2014/02/03

Republicanos se muestran divididos sobre elevar el techo de deuda en EEUU

Mientras los líderes no quieren repetir lo que sucedió en octubre, Ted Cruz desea amarrar el alza a nuevos recortes en el gasto.

Por Constanza Morales H.


La guerra fiscal en Estados Unidos se acercó a su fin en diciembre, cuando los partidos Demócrata y Republicano llegaron a un acuerdo para financiar al gobierno por dos años. Sin embargo, todavía resta la batalla más importante: el techo de la deuda.

A través de un proyecto que interrumpió el límite de endeudamiento, los legisladores evitaron a mediados de octubre que el país se declarara por primera vez en default. El viernes vence el plazo de esa suspensión, cuando se establecerá automáticamente un nuevo umbral que incluirá la deuda que se ha acumulado en estos cuatro meses.

Si los miembros del Capitolio no llegan a una solución esta semana, el Departamento del Tesoro se verá forzado a recurrir a medidas extraordinarias para que el país siga cumpliendo con sus obligaciones. Sin embargo, el secretario del Tesoro Jack Lew ha advertido que la nación se quedará sin recursos a más tardar a fin de mes.

El oficialismo ha declarado que no van a negociar para elevar el límite. Algunos conservadores, entre ellos los líderes, han manifestado que podrían estar de acuerdo con la postura del presidente Barack Obama, citando sus temores de repetir los pasos que provocaron el cierre del gobierno y el casi default en 2013. 

“Creo que fue una estrategia tonta”, comentó a Bloomberg el representante republicano Adam Kinziger haciendo referencia a la paralización estatal. “El pueblo estadounidense y nuestra base quieren que peleemos, pero al final del día quieren que gobernemos”, argumentó.

Por su parte, John Boehner, vocero conservador de la Cámara de Representantes, declaró la semana pasada a Bloomberg que “creemos que incumplir nuestra deuda es la cosa equivocada. No queremos hacer eso”.

Anteriormente, Boehner había asegurado que ni siquiera deberían acercarse a un posible default.

Disidencia interna


No todos los legisladores de oposición están a favor de esta visión. Ted Cruz, el senador ligado al Tea Party que lideró la movida para clausurar las oficinas gubernamentales, prometió el jueves utilizar el debate como herramienta para extraer nuevos recortes en el gasto.

“No deberíamos elevar el techo de la deuda sin reformas estructurales significativas que aborden el gasto fuera de control y la deuda fuera de control”, sostuvo. 
Sylvia Mathews Burwell, directora de presupuesto de la Casa Blanca, se mostró confiada en que los republicanos accederán a subir el techo sin usar las tácticas confrontacionales del pasado.

Burwell aseveró el jueves a Reuters que ella creía que existe menos apetito en el Congreso por los conflictivos enfrentamientos fiscales que han sido la tónica de los últimos años. La funcionaria citó el compromiso de diciembre como un buen augurio para el incremento del techo de la deuda.


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