Michelle Bachelet ya está casi elegida
(Infolatam).- “La candidata ha hablado de una fuerte reforma tributaria, de una nueva constitución y de una reforma educacional que incluye universidad gratis para todos los que cumplan con las exigencias de ingreso. Y si no cumple pronto las expectativas de cambio que su campaña generó, lo más probable es que a la vuelta de pocos meses Chile volverá a estar en problemas. La estructura económica aquí funciona, pero la estructura política funciona menos”.
(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Michelle Bachelet, Tabaré Vázquez o Tony Sacatienen dos cosas en común: son expresidentes y desean volver a ocupar la silla presidencial. Bachelet está a punto de cumplir su sueño: su regreso a La Moneda iría acompañada por el deseo de introducir transformaciones profundas, que no pudo ver cumplidos en su primera experiencia: cambiar la constitución, introducir una reforma fiscal y otra educativa. Y el uruguayo y el salvadoñero creen poderlo lograr en 2014. Los deseos reeleccionistas de antiguos mandatarios son un fenómeno muy común en América latina.
Todos los presidentes admiten su frustración cuando acaban su periodo de gobierno. Llegaban con grandes aspiraciones de impulsar cambios y transformaciones pero la realidad política finalmente lo hace imposible o al menos no tan factible.
Esto se ejemplifica muy bien en el caso de Sebastián Piñera quien en una reciente entrevista al diario El Paísaseguraba que “sabía que gobernar era difícil, y por tanto yo no me atrevería a decir que es más difícil de lo que creía. Lo que sí me hace reflexionar es que, a veces, a uno le baja una cierta angustia al ver cómo uno se esfuerza tanto por lograr que el país avance y otros se esfuerzan lo mismo o más para lograr que el país retroceda. No me arrepiento porque hay muchos que dicen que esta es la casa donde tanto se sufre y, sin embargo, yo veo que todos mis antecesores, salvo el presidente Aylwin porque tenía mucha edad, todos han tratado de volver a sentarse en este mismo escritorio: el presidente Frei, el presidente Lagos, la presidenta Bachelet”.
Él mismo, cuando encara la fase final de su gobierno, deja intencionadamente un puerta abierta para el regreso: “No lo puedo descartar; tampoco lo puedo confirmar. Y estoy feliz de que así sea, porque la verdad es que yo tengo plena consciencia que la vida no termina cuando uno sale de este palacio de la Moneda…No voy a volver al mundo de las empresas; voy a seguir en el mundo de lo público. ¿Desde qué trinchera? No lo sé y estoy feliz de no saberlo”.
Piñera la deja entreabierta mientras que otros dirigentes ya han abierto la puerta de par en par y ya recorren el camino hacia su reelección.
El eterno retorno
Michelle Bachelet, quien fuera presidenta entre 2006 y 2010, está muy cerca de ganar las presidenciales de noviembre y convertirse de nuevo en presidenta.
Evelyn Matthei y Michelle Bachelet, una campaña electoral entre mujeres
En estos años la estrategia de Bachelet ha sido muy clara: cuidar y no malgastar el apoyo social con el que abandonó la presidencia en 2010, superior al 80%.
Se marchó de Chile para evitar el desgaste de la política diaria y contingente para ocupar el cargo de Directora de ONU Mujeres.
A su regreso a Chile, a comienzos de 2013, encontró a un gobierno de centroderecha desgastado, una coalición oficialista sin liderazgo ni proyecto en común y con su propia popularidad por las nubes.
Esto le ha convertido en la gran favorita para imponerse a Evelyn Matthei en los comicios presidenciales del próximo mes de noviembre. Su regreso a La Moneda iría acompañado por el deseo de introducir transformaciones profundas, que no pudo ver cumplidos en su primera experiencia: cambiar la constitución, introducir una reforma fiscal y otra educativa.
Como apunta el analista Patricio Navia, “la encuesta CEP confirmó que la gente quiere a Bachelet, perorechaza a la Concertación. Como Bachelet y la Concertación son indivisibles, esta disociación anticipa tensiones entre el gobierno y la gente si Bachelet regresa a La Moneda. Pero también permite entender la estrategia electoral de la Concertación. Cambiar de nombre -de Concertación a Nueva Mayoría- y personalizar la campaña en Bachelet son la forma en que esa coalición busca que el 17 de noviembre la gente vote por ella, olvidando que así también está votando para que la Concertación regrese al poder”.
Michelle Bachelet fue presidenta entre 2006 y 2010 y cuenta con una intenación de voto que ronda el 50%
“Si bien la estrategia de esconderse detrás de la figura de Bachelet para ganar la elección parece estar produciendo buenos resultados para la Concertación, una vez en el gobierno resultará imposible mantenerse sumergidos bajo las faldas de Bachelet. Entonces, recién sabremos qué pesará más en esta singular mezcla de una líder enormemente popular y una Concertación altamente impopular“, concluye Navia.
Los casos de Tabaré y Saca
Para 2014 habrá nuevas experiencias de expresidentes que tratan de regresar. Será el caso, también en Sudamérica, de Tabaré Vázquez en Uruguay.
De nuevo lo intentará (lo consiguió en 2004 y gobernó entre 2005 y 2010) liderando a la coalición izquierdista, el Frente Amplio. El expresidente, que está iniciando su camino hacia el poder, trata de mantener los equilibrios dentro de la coalición y conservar la unidad, sinónimo de victoria en 2014.
Tabaré Vazquez se configura como el candidato mejor situado en la carrera presidencial de 2014
Vázquez no deja de recalcar que “a la derecha le espanta la unidad” del Frente Amplio.
Pero el regreso de los expresidentes no es un fenómeno exclusivamente sudamericano. Se encuentran ejemplos también en Centroamérica donde Tony Saca, presidente entre 2004 y 2009, desea volver.
Ahora no como en 2004 como líder del centroderechista ARENA sino al frente de una fuerza nueva, UNIDAD, resultante de un Pacto de Coalición entre tres fuerzas menores: GANA, PCN y PDC.
La encuestas aseguran que Saca pasaría a la segunda vuelta y que tiene posibilidades de ganar: “La posibilidad de la segunda vuelta está abierta”, dice el presidenciable del proyecto del Movimiento Unidad.
Saca, de esta forma, está a punto de romper con el sistema político tradicional salvadoreño que desde 1994 se estructuraba en torno a dos fuerzas: la derechista ARENA y la exguerrilla del FMLN. Saca lograría derrotar a Salvador Sánchez Cerén y al derechista Norman Quijano.
Además hay otros ejemplo de presidenciables: Hace poco se vio fracasar en el intento a Lucio Gutiérrez en Ecuador y en Colombia Álvaro Uribe no puede regresar a la presidencia pero lo hará como senador para marcar la agenda política del país.
Pronto, asimismo, asistiremos a nuevos ejemplos de esta tentación del retorno: Alan García, y quizá Alejandro Toledo, en Perú para 2016 y Leonel Fernández en la República Dominicana en ese mismo año.
Todos ellos cumplen la norma: el poder desgasta y causa frustraciones pero el deseo de volver es imparable.
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