2013/10/19

Chile sigue con su atractivo para invertir


…a pesar de lo que digan empresarios locales


Durante la cena de la industria, en presencia del presidente de la República, el líder de los empresarios cuestionó la forma en que se están abordando las nuevas inversiones en el país, pero ¿es eso totalmente malo?

Un día antes de la cumbre del empresario más importante del año en Chile, ENADE, y en la cena de la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA), una instancia única en el año en la que se reúnen los industriales del país, el líder de la entidad gremial, Herman Von Mühlenbrock, aseguró que existe una verdadera industria de la obstrucción.

Según el representante sectorial hay “instigadores” que se arrogan la voz y la representación de las comunidades y que en su nombre “obstaculizan el progreso, la inversión y el empleo”. Entonces cabe preguntarse, ¿sigue siendo esta angosta faja de tierra un buen lugar para invertir?

Von Mühlenbrock diría que no. Es más, hizo un llamado a estructurar de manera sistémica toda la regulación que afecta a las iniciativas de inversión en el país; y a entregar una mayor certeza jurídica a los proyectos.

La crítica del líder gremial llega en momentos en que la denominada estabilidad institucional y regulatoria de la que tanto se ha jactado el país a la hora de atraer inversiones parece estar pasando por una crisis, está bien, no se ha cuestionado el modelo económico ni se han registrado reformas económicas de relevancia –como sí ha pasado en otras naciones de la región-, pero cuestionamientos hay.

Comencemos. El último tiempo uno de los modelos que hasta hace un par de años tanto enorgullecía a los chilenos, como es el sistema de AFP, ha sido duramente cuestionado. Tanto porque las ganancias del sistema han disminuido -influenciadas por el magro desempeño de la Bolsa-, como porque las entidades que debían garantizar las pensiones de todos los cotizantes ante cambios en la esperanza de vida y otras variables, podrían no satisfacer el fin para el que fueron creadas: pagar las pensiones.

A nivel de marco normativo para la inversión también hay cuestionamientos. En medio de la discusión electoral, de cara a las presidenciales del próximo 17 de noviembre, se ha instaurado el debate de una reforma tributaria -cuando ha pasado poco más de un año del último cambio que terminó con un incremento de los impuestos para las empresas-. Obviamente, en la discusión política se habla de cobrar más tributos para financiar salud y educación -otro de los aspectos también cuestionados por la población el último tiempo que ha desatado fuertes protestas-.

A estos cuestionamientos sumamos el rol más protagónico que han tomado los consumidores, llevando adelante causas contra grandes empresas y detonando casos tan relevantes como La Polar. Y el hecho de que hoy el país tenga una ciudadanía más activa, más interesada en saber qué ocurre con sus inversiones y con las decisiones que lo afectan directamente. Más una autoridad cada vez más preocupada por los aspectos éticos del negocio y no sólo a nivel bursátil, también en los más diversos ámbitos, especialmente el ambiental.

Entonces es innegable que el escenario para hacer negocios en Chile hoy es distinto al que existía hace diez años, pero más allá de lo que digan los empresarios, parece ser más amigable para los inversionistas y, ¿saben por qué?

Porque la tendencia es a requerir, dar y exigir cada vez más información. Muestra de ello es la Ley de Transparencia que entró en vigencia en 2009, pero que ha adquirido más relevancia en el último tiempo. Ella se suma a las nuevas leyes como la de Gobiernos Corporativos y las circulares emitidas por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) en relación a que directores y altos ejecutivos deben informar y monitorear certeramente los riesgos que viven las compañías.

Así la cosas, no hay que desconocer que hay más exigencias, mayor regulación, cambios en la normativa, accionistas minoritarios, consumidores y ciudadanía en general más inquisitiva, pero no significa que todo sea malo.

Es más, si lo que se quiere es invertir en el mercado bursátil, estos nuevos requerimientos no hacen más que aportar información al mercado, con la que siempre es bueno contar a la hora de hacer negocios.

Entonces, de vuelta la pregunta: ¿sigue siendo esta angosta faja de tierra un buen lugar para invertir? Y la respuesta es, sí, sigue siéndolo. Y más que eso, si se cumplen las nuevas normativas y se da toda la transparencia que el mercado requiere, puede ser un muchísimo mejor lugar para invertir.

Saludos,

Alejandra.

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