2013/11/05

América Latina se posiciona como foco de inversión española

En el actual contexto de crisis económica y financiera, América Latina representa una de las regiones más dinámicas y atractivas para invertir y expandir los flujos de comercio internacional. España, por sus vínculos históricos, culturales y económicos, es un puente de inversión hacia ese continente emergente.
Los profundos efectos de la crisis económica y financiera que ya dura más de cinco años han sido significativamente asimétricos a nivel mundial, con un desarrollo mucho más positivo en las economías latinoamericanas.
Las tasas de crecimiento medio del PIB de América Latina fueron del 5,7% en los años 2008/09 de la crisis, y del 4,2% en el bienio 2010/2011 postcrisis, frente al caso de EE.UU. con unas tasas de -2,2% y 2,4%; o de Alemania con una variación del -2% y del 2,2%, respectivamente, según un informe trimestral del Centro de Estudios Latinoamericanos (CESLA) de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Las corrientes mundiales de entrada neta de inversión extranjera directa (IED) no han dejado de aumentar hacia la emergente región latinoamericana, pasando del 8% del total mundial (en el 2008) al 12,5% en el 2012 (en la misma proporción que EE.UU.), y ya representa el 25,7% de toda la IED dirigida a las economías en desarrollo.
A su vez, América Latina es la región que ha registrado un mayor crecimiento en la atracción de entrada de flujos mundiales de IED en los últimos cinco años, con tasas de crecimiento del 50% en 2010, del 33% en 2011, y del 6% en 2012, que son significativamente mayores al crecimiento experimentado en el resto del mundo.
Por ejemplo, las de EE.UU. fueron del 38%, 18%, y -25%; o las de la región de Asia y el Pacífico fueron del 35%; 16% y -10%; respectivamente, en esos mismos años, dijo la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas, en su informe "La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe-2012".
A su vez, la creación en el 2011 de la Alianza del Pacífico (AP) como nuevo bloque económico latinoamericano aumenta el interés por estrechar los vínculos económicos con la región ante su destacado potencial de expansión comercial y de inversión.
La Alianza del Pacífico es una iniciativa de integración económica entre Chile, Colombia, México y Perú (con Costa Rica en proceso de incorporación, y Panamá como país observador), países emergentes que comparten similares políticas económicas, con el objetivo de generar entre ellos una mayor integración comercial, financiera y de circulación de personas.
La importancia de la AP se refleja en su tamaño actual y en su potencial de futuro: hoy en día la suma de sus cuatro economías convierte a la AP en un gigante latinoamericano y en la cuarta mayor economía mundial -por detrás de EE.UU., China e India- (medido en PIB ajustado por paridad de poder de compra).
A la vez que se estima que para los próximos 10 años la AP sea la sexta economía que más contribuya al crecimiento económico mundial (por detrás de EE.UU., China, India, Japón y Alemania; según el banco español BBVA Research), si estos cuatro países continúan con las reformas que permitan avanzar en la mejora de la educación, en la reducción de sus altos niveles de informalidad y en la ampliación de sus infraestructuras.
El tiempo les ha dado la razón a las multinacionales españolas que apostaron por invertir en América Latina, y ahora son las empresas que en pleno período de crisis (años 2008/09) han tenido un crecimiento medio de sus beneficios del 6,4 por ciento, frente a la fuerte caída de beneficios registrada en el resto de sector empresarial español sin presencia en Latinoamérica (en promedio, del -14,5 por ciento) en estos años.
En este contexto, el papel de España es fundamental como puente que facilite la internacionalización de empresas multinacionales, especialmente chinas, hacia América Latina.
En el futuro próximo la IED española hacia América Latina va a tener una nueva etapa de expansión a medida que se consolida la reactivación del crecimiento de la economía española.
Por ello, actualmente existe una valiosa oportunidad para que las empresas chinas aprovechen este contexto favorable -de la mano de las empresas españolas presentes en América Latina-, e intensifiquen su posicionamiento estratégico en los sectores clave de las emergentes economías latinoamericanas.
La Cepal estima que en el 2015 China se convertirá en el segundo mayor inversor en América Latina (sustituyendo a la UE, y sólo por detrás de EE.UU.), en buena medida, por una percepción más favorable en la región hacia las inversiones chinas, y una mayor dependencia de sus economías respecto a la evolución de la economía china.
Se calcula que por cada 1% de crecimiento del PIB chino, crece un 0,4% el PIB de América Latina, y un 2,5% las exportaciones de la región hacia China.

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