2013/11/23

La bitcoin y la amenaza contra el dólar


Grandes cambios en la economía mundial

A la irrupción de las Bitcoin como una alternativa al dólar hay que añadirle las profundas reformas anunciadas por el Gobierno chino para la segunda economía del planeta.

Bitcoin alcanzó un máximo histórico de 800 dólares esta semana. El Dow Jones frenó en seco su subida al alcanzar los 16.000 puntos. Y China ha decidido avanzar aún más en su ruta hacia el capitalismo.

¿No sabe lo que ha pasado con Bitcoin?

“El Departamento de Justicia de Estados Unidos reconoce que muchos sistemas de divisas virtuales ofrecen servicios financieros legítimos y  tienen el potencial de fomentar un comercio global más eficiente”, dijo un funcionario del Departamento de Justicia de Estados Unidos al Senado de ese país.

Bitcoin podría “ser prometedor a largo plazo”, dijo Ben Bernanke. “Si se regula adecuadamente”, añadió un funcionario anónimo.

Públicamente, el Gobierno de Estados Unidos se está mostrando tranquilo con Bitcoin. En privado, deben estar sudando. Como le hemos dicho a nuestro grupo de inversores en nuestro fondo de inversión, la nueva moneda virtual tiene el potencial de destruir el dólar, la Fed, los bancos y el sistema monetario mundial.

También podría hacer al oro algo obsoleto. Este nuevo dinero es más fácil de usar y no cuesta nada almacenarlo.

¿Y regularlo? Eso no sería posible.

Bitcoin es el avance tecnológico más disruptivo que se haya inventado. Podría ser el mayor acontecimiento financiero desde el oro. Nada como esto ha ocurrido en 6.000 años, un nuevo tipo de dinero y ¡mejor! De hecho, podría ayudar a inicial una nueva fase de crecimiento económico.

Seguirmos hablando de esto en las próximas semanas.

Mientras tanto, el Dow Jones subió hasta los 16.000 puntos el lunes para después ir cediendo posiciones. En esta zona ha ido oscilando toda la semana.

Mientras las acciones de Estados Unidos podrían seguir yendo mucho más altas, en la tercera fase de la burbuja, hay mucho más riesgo de que bajen que recompensa si suben.

Los beneficios corporativos son principalmente un espejismo, un reflejo de la expansión monetaria lanzada por la Fed. La economía aún no se ha recuperado, y los bajos tipos de interés de la Fed mantienen la deuda creciendo, lo que pone en jaque a todo el sistema.

¿Salir de la Bolsa y entrar en Bitcoin? No tan rápido, síganos todas las semanas para saber cuál será el momento adecuado.

Por otro lado, el Gobierno chino ha anunciado que les gustaría “desamericanizar” el sistema monetario mundial. Bitcoin podría ser su apuesta.

La semana pasada los dirigentes de China se reunieron y decidieron levantar las restricciones a la natalidad. No sabemos los detalles, pero lo importante es que los líderes de este país quieren hacer girar el enfoque de la economía de la formación de capital al consumo, de las exportaciones al consumo doméstico, del dólar a otras alternativas.

No apruebo la planificación central, siempre empeora las cosas. ¿Pero cuánto las empeora? Eso depende. Si los planificadores de la economía luchan contra los mercados, las cosas suelen ir muy mal. Pero si estos van de la mano con el mercado, entonces el daño es menor.

Eso es lo que Paul Volcker (expresidente de la Fed) hizo en los años 80. Entonces la inflación estaba por encima del 10 por ciento, y la rentabilidad de los bonos también estaba sobre el 15 por ciento.

Los mercados se protegían de la inflación con bonos que rendían más que el Índice de Precios al Consumo. Los mercados restringían el crédito con el objetivo de reducir el IPC.

Volcker tenía una elección. Podía luchar contra los mercados con más crédito barato para mantener el pleno empleo, o unirse a los mercados y reducir el acceso al crédito.

Volcker se alineó con los mercados. Subió los tipos de interés aún más, por encima del 18 por ciento.

La inflación rápidamente se redujo al 5 por ciento y continuó a la baja durante más de 30 años, el periodo de mayor prosperidad económica de la historia de Estados Unidos.

Pero las cosas han sido diferentes después de la crisis de 2008-2009. Después de casi 30 años de tipos de interés a la baja, los mercados estaban preparados para una corrección. Se había acumulado demasiada deuda en el sector privado. El ‘día de ajustar cuentas’ se acercaba. Primero Bear Stearns, luego Lehman Brothers, General Motors, Fannie Mae, Freddie Max. Como fichas de dominó, las grandes instituciones caían en el default y en la bancarrota.

Pero el Gobierno intervinó. Lucharon contra la liquidación de deudas y tuvieron éxito en parar el proceso de desapalancamiento.

¿Bravo? ¿Buen trabajo?

Ben Bernanke tuvo su cara en la portada de la revista Time. Le llamaron un héroe. No sólo luchó contra el mercado, sino que ganó –al menos durante un tiempo. Ahora tenemos más deuda de la que teníamos antes de la crisis, y el día de ajustar cuentas aún está a la vista.

Mientras tanto, los chinos están aflojando. Están permitiendo que la gente tenga más hijos. Al mismo tiempo los comerciantes están celebrándolo, con más niños que generarán más gasto de las familias.

Esto añadirá más demanda para casas más grandes, y coches más grandes, ¡y más deuda! De hecho, los tertulianos están hablando de un nuevo baby boom, que podría, como el baby boom de 1946-1962, transformar la economía de su orientación actual a la exportación a un coloso del consumo.

Así es, el Partido Comunista quiere dar vía libre a la natalidad china y dominar el mundo. Dong Tao, de Credit Suisse, afirmó según el Financial Times que pensaba que ésta es “la reforma más ambiciosa en la historia de la República  Popular china”.

Las acciones chinas cotizan a un ratio precio/ganancias de 15. No muy barato, pero si el crecimiento de la economía continúa al 7 por ciento, podrían parecer una ganga dentro de unos años.

¿Acciones chinas? ¿Bitcoin? ¿Acciones americanas? ¿Qué hacer con su dinero?

Síganos como todas las semanas.

Una pista, acá.

Bill Bonner.

Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros "Financial Reckoning Day" y "Empire of Debt" que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos.


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