos metros, sobre la avenida Santa Fe casi en la esquina de Riobamba, en donde funcionaba la disquería Dromo, cotiza a u$s17.000 al mes.
Graciela Moreno
gmoreno@infobae.com
BAE Diario
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