Los propietarios de vehículos de Toyota que forman parte del retiro masivo que anunció la compañía deberían "dejar de conducir y llevarlo a un concesionario de Toyota", fue la polémica recomendación que realizó el secretario de Transporte de Estados Unidos, Ray LaHood, ante una audiencia del panel de Asignaciones de la Cámara de Representantes.
Poco después, el funcionario debió rectificar sus palabras. "Lo que dije fue obviamente una declaración errónea", aclaró LaHood ante la prensa. "Si usted posee uno de estos autos, llévelo al concesionario. Si tiene dudas, llévelo al concesionario y pida que lo reparen".
Pese a la rectificación, los comentarios no hicieron más que agudizar la crisis que enfrenta la mayor automotriz mundial. Toyota ha perdido un 19% de su valor de mercado desde que comenzaron los retiros y con ello se manchó la reputación de calidad que la llevó al liderazgo mundial.
En Estados Unidos, la división de seguridad de tráfico en carreteras del Departamento de Transporte investiga si la causa de la aceleración repentina que han presentado ocho modelos es eléctrica, pese a que la compañía ha afirmado que sus investigaciones internas arrojan que la falla es mecánica. Si se confirma un error en el diagnóstico de la automotriz las críticas por el manejo de la crisis se multiplicarán.
Problemas en Japón
En Japón, en tanto, el gobierno pidió a la empresa que investigue los problemas de frenos que ha presentado la última versión de su híbrido Prius, el modelo de mayores ventas el año pasado en Japón, luego de que aumentaran las denuncias de fallas.
Mientras la investigación amenaza con golpear las ventas de Toyota en su mercado doméstico, donde no ha retirado vehículos por la falla de los pedales del acelerador, el presidente de la compañía se mantiene hermético. Más de una semana después de que la empresa comenzara el retiro de al menos 7,6 millones de autos en los cinco continentes, Akio Toyoda, mantiene el silencio.
"Toyota es una compañía global, pero su forma de manejar este problema no ha estado a la altura de estándares globales", dijo a Bloomberg el analista de Shinsei Securities, Yasuhiro Matsumoto.
Las ventas de la firma en Estados Unidos retrocedieron 16% en enero a un mínimo de diez años, haciendo caer la acción 5,7% en la bolsa de Tokio.
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