Elfrink destacó que este proceso está siendo liderado por el sector público a través de las ciudades inteligentes.
¿Qué tienen en común un iPhone, un televisor de última generación, un refrigerador y una lavadora del siglo XXI? Todos ellos son aparatos inteligentes, ya que son capaces de mantenernos conectados y de realizar funciones con un simple click.
Estos dispositivos son un ejemplo de la llamada Internet de las Cosas (IoT, su sigla en inglés), concepto que hace referencia a la conexión de diversos productos al mundo virtual. Actualmente, sólo un 1% de las cosas están conectadas a la web.
La siguiente etapa se conoce como la Internet de Todo (IoE, su sigla en inglés), que alude a la expansión de la digitalización a lugares como las fábricas, las redes eléctricas, los establecimientos de salud y el transporte. Cisco Systems estima que la tendencia hacia la conectividad de personas, procesos, datos y cosas tiene un potencial de US$ 19 billones (millones de millones) a nivel mundial entre 2013 y 2022 y podría aumentar las ganancias corporativas globales en 21% en 2022.
Wim Elfrink, vicepresidente ejecutivo para soluciones de industria y jefe de globalización de Cisco, explicó que nos estamos moviendo hacia un mundo dominado por los datos. "Los datos en sí mismos son inútiles. Sólo un 0,5% de los datos generados globalmente es útil para el público", afirmó en una conferencia regional desarrollada la semana pasada en Miami.
El experto argumentó que la clave está en descubrir cómo se puede generar conocimiento y sabiduría con los datos para que los países, las ciudades y las empresas tomen decisiones mejor informadas.
Esto "va a cambiar dramáticamente la forma en que hacemos negocios", aseguró Elfrink y especificó que los rubros que están encabezando globalmente la adopción de la Internet de Todo son el sector público, con una oportunidad de ingresos de US$ 15 mil millones entre 2014 y 2016, y la manufactura, con un mercado total disponible de US$ 8 mil millones en el mismo período.
"Probablemente es una de las primeras veces en la historia que el sector público está liderando" una revolución a través de las ciudades inteligentes, comentó.
El ejecutivo acotó que el impacto de la IoE será entre cinco y diez veces más grande que el efecto que ha tenido Internet hasta ahora.
Estos dispositivos son un ejemplo de la llamada Internet de las Cosas (IoT, su sigla en inglés), concepto que hace referencia a la conexión de diversos productos al mundo virtual. Actualmente, sólo un 1% de las cosas están conectadas a la web.
La siguiente etapa se conoce como la Internet de Todo (IoE, su sigla en inglés), que alude a la expansión de la digitalización a lugares como las fábricas, las redes eléctricas, los establecimientos de salud y el transporte. Cisco Systems estima que la tendencia hacia la conectividad de personas, procesos, datos y cosas tiene un potencial de US$ 19 billones (millones de millones) a nivel mundial entre 2013 y 2022 y podría aumentar las ganancias corporativas globales en 21% en 2022.
Wim Elfrink, vicepresidente ejecutivo para soluciones de industria y jefe de globalización de Cisco, explicó que nos estamos moviendo hacia un mundo dominado por los datos. "Los datos en sí mismos son inútiles. Sólo un 0,5% de los datos generados globalmente es útil para el público", afirmó en una conferencia regional desarrollada la semana pasada en Miami.
El experto argumentó que la clave está en descubrir cómo se puede generar conocimiento y sabiduría con los datos para que los países, las ciudades y las empresas tomen decisiones mejor informadas.
Esto "va a cambiar dramáticamente la forma en que hacemos negocios", aseguró Elfrink y especificó que los rubros que están encabezando globalmente la adopción de la Internet de Todo son el sector público, con una oportunidad de ingresos de US$ 15 mil millones entre 2014 y 2016, y la manufactura, con un mercado total disponible de US$ 8 mil millones en el mismo período.
"Probablemente es una de las primeras veces en la historia que el sector público está liderando" una revolución a través de las ciudades inteligentes, comentó.
El ejecutivo acotó que el impacto de la IoE será entre cinco y diez veces más grande que el efecto que ha tenido Internet hasta ahora.
