La caída de la canciller mientras esquiaba a campo traviesa en Suiza durante las vacaciones de Navidad sugiere que el inicio de 2014 se verá marcado por un forcejo para ocupar posiciones dentro de su coalición, aun antes de abordar una política apremiante como la reforma energética en Alemania.
La lesión sufrida por la canciller alemana Ángela Merkel mientras esquiaba, altera el inicio de su tercer mandato en tanto su gobierno se pelea por la política a menos de un mes de haber asumido.
Merkel, que apareció en una reunión ayer con muletas, ha recibido órdenes de los médicos de permanecer en cama, lo cual abre la puerta a que la Social Democracia, su socia en la coalición, eleve su perfil durante su ausencia pública. La caída de la canciller mientras esquiaba a campo traviesa en Suiza durante las vacaciones de Navidad sugiere que el inicio de 2014 se verá marcado por un forcejo para ocupar posiciones dentro de su coalición, aun antes de abordar una política apremiante como la reforma energética en Alemania.
“Obviamente, no es un arranque positivo”, dijo en una entrevista Carsten Brzeski, economista de ING Group NV en Bruselas. “Si las cosas se intensifican y empeoran, es mucho más necesario que Merkel imponga la calma y restablezca una atmósfera de trabajo que funcione”.
Merkel, de 59 años, pasó casi tres meses armando una coalición con los Social Demócratas de Sigmar Gabriel después de derrotarlos en las elecciones nacionales de septiembre, y luego tomó sus vacaciones alpinas. Su fractura de pelvis significa que deberá permanecer en reposo otras tres semanas y usar muletas, dijo ayer el portavoz del gobierno, Steffen Seibert.
En su discurso de Año Nuevo televisado el 31 de diciembre, Merkel dijo que “tenemos mucho por hacer para que Alemania siga siendo fuerte en el futuro”, entre otras cosas, asegurar finanzas públicas sólidas y continuar con su ofensiva para reemplazar la electricidad nuclear por energía renovable en la economía más grande de Europa.
Comienzan las escaramuzas
Las escaramuzas dentro de la coalición de Merkel ya comenzaron, en tanto el SPD y su aliado, la Unión Social Cristiana de Baviera, aprovecharon la ausencia de la canciller para enfrentarse con respecto a temas como la inmigración desde el sur de Europa y las normas relativas a la retención de datos en Internet y teléfonos.
Ronald Pofalla, el ex jefe de gabinete de Merkel en la cancillería, también se convirtió en centro de atención a raíz de los informes en los medios de que podría aceptar un trabajo de cabildeo en la empresa estatal de ferrocarriles Deutsche Bahn AG.
La canciller considera que deben permitirse “cambios entre la política y el mundo empresario”, aunque respetando “ciertos plazos”, dijo Seibert en respuesta a preguntas formuladas durante una conferencia de prensa ofrecida por el gobierno en Berlín ayer.
Merkel gobernó con muletas un tiempo durante la crisis de la deuda de la eurozona luego de una cirugía de rodilla en abril de 2011. En enero de 1992, a un año de haber sido designada ministra para la mujer y la juventud por Helmut Kohl en su primer gabinete después de la reunificación alemana, se fracturó la pierna y estuvo internada en Berlín. El entonces canciller le dio ánimo en su lecho de enferma, dijo Merkel en un discurso en 2005.
Su accidente en la región del valle de Engadin en los Alpes suizos llevó a Merkel a cancelar un viaje a Varsovia que tenía previsto para el 8 de enero con el fin de reunirse con el primer ministro polaco Donald Tusk. Una reunión programada para el 10-11 de enero con su Unión Demócrata Cristina en la que Merkel debía hablar, fue pospuesta. Tampoco proyecta asistir al Foro Económico Mundial este mes en Davos, Suiza.
Merkel, que apareció en una reunión ayer con muletas, ha recibido órdenes de los médicos de permanecer en cama, lo cual abre la puerta a que la Social Democracia, su socia en la coalición, eleve su perfil durante su ausencia pública. La caída de la canciller mientras esquiaba a campo traviesa en Suiza durante las vacaciones de Navidad sugiere que el inicio de 2014 se verá marcado por un forcejo para ocupar posiciones dentro de su coalición, aun antes de abordar una política apremiante como la reforma energética en Alemania.
“Obviamente, no es un arranque positivo”, dijo en una entrevista Carsten Brzeski, economista de ING Group NV en Bruselas. “Si las cosas se intensifican y empeoran, es mucho más necesario que Merkel imponga la calma y restablezca una atmósfera de trabajo que funcione”.
Merkel, de 59 años, pasó casi tres meses armando una coalición con los Social Demócratas de Sigmar Gabriel después de derrotarlos en las elecciones nacionales de septiembre, y luego tomó sus vacaciones alpinas. Su fractura de pelvis significa que deberá permanecer en reposo otras tres semanas y usar muletas, dijo ayer el portavoz del gobierno, Steffen Seibert.
En su discurso de Año Nuevo televisado el 31 de diciembre, Merkel dijo que “tenemos mucho por hacer para que Alemania siga siendo fuerte en el futuro”, entre otras cosas, asegurar finanzas públicas sólidas y continuar con su ofensiva para reemplazar la electricidad nuclear por energía renovable en la economía más grande de Europa.
Comienzan las escaramuzas
Las escaramuzas dentro de la coalición de Merkel ya comenzaron, en tanto el SPD y su aliado, la Unión Social Cristiana de Baviera, aprovecharon la ausencia de la canciller para enfrentarse con respecto a temas como la inmigración desde el sur de Europa y las normas relativas a la retención de datos en Internet y teléfonos.
Ronald Pofalla, el ex jefe de gabinete de Merkel en la cancillería, también se convirtió en centro de atención a raíz de los informes en los medios de que podría aceptar un trabajo de cabildeo en la empresa estatal de ferrocarriles Deutsche Bahn AG.
La canciller considera que deben permitirse “cambios entre la política y el mundo empresario”, aunque respetando “ciertos plazos”, dijo Seibert en respuesta a preguntas formuladas durante una conferencia de prensa ofrecida por el gobierno en Berlín ayer.
Merkel gobernó con muletas un tiempo durante la crisis de la deuda de la eurozona luego de una cirugía de rodilla en abril de 2011. En enero de 1992, a un año de haber sido designada ministra para la mujer y la juventud por Helmut Kohl en su primer gabinete después de la reunificación alemana, se fracturó la pierna y estuvo internada en Berlín. El entonces canciller le dio ánimo en su lecho de enferma, dijo Merkel en un discurso en 2005.
Su accidente en la región del valle de Engadin en los Alpes suizos llevó a Merkel a cancelar un viaje a Varsovia que tenía previsto para el 8 de enero con el fin de reunirse con el primer ministro polaco Donald Tusk. Una reunión programada para el 10-11 de enero con su Unión Demócrata Cristina en la que Merkel debía hablar, fue pospuesta. Tampoco proyecta asistir al Foro Económico Mundial este mes en Davos, Suiza.
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