General Motors venderá la participación de 3% que tiene en la japonesa Suzuki Motor por 22.400 millones de yenes (US$ 230 millones) a la misma Suzuki, en un esfuerzo por reforzar sus declinantes reservas de efectivo.
La decisión deja en evidencia la seriedad de los problemas de GM, pero la venta tendrá poco impacto en sus finanzas. Según datos de Financial Times, GM gastó reservas por unos US$ 6.900 millones en el tercer trimestre y ha dicho que necesita un mínimo de US$ 11 mil millones a US$ 14 mil millones de efectivo para mantener un capital de trabajo normal.
Cabe recordar que GM advirtió este mes que no podrá financiar sus operaciones diarias en el primer semestre del próximo año si no logra revertir la declinación de sus ventas o recaudar más capital.
Crisis en Europa
Opel, la unidad alemana de GM, está en conversaciones con el gobierno alemán para recibir garantías de crédito para proteger sus operaciones del deterioro en las finanzas de GM. Los representantes de la firma se reunieron ayer con la canciller alemana, Angela Merkel, luego de pedir garantías gubernamentales por mil millones de euros (unos
US$ 1.270 millones).
El gobierno estatal de Hesse, donde Opel emplea a 15.000 personas, ya aceptó ofrecer garantías por 500 millones de euros a Opel y proveedores de autopartes en la región. Los legisladores del estado, donde otras 50.000 personas trabajan en fabricantes de autopartes, votarán la medida el 19 de noviembre.
La reunión en Berlín se realizó en momentos en que automotrices en Europa y EE.UU. claman por ayuda para compensar lo que GM ha llamado el peor mercado automotriz desde 1945.
Ayer se supo que las automotrices en el Reino Unido también recurrirán al gobierno. La Society of Motor Manufacturers & Traders dijo que pedirán “un paquete de medidas que estimulen la demanda”, para lo que enviará una carta solicitando “acceso a vehículos especiales de liquidez” como los que se han proporcionado a los bancos.
Oposición al rescate
GM, junto con Ford y Chrysler, está pidiendo un rescate al congreso estadounidense en medio de la peor caída de las ventas automotrices en décadas, pero no se espera la aprobación de tal plan antes de fin de año. El respaldo al rescate no es unánime. Senadores de estados sureños con plantas propiedad de automotrices extranjeras han dicho que la industria puede prosperar sin las Tres Grandes. Los senadores republicanos Richard Shelby y Jeff Sessions de Alabama y James DeMint de Carolina del Sur están entre los legisladores que intentan descarrilar los planes demócratas apoyados por el presidente electo Barack Obama, de dar al menos US$ 25 mil millones en préstamos a las tres estas firmas. Alabama tiene dos plantas de la alemana Daimler, una de la japonesa Honda, y otra de la coreana Hyundai Motor. La alemana BMW es dueña de una planta en Carolina del Sur.
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