Hace dos semanas, el gobierno llegó a acuerdo con la comisión de Salud del Senado para presentar nuevas indicaciones.
Por Costanza Cristino
Hace dos semanas la comisión de Salud del Senado y el ministro del ramo, Jaime Mañalich, llegaron a acuerdo en varios puntos respecto de la modificación a la Ley de Isapres que el ejecutivo envió en 2011, esto con el objetivo de que la instancia apruebe el proyecto y lo derive a la comisión de Hacienda.
Sin embargo, los especialistas ven con preocupación la metamorfosis que ha sufrido la iniciativa, la cual no vendría a solucionar los problemas de los afiliados al sistema privado de salud.
De acuerdo a Rodrigo Troncoso, coordinador del Programa Social de Libertad y Desarrollo, “hay tres problemas particulares que afectan a los afiliados a Isapre. Uno, la judicialización excesiva. Dos, es precisamente lo que motivó el fallo del Tribunal Constitucional, que es la diferencia excesiva de precios en un mismo plan -a criterio del tribunal-. Y tres, el problema de los afiliados que son cautivos, que al padecer una enfermedad crónica pierden la libertad de cambiarse de Isapre”.
El proyecto inicial
Los pilares del proyecto de Mañalich eran dos: el Plan Garantizado de Salud (PGS) y el IPC de la Salud, mecanismos que permitirían, por un lado, igualar lo que pagan los afiliados a una misma Isapre; y por otro, contar con un indicador técnico en base al cual se aplicaran las alzas en los precios de estos planes.
Hoy, dentro del acuerdo al que llegaron los senadores y el ministro de Salud, se descarta la utilización del IPC de la Salud, y por otro se fija un precio único para toda la industria Isapres para el Plan Garantizado, es decir todas deberán cobrar lo mismo. Sin embargo, no existe claridad respecto a sus coberturas.
A su vez, se proyectó que el PGS por beneficiario debería costar $ 25.000 y las cargas menores de 24 años pagan un precio menor.
Mientras, el IPC de la salud fue sustituido por una comisión de expertos que fijará el precio, lo cual hará en base a un índice referencial.
A ello, se suma el sacar un día de carencia para las licencias médicas. Hoy son tres días los que no se pagan, para permisos por menos de 7 días.
Frente a este escenario, una fuente del sector señala que “el proyecto lo consideraba malo desde un comienzo, hoy es aún peor”.
Visión compartida por Rodrigo Troncoso. “El PGS no resuelve los problemas, y además introduce otros. No es exitoso en términos de costos, por lo que va a terminar siendo un sistema deficitario, lo que no es sostenible en el largo plazo”.
Lo concreto es que ahora la comisión de Salud se encuentra a la espera del documento con las indicaciones sustitutivas que debe enviar el Ejecutivo. Luego, será votado en dicha instancia, y pasará a la comisión de Hacienda y luego a la Sala. Todo esto, para volver a la Cámara de Diputados, donde deberán ser votadas las modificaciones.
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