La administración Obama volvió a la carga ayer en sus esfuerzos para impulsar una profunda y compleja reforma al sistema financiero. Mientras el presidente salió a terreno para promover su plan de ayuda para los miles de bancos pequeños repartidos por todo el país, Paul Volcker, el principal asesor económico de la Casa Blanca, declaró ante el Congreso para pedir mayores restricciones a las grandes instituciones.
Durante su visita a New Hampshire, el presidente de Estados Unidos dijo que dará a bancos comunitarios, de menor tamaño, US$ 30.000 millones para impulsar los créditos a pequeñas empresas. "Hay bancos locales, pequeños, que trabajan más cerca con nuestras pequeñas empresas", dijo el presidente. Extender el crédito para ellos "asegurará que las pequeñas empresas sean de nuevo el motor del crecimiento del empleo en Estados Unidos", agregó.
Su intención es utilizar el dinero devuelto por las instituciones financieras de Wall Street, a través del Programa de Alivio para Activos en Problemas (TARP, su sigla en inglés), para expandir los préstamos a compañías dispuestas a contratar nuevos trabajadores. Además, quiere crear un Fondo de Préstamos para Pequeñas Empresas usando este dinero.
Obama y su equipo económico han dicho que las pequeñas empresas deben estar al frente de las nuevas contrataciones para reducir el nivel de desempleo de la nación, el que la administración proyecta estará en un promedio de 10% en 2010.
En otro intento por beneficiar a las pequeñas empresas, Obama ha autorizado un recorte de impuestos por US$ 33.000 millones como incentivo para contratar e incrementar salarios.
En tanto, el ex presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, defendió ante el Comité Bancario del Congreso la propuesta del presidente que aumenta la regulación bancaria, y quiere que los bancos rompan los lazos con las operaciones vinculadas a fondos de capital privado y de cobertura. "Los fondos de cobertura, los de capital privado y las actividades comerciales no relacionadas con las necesidades de los clientes deberían ser separadas, sin los subsidios implícitos por el apoyo público para las entidades depositarias", dijo.
Repercusiones políticas
El senador demócrata Christopher Dodd, que preside el comité, dio un claro respaldo a las propuestas, mientras que Richard Shelby, el republicano de más alto nivel en el panel, calificó como "muy inquietante" que una iniciativa tan drástica se presente tras más de un año de debate regulatorio.
En una señal de que la iniciativa ya estaría impactando a la industria, fuentes cercanas informaron a Reuters que JPMorgan Chase podría abandonar sus planes de comprar RBS Sempra, el joint venture entre Sempra Energy y and Royal Bank of Scotland. Volcker también quiere cortar los lazos entre los hedge funds.
Una segunda audiencia está fijada para mañana donde testificarán ejecutivos de los bancos JPMorgan y Goldman Sachs.
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