El retailer de la familia Calderón, solicitó a la SVS emitir sus estados financieros al 31 de diciembre de 2013 en el formato estándar de NIIF, tras consolidar sus operaciones financieras nacionales en su banco en Chile.
La multitienda de la familia Calderón, Ripley, solicitó a la Superintendencia de Valores y Seguros emitir sus estados financieros al 31 de diciembre de 2013 en el formato estándar de NIIF, tras consolidar sus operaciones crediticias nacionales en su banco en Chile.
Así, el gerente general del retailer, Lázaro Calderón, informó a la SVS las cifras estimadas a diciembre de 2013 de Ripley considerando el efecto de la consolidación de su negocio crediticio nacional en su división bancaria chilena.
La cartera de la compañía queda en casi $579.200 millones, mientras que su caja se ubica en $47.651 millones, sus cuentas por cobrar en $6.528 millones y otros activos en $71.930 millones. De esta manera, los activos bancarios de la firma, se elevan a $705.309 millones.
“El capital de trabajo de los servicios bancarios se vería incrementado, pues los saldos por cobrar y pagar a entidades relacionadas del grupo consolidado son eliminadas. Esto no reflejaría la realidad de Ripley”, manifestó Calderón.
Lo mismo con sus gastos financieros asociados a los servicios bancarios, que se verían disminuidos, y los indicadores como la rentabilidad, leverage y activos totales, que quedarían distorsionados luego de la operación de consolidación crediticia de Ripley.
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