2013/08/24

El ejército más grande del mundo

La burocracia es el mayor enemigo

Bill Bonner
Bill Bonner

El exceso de deuda y de gasto público representa otras amenazas, además de la quiebra del Estado. Un Gobierno con demasiados recursos y pocos enemigos representa una amenaza para las libertades de sus ciudadanos.

La Bolsa bajó ayer por segunda jornada consecutiva. El oro, las acciones y los bonos; todos los mercados principales parecen estar dando un giro en los últimos seis meses. Los inversores en bonos son los que peor parte se han llevado. Muchos han perdido hasta el 20 por ciento o incluso más. Seguramente se esconden algunos problemas financieros importantes detrás de estos números. Tarde o temprano, todo esto  saltará a los titulares, con anuncios de quiebras y defaults de deuda pública.

Cuando el precio de los bonos cae, los tipos de interés suben. Estos rápidamente reducen los márgenes de beneficio y llevan a aquellas empresas sobreapalancadas al límite. Los lectores deben ser conscientes de que el mayor incremento en los beneficios de las empresas que cotizan en Bolsa últimamente -algo utilizado para justificar los altos precios de las acciones- vino del sector financiero. Estos beneficios artificiales e insostenibles surgieron gracias a las maquinaciones de la Reserva Federal. Ocurrió que los bancos de inversión tomaron prestados créditos baratos con los que hicieron ganancias millonarias apostando a la subida de la Bolsa de Estados Unidos en los últimos años.

Pero ahora, con los costos de la deuda subiendo en la primera economía del mundo, y la Bolsa dando un giro (al menos, eso es lo que parece), el sector financiero probablemente sufrirá alguno que otro golpe. Por ello les recomendamos cautela.

El incremento de la rentabilidad de los bonos casi automáticamente provoca que las acciones caigan. Esto es así porque el valor real -no confundir con el valor nominal- de una fuente de ingresos (como los dividendos o las ganancias) baja si la rentabilidad que se puede obtener de un bono del Tesoro 'libre de riesgo' sube. Las matemáticas son simples. Si tiene un negocio que le paga US$ 100 al año, y los bonos rinden un 5%, necesitará US$ 2.000 en bonos para ganar el mismo importe. Pero si el rendimiento de los bonos se incrementa hasta el 10%, sólo necesitará la mitad de ese importe. En efecto, el valor real de su negocio se ha reducido a la mitad porque el activo libre de riesgo requiere la mitad de fondos para conseguir el mismo beneficio.

Pero fijémonos en algo diferente: el ejército.

"El Gobierno", como dijo William Godwin en su Tratado sobre la justicia política, "no puede tener más de dos propósitos legítimos: la supresión de la injusticia sobre los individuos y la defensa contra una agresión externa".

Pero esto se escribió hace muchos años. Desde entonces, el Gobierno se ha excedido en sus responsabilidades. Ahora nos promete de todo, desde los subsidios a la agricultura hasta un buen dentista. Para un político, no hay razón para ceñirse a lo que la Constitución dicta o para admitir que los funcionarios no tienen la capacidad de multiplicar los panes y los peces. A un político la humildad sincera no le lleva a ninguna parte. Es mejor prometer subsidios para todos y pasar gratis los partidos de Colo-Colo y la U. Después de todo, si no gana las elecciones, no podrá llevar a cabo su verdadero programa electoral, que es el mismo que el del resto de los candidatos: engrandecimiento personal a costa del gasto público.

Pero en Estados Unidos en particular, cuando se trata de excederse en sus funciones, nadie lo hace mejor que el ejército. Su presencia abarca tantos ámbitos de la sociedad que representa una amenaza mayor para la privacidad de los ciudadanos que para aquéllos que intentan atentar contra su seguridad. El trabajador del Pentágono no es diferente a cualquier otro trabajador. Su meta en la vida es escalar en esta vida haciendo uso de los medios a su disposición.

Al contrario que el trabajador ordinario, cuyas perspectivas de futuro son limitadas, el alto funcionario de defensa nacional tiene a su servicio a todo el sistema. Todo esto a pesar de que no hay ningún poder militar en el mundo que rivalice con el ejército de Estados Unidos.

Sin un riesgo real de ser invadidos, ¿qué hace el ejército con todos estos fondos? ¡Invadir países! Estados Unidos mantienen bases en unos 170 países alrededor del mundo. Nadie sabe cuántas bases y dónde están exactamente. Algunas son secretas. El congresista Ron Paul una vez intentó hacer una lista con éstas, pero nunca obtuvo una respuesta.

Sí, querido lector, los tiempos han cambiado, pero las personas no. Dales la oportunidad y lo echarán todo a perder. El ya retirado coronel de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, John Boyd, dijo una vez que "no es verdad que el Pentágono no tenga una estrategia. Tiene una estrategia y una vez que la has entendido, todo en el Pentágono tiene sentido. La estrategia es no cortéis el grifo, darnos más".

Boyd era un estratega. Él observó que las guerras se ganaban con soldados ágiles y flexibles, que eran capaces de improvisar y de innovar rápidamente si las necesidades y las oportunidades surgían. La burocracia no apoya a estos soldados, intenta librarse de ellos.

Según William Lind, "Boyd demostró que todo conflicto se compone de ciclos repetidos de observación, orientación, decisión y actuación. El elemento más importante es la orientación: aquel capaz de orientarse más rápido a una  situación cambiante adquiere una ventaja decisiva porque las acciones más lentas de su oponente se producen posteriormente y por tanto son irrelevantes. Esto, a menudo, lleva al contrincante al pánico o a rendirse, a pesar de permanecer físicamente intacto."

Y aun así, la burocracia -con sus burócratas preocupándose de sí mismos y no de la seguridad de la nación- es lo que obtienes cuando tienes demasiado dinero y ningún enemigo de consideración.

Saludos,

Bill Bonner.

Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros "Financial Reckoning Day" y "Empire of Debt" que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos. Sus columnas hacen parte de la Revista Inversor Global. Puede suscribirse haciendo click aquí.

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