2014/04/24

China y América Latina: un acercamiento mutuo

Según las estadísticas oficiales de China el valor del comercio bilateral alcanzó más de 261.200 millones de dólares en 2012, que supone un aumento del 8,1% en comparación con el año anterior. Las empresas chinas hacen uso de una gama más amplia de instrumentos comerciales, y trabajan productivamente en toda América Latina, adaptándose a los diferentes desafíos que presenta cada país en busca de productos primarios como productos minerales y agrícolas, Actualmente Brasil es el mayor socio económico de China en América Latina, con más de 85.710 millones de dólares del valor de comercio en 2013, mientras que México es el mercado más importante para la producción industrial de China, sobre todo es la puerta al mercado de EE.UU. 

Para satisfacer sus necesidades de su energía, las empresas chinas siguen manteniéndose relaciones íntimas con los países ricos en recursos naturales y materias primas. Por ejemplo, China se encuentra entre los importadores más importantes del petróleo venezolano y es el comprador fundamental de la cosecha de soja argentina. Sin embargo, se observa que las empresas chinas se han vuelto más cautelosas cuando se comprometen a invertir en algunos países por la situación política y económica inestable, mientras que han sido más activos en desarrollar comercios con los países que han demostrado un sólido comportamiento económico en los últimos años. 

Por parte de los países latinoamericanos, Para América Latina, China es un inmenso mercado de crecimiento, sobre todo para los países que son ricos en petróleo, recursos minerales y agrícolas e importante fuente de capital e inversión. Las compras chinas sirvieron para independizar a la región de los EE.UU. y de los reveses económicos europeos. Unos países latinoamericanos han sido conscientes de las nefastas consecuencias para sus economías a causa de la disminución de la tasa del crecimiento de China. En enero de 2014, La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) planea establecer un Foro de Cooperación con China en la Habana con el objetivo de ampliar el diálogo bilateral. "Eso significa que se consolida, fortalece e institucionaliza la cooperación de todo tipo entre Beijing y las naciones que conforman la CELAC", comentó un oficial de CELAC, quien calificó esa decisión como trascendente. 

Además del comercio, el crecimiento de los intercambios entre ambas partes se ha extendido a varias áreas. En realidad, el gigante asiático ha otorgado cada vez mayor importancia a las relaciones bilaterales con los países latinoamericanos. Xi Jinping, después de hacerse cargo de la presidencia del país en marzo de este año, organizó una de sus primeras salidas al exterior en América Latina y el Caribe, con escalas en Trinidad y Tobago, Costa Rica y México. Y no solamente China ha puesto su mirada sobre el potencial de desarrollo de esta región. En mayo de 2013, el presidente estadounidense Barack Obama y el vicepresidente Biden visitaron sucesivamente México y Costa Rica. Durante esas visitas, Obama y Xi expresaron respectivamente el mismo deseo: co-desarrollar con estrategias con América Latina. Otro evento significativo del año fue la construcción del Canal de Nicaragua. 

En junio de 2013, el gobierno nicaragüense otorgó una concesión por cien años a la HK Nicaragua Canal Development Investment Co (inscrito en Gran Caimán), presidida por un empresario chino, Wang Jing. La empresa china se ha comprometido a invertir 40.000 millones de dólares en la obra, que además del canal acuático incluye líneas ferroviarias de costa a costa, puertos en ambos océanos, aeropuertos, carreteras de alta velocidad, etc. Según el acuerdo, la empresa de HongKong tiene derechos e intereses exclusivos de la planificación, el diseño, la operación y la gestión del Canal de Nicaragua. La capacidad de navegación del canal será mucho mayor que el de Panamá después de ser construido.  Luego de 100 años, todos los derechos serán transferidos al gobierno nicaragüense. 

El Canal de Nicaragua podrá promover en gran medida los intercambios entre China y América Latina y también ampliará la influencia geoeconómica y política del gigante asiático en la región. Como se observa, los lazos económicos no sólo han crecido y se han vuelto más intensos, también son más variados y más complejos. El acercamiento entre China y América no sólo se debe al impulso de la demanda interna, sino también está en línea con la política exterior de China con los países en vías de desarrollo. 

La influencia de China en América Latina ha implicado diversos niveles y múltiples zonas de la región. Aunque todavía queda mucho por aprender, con la profundización de los intercambios, ambas partes están actualmente mucho más informadas mutuamente que diez años antes. Después de una década en la que se ha ido fortaleciendo la relación bilateral, ésta ha madurado para dar un salto de calidad y avanzar hacia un vínculo estratégico que proporcione beneficios mutuos.

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