Región estratégica
La IoE podría añadir US$ 870 mil millones a la economía de América Latina, con la manufactura (US$ 226 mil millones) y el sector público
(US$ 163 mil millones) siendo los líderes.
En el caso de Chile, la cuarta fase de Internet podría sumar US$ 51 mil millones en los próximos ocho años, monto que se divide en US$ 44 mil millones en el sector privado y US$ 7 mil millones en el sector público. La cifra total corresponde a la quinta mayor del bloque, detrás de Brasil, México, Argentina y Colombia.
Jordi Botifoll, presidente para América Latina de Cisco, declaró que la región "es una geografía estratégica" para la compañía, porque es un área "donde se ponen a prueba una serie de elementos que impactan directamente en la innovación". Además, el bloque tiene una edad media muy joven, proclive al uso de Internet.
El directivo español puntualizó que Latinoamérica fue el segundo territorio con mayor crecimiento durante el segundo trimestre fiscal de la empresa, con un ritmo de 12%.
Frente a los desafíos macroeconómicos que enfrenta la zona, como una menor expansión, la fluctuación de las divisas y la excesiva dependencia de las materias primas, Botifoll sostuvo que "una economía basada en el desarrollo del conocimiento y la innovación es más importante que nunca", ya que esto se traduce en mayor competitividad.
El mayor fabricante de equipos de redes del mundo está trabajando con gobiernos, firmas y asociaciones para impulsar el desarrollo de las nuevas tecnologías y crear nuevos modelos de negocio y nuevas capacidades.
El ejecutivo destacó el rol clave de las ciudades inteligentes, ya que "generan la atmósfera y la plataforma adecuada para que esa innovación se traduzca en una realidad empresarial, en puestos de trabajo, crecimiento económico y social".
En este contexto, la Intendencia Metropolitana firmó en diciembre un Memorándum de Entendimiento con Cisco para colaborar en áreas específicas, como transporte, energía, servicios públicos, educación y salud.
"Santiago está poniendo mucho esfuerzo para ser una ciudad inteligente", sentenció Botifoll.
La IoE podría añadir US$ 870 mil millones a la economía de América Latina, con la manufactura (US$ 226 mil millones) y el sector público
(US$ 163 mil millones) siendo los líderes.
En el caso de Chile, la cuarta fase de Internet podría sumar US$ 51 mil millones en los próximos ocho años, monto que se divide en US$ 44 mil millones en el sector privado y US$ 7 mil millones en el sector público. La cifra total corresponde a la quinta mayor del bloque, detrás de Brasil, México, Argentina y Colombia.
Jordi Botifoll, presidente para América Latina de Cisco, declaró que la región "es una geografía estratégica" para la compañía, porque es un área "donde se ponen a prueba una serie de elementos que impactan directamente en la innovación". Además, el bloque tiene una edad media muy joven, proclive al uso de Internet.
El directivo español puntualizó que Latinoamérica fue el segundo territorio con mayor crecimiento durante el segundo trimestre fiscal de la empresa, con un ritmo de 12%.
Frente a los desafíos macroeconómicos que enfrenta la zona, como una menor expansión, la fluctuación de las divisas y la excesiva dependencia de las materias primas, Botifoll sostuvo que "una economía basada en el desarrollo del conocimiento y la innovación es más importante que nunca", ya que esto se traduce en mayor competitividad.
El mayor fabricante de equipos de redes del mundo está trabajando con gobiernos, firmas y asociaciones para impulsar el desarrollo de las nuevas tecnologías y crear nuevos modelos de negocio y nuevas capacidades.
El ejecutivo destacó el rol clave de las ciudades inteligentes, ya que "generan la atmósfera y la plataforma adecuada para que esa innovación se traduzca en una realidad empresarial, en puestos de trabajo, crecimiento económico y social".
En este contexto, la Intendencia Metropolitana firmó en diciembre un Memorándum de Entendimiento con Cisco para colaborar en áreas específicas, como transporte, energía, servicios públicos, educación y salud.
"Santiago está poniendo mucho esfuerzo para ser una ciudad inteligente", sentenció Botifoll.
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