2015/11/09

Sebastián Edwards: El ambiente es bastante corrosivo en Chile, y las malas noticias se suceden unas a otras

El académico de la UCLA está preocupado por la falta de diálogo en el país. ¿La salida? ”Para superar un conflicto hay que sentarse a conversar. Hay que conocer a “el otro”, hablarle. Sólo conversando se puede llegar a acuerdos”, sugiere.

Por Por Rossana Lucero V. / Fotos: Rodolfo Jara
Sebastián Edwards: El ambiente es bastante corrosivo en Chile, y las malas noticias se suceden unas a otras
Avecindado hace décadas en Estados Unidos, más exactamente en Los Ángeles, California, el economista chileno Sebastián Edwards pareciera usar la distancia a su favor. Los nueve mil kilómetros que lo separan del país prácticamente no se notan cuando se trata de abordar los temas que están copando la agenda pública nacional y, de hecho, su mirada es una referencia constante en el debate interno. Sus numerosos viajes durante el año -a lo que se suman sus columnas de opinión-, ayudan.
Titular de la cátedra Henry Ford II de Economía Internacional en la Universidad de California (UCLA), el también consultor internacional suele refrescar el análisis local, como ocurrió hace unos días en el tema de las pensiones, en cuyo marco enfatizó la mejor posición que enfrentan actualmente los hombres a la hora de jubilar en desmedro de las mujeres, entre otros puntos.
La revisita a una materia que a los chilenos les inquieta en demasía y que el mismo gobierno buscó darle una salida a través de las sugerencias de la comisión Bravo, llamada así por su presidente, el economista David Bravo.
Pero no fue el único tópico en la agenda del autor de una docena de libros sobre desarrollo económico y también otros de ficción. Como lo sugieren sus palabras, su quehacer comprendió volver a compenetrarse en primera persona del acontecer nacional.
- ¿Con qué sentimiento se quedó después de su visita al país?
- Preocupado, por varias razones. El ambiente es bastante corrosivo, y las malas noticias se suceden unas a otras. Lo más serio es el caso de los papeles tissue y el efecto que ha tenido sobre la población. Es un caso grave y un golpe duro al sistema capitalista y de mercado. Los personajes involucrados -Eliodoro Matte y Gabriel Ruiz-Tagle- son emblemáticos, y la gente tiene razón en tener mucha rabia y en sentirse traicionada.
- ¿Hacia dónde cree que va el país?
- Creo que hay un sentimiento colectivo de angustia, una falta de claridad sobre el futuro. Al final, esta etapa va a pasar y vamos a salir adelante. Pero sería muy positivo si este reencauzamiento de las energías se produjera pronto. Nos evitaría mucho dolor. Pero para que ello suceda se requieren liderazgo y claridad. En ambas áreas estamos al debe.
- ¿Comparte el diagnóstico de que estamos sumidos en una crisis de confianza? ¿O estamos exagerando?
- Es más que una crisis de confianza. Hay visiones divergentes y no hay conversación entre personas con distintas posturas. Esto, por dos razones: tenemos una izquierda bastante intransigente, que aún cree en la retroexcavadora, y una derecha chata, sin ideas, casi inexistente. Si a esto le sumamos los abusos de los curas, de las empresas, de los políticos y de los parientes de los políticos, entonces tenemos la tormenta perfecta.
- ¿Confía en que podremos superar este momento? ¿Cómo?
- Para superar un conflicto hay que sentarse a conversar. Hay que conocer a "el otro", hablarle. Sólo conversando se puede llegar a acuerdos. Una de las cosas que más me ha impresionado es la falta de diálogo.
Hace una par de meses, y en diversas reuniones, les pregunté a un grupo amplio de empresarios si se habían reunido con Pedro Güell, el principal asesor de la Presidenta. Ninguno de ellos lo había hecho; ninguno de ellos siquiera lo había intentado. Yo le mandé un correo y le pedí una cita. Güell de inmediato me la dio. Es accesible, cortés e inteligente. Él y yo no estamos de acuerdo en muchas cosas, pero ciertamente es alguien con quien se puede tener un diálogo fructífero.
- ¿Este caso de colusión de las papeleras valida la opción de las reformas de la Presidenta?
- Lo de la colusión es grave. Aquí debieran suceder varias cosas: primero, una vez que se establezcan claramente los hechos -sobre los que aún hay confusión, incluyendo quien fue el articulador- las penas debieran ser las máximas. Segundo, la legislación debe cambiarse. Los castigos tienen que ser mucho más severos para disuadir estas situaciones. Reintroducir las penas de cárcel es una opción que debe considerarse seriamente. Finalmente, el repudio a los individuos responsables debe ser total. Los causantes de la colusión es como el cáncer; una vez que se presenta hay que extirparla de una vez.
"Este clima retarda la recuperación"
- ¿Qué tanto le puede restar a la recuperación de la economía este ambiente de desconfianza?
- Este clima retarda, sin ninguna duda, la recuperación. El viejo adagio es válido: "En la duda, abstente". Cuando la cosa viene revuelta, los agentes económicos tienden a postergar sus decisiones. Las empresas esperan antes de invertir, y las familias hacen una pausa antes de hacer gastos importantes. Esto no es bueno para la demanda agregada, el empleo o la actividad.
- Las últimas cifras sugieren que vamos hacia un crecimiento de 2% este año, que resulta muy mediocre. ¿Habrá fuerza para repuntar el próximo año, considerando que se reducirá además el estímulo monetario y más especialmente el fiscal?
- Creo que el próximo año también será pobre. Lo más probable es que repitamos el 2%, o que incluso estemos un poco por abajo. En un ambiente de suspicacia y falta de confianza, el espacio para hacer política fiscal contracíclica es reducido.
- ¿Han surgido voces de economistas en el país que advierten sobre el riesgo de una recesión? ¿Lo ve posible?
- No lo veo como un escenario de alta probabilidad. No es imposible -de hecho, ya estamos flirteando peligrosamente con cifras