“Buenos días, señor, lo llamamos del banco Scotiabank para anunciarle que tiene una tarjeta de crédito aprobada con una línea de US$4.800”.
Una llamada como esta a un cliente que tiene una tarjeta con el BBVA Banco Continental por más de US$4.500 y con Interbank por algo más de S/.4.000, además de un crédito hipotecario, uno vehicular y altas líneas de financiamiento de los bancos Ripley y Falabella, fue la que dio origen al siguiente análisis, que busca explicar si es que las líneas de crédito que otorgan los bancos realmente están siendo bien evaluadas, considerando los niveles de ingreso y otras deudas de los clientes de las instituciones financieras.
LOS FUNDAMENTOSDistintos ejecutivos del sector financiero consultados por Día_1 señalaron que el nivel de endeudamiento de una persona, al mes, no debería superar, en promedio, el 30% de sus ingresos disponibles.
Sin embargo, este porcentaje podrá variar dependiendo del nivel de ingresos de la persona: una que tenga un mayor poder adquisitivo podrá asumir mayor porcentaje de deuda que una persona de bajos ingresos.
“En cualquier tipo de endeudamiento, la experiencia dice que no debe pasar del 30% de los ingresos de una persona. En la mayoría de casos eso se está cumpliendo, pero hay algunos en los que hay que hacer ajustes”, dijo Enrique Arroyo, gerente general de la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc).
Así, reconoció que han sido detectados algunos casos de sobreendeudamiento en personas de bajos ingresos que cuentan con tarjeta de crédito. “En los niveles socioeconómicos D y E se notaba un sobreendeudamiento bajo, pero nada alarmante”, precisó.
El gerente general adjunto del Área de Riesgos del BBVA Banco Continental, Marcelo González, manifestó que se trata de menos de 5.000 personas en el sistema financiero en las que se ha visto este sobreendeudamiento, en el segmento de quienes ganan entre S/.640 y S/.900 al mes.
Arroyo señaló que estos excesos de endeudamiento deberían ser corregidos a través de recortes en las líneas de crédito.“Debido a la competencia, puede haber bancos que, con tal de capturar a un cliente, pueden darle límites superiores de endeudamiento, pero no hay evidencia clara sobre eso”, señaló César Casabonne, jefe de tarjetas de crédito y créditos personales del Banco de Crédito.
Si bien los ejecutivos con los que conversamos destacaron la rigurosidad de sus entidades para aprobar los préstamos de consumo, Casabonne explicó que si un banco más agresivo decide dar una tarjeta de crédito a una persona que ya tiene otras, pone en riesgo a todos los que hicieron un análisis responsable.
“Estarían en riesgo todos. La banca tiene que ser responsable y no sobreendeudar al cliente. Un cliente puede ser muy bueno y tener una cultura de pago buena, pero si alguien le dio más deuda de lo que puede pagar, lo podría convertir en un mal cliente”, agregó.
LA SUPERVISIÓNJorge Mogrovejo, superintendente adjunto de Riesgos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), indicó que el reglamento para la gestión del riesgo de sobreendeudamiento de deudores minoristas señala que los bancos deben fijar el monto de líneas en función de la capacidad de pago del cliente y su endeudamiento total en el sistema, y que, en las campañas de aumento de líneas, los bancos deben ejercer mayor prudencia en los casos de clientes no clasificados como normales (al día en todos sus pagos). “Aquellos bancos que no cumplen con lo dispuesto en el reglamento comentado están expuestos a provisiones adicionales”, agrega.
Al respecto, Arroyo precisa que el límite de las líneas de crédito no está regulado por la SBS, sino que depende de cada institución financiera. “Una hiperregulación no sería buena. O sea, si la SBS dijera que no se le puede dar crédito a quien tenga más de determinado nivel de deuda, no estaría bien, pues el mercado tiene muchas herramientas para autorregularse”, manifestó González.
Sin embargo, el banquero admite que las líneas de crédito pueden ser mayores para clientes de altos ingresos porque pueden tener usos con picos muy altos, como sus vacaciones o sus viajes al exterior.
En la banca local, un cliente potencial con tres tarjetas de crédito utilizadas al 100% y que pide una adicional, comienza a ser visto como riesgoso.
Por ejemplo, según González, el nivel de utilización de las líneas de crédito en el BBVA es de aproximadamente 40%.
CRISIS MUNDIALEn el Perú, el nivel de morosidad en tarjetas de crédito es bastante bajo, 3,48% y esta cifra podría ser tomada como un indicador referencial del endeudamiento en el sistema financiero local. En ese sentido, ¿hay algún riesgo de que la crisis financiera internacional incremente estos niveles?
Al respecto, Casabonne señaló que si el Perú entrase en una crisis de endeudamiento, esta se explicaría más por una ruptura o caída del flujo de caja de los clientes que por un exceso de deuda.
Según Mogrovejo, de la SBS, el sobreendeudamiento actual es relativamente limitado, pero podría elevarse rápidamente en un escenario desfavorable, pues gente que no está sobreendeudada hoy puede estarlo mañana por necesidad, pérdida del empleo, alguna desgracia familiar u otros factores. “Es lo que se llama el sobreendeudamiento pasivo, que no es el mismo que deriva de una combinación de acciones imprudentes del cliente y su banco”, dijo.
Según la SBS, el problema potencial consiste en que el nivel de las líneas de crédito sea excesivo en algunos casos y que las líneas no utilizadas sean usadas si es que se agrava la crisis en un contexto de deterioro del riesgo.
Ante ello, la SBS está monitoreando las líneas de crédito que otorgan los bancos e incluso ha realizado observaciones a ciertas entidades para que corrijan su metodología. Además, ha llegado a exigir a algunos bancos que hagan provisiones adicionales, afirmó Mogrovejo.
CULTURA DE PAGOSegún Asbanc, en el Perú existe responsabilidad en quienes utilizan su tarjeta de crédito y, además, los bancos analizan adecuadamente las líneas que han otorgado, usando herramientas tecnológicas para hacer un seguimiento a cada cliente y detectar si es que comienzan a tomar niveles riesgosos de endeudamiento.
En esas ocasiones, que serían casos puntuales, Asbanc señala que los bancos toman la iniciativa y se comunican con sus clientes para realizar una cobranza temprana o para refinanciar y evitar así un “default” (no pago).
“Si uno de nuestros clientes pierde el trabajo, analizamos su récord de pagos y la relación entre deudas e ingresos, y en caso de que veamos con preocupación que hay un potencial “default” cerramos la línea de crédito”, señaló Casabonne.
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