El presidente estadounidense Barack Obama dio un nuevo paso en su camino para rediseñar la industria automotriz del país, al anunciar el primer estándar nacional para las emisiones de gases de efecto invernadero de los automóviles y estándares más estrictos para el rendimiento del combustible.
El plan representa un “acuerdo histórico para ayudar a Estados Unidos a romper su dependencia del petróleo, reducir la contaminación dañina y comenzar la transición a una economía de energía limpia”, dijo Obama en un evento en los jardines de la Casa Blanca.
Es también un precursor del cambio en la forma en que se hacen negocios en Washington, agregó.El presidente, que obtuvo el respaldo de diez automotrices, estuvo acompañado de los directores ejecutivos de General Motors, Fritz Henderson, el de Ford, Alan Mulally, y el CEO de Chrysler, Bob Nardelli; además del gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, y el presidente del sindicato United Auto Workers, Ron Gettelfinger.
El anuncio marca otro paso en los esfuerzos de Obama para aumentar la competitividad de la industria automotriz estadounidense frente a los rivales europeos y asiáticos, en momentos en que las firmas locales enfrentan la caída de la demanda y la reducción urgente de costos para asegurar su superviviencia.
Bajo las nuevas normas, los vehículos de pasajeros y camiones livianos deben promediar 35,5 millas por galón (15,1 kilómetros por litro) hasta 2016, lo que según Obama permitirá ahorrar 1.800 millones de barriles de petróleo durante la existencia del proyecto.
Además, deberán reducir las emisiones de dióxido de carbono en un tercio de aquí a 2016.En ese período, explicó el presidente, los ahorros que se generen por el petróleo que no será usado por autos, camiones y buses serán equivalentes a las importaciones combinadas de Arabia Saudita, Venezuela, Libia y Nigeria del año pasado.
La Agencia de Protección Ambiental regulará las emisiones por primera vez bajo los nuevos estándares.
El Congreso no tiene que aprobar los estándares, los que serán implementados a través de reglas federales.Alza de los preciosEl programa hará subir los precios, ya que añadirá cerca de US$ 600 al costo de producir un auto, lo que se suma a los US$ 700 extra que están pagando los consumidores por los estándares que ya han sido aprobados.
En total, los costos subirán en US$ 1.300 hasta 2016.Sin embargo, el mandatario aseguró que los consumidores recuperarán su dinero con la reducción de los costos del combustible, gracias a un rendimiento más eficiente.
“Durante la vida del vehículo, el conductor promedio podría ahorrar cerca de US$ 2.800 al obtener mejor rendimiento”, afirmó.Uno de los sectores que será más golpeado será el de refinerías, que ya ha sufrido el fuerte embate de la caída de la demanda por gasolina y regulación ambiental más estricta.
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