Las marcas propias son un terreno ya probado por los supermercados pero poco explorado por las farmacias, que tienen una “gran oportunidad” de crecer con ellas en medio de la crisis, a juicio de Gabriel Badagnani, director de FutureBrand. Pero no se trata de apostar así como así por tal estrategia. Para el ejecutivo, deben pensar en desarrollar tres acciones:
1. Crear un programa que genere marcas con propuestas de valor atractivas. “Ninguna farmacia en Chile ha creado un programa de marcas propias serio, como sí lo hacen las cadenas Alliance Boots o Walgreens, y gigantes como Wal-Mart, Tesco, o El Corte Inglés, entre otros”.
2. Reforzar el papel del farmaceútico capacitándolo no sólo en el producto sino también en el manejo de clientes. “Si al buen precio se suma la recomendación del 'experto', la respuesta de un consumidor que cuida el bolsillo debiera ser aceptar la oferta del vendedor”.
3. Exigir a los proveedores productos que compitan de igual a igual con los líderes de la categoría porque luego habrá que comunicar que no sólo se trata de precio, sino de una propuesta de valor diferenciada. “En Canadá, President Choice es líder de ventas en una serie de confites, y es una marca propia de Loblaw, supermercado reconocido como de bajos costos”, ejemplifica Badagnani.
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