En junio del año pasado, las Viñas Cremaschi Furlotti y Tierra del Fuego, ambas de propiedad de Pablo Cremaschi, decidieron reestructurar su negocio como una forma de anticiparse a la crisis financiera.
Paralizar las inversiones, bajar los costos de producción y subir los precios de sus vinos exportados, aseguran, fueron las tres claves que los dejaron en buen pie para enfrentar el complejo escenario económico.
“Hicimos inversiones para maquinizar el trabajo en las viñas, reorganizamos el personal y el principal ahorro de costo fue la reestructuración de pasivos con los bancos, donde negociamos tasas y plazos para darle alivio a nuestro flujo de caja”, explica Andrés Cremaschi, gerente de administración y finanzas de la empresa.
Esta iniciativa, más la inversión realizada entre los años 2003 y 2005, que implicó la compra de más tierras, nuevas hectáreas plantadas y perfeccionamiento del trabajo operativo, permitió aumentar en 35% su producción -la capacidad actual es de seis millones de litros-, significó cerrar el año con un balance positivo: un crecimiento de 8% y una facturación de US$ 6 millones.
“El año pasado fue un período de transición. Consolidamos clientes que veníamos trabajando hace años, realizamos las reestructuraciones y el último trimestre fue muy bueno para la firma”, añade Andrés Cremaschi.
Vender más en el paísEntre los planes que tiene la viña para 2009, está lograr un crecimiento de 10%, “sin embargo, hoy con la situación actual no sabemos si lo lograremos, aunque un buen resultado será mantener los números de 2008”, afirma Pablo Cremaschi.Para lograr este objetivo, Carlos Kinast, gerente comercial de la viña, explica que potenciarán las exportaciones -hoy están en 30 mercados- y buscarán consolidarse a nivel local.
“La idea es crecer en Chile y para ello ya tenemos acuerdos con supermercados. La meta es vender 20 mil cajas en el país este año”, sostiene Kinast.
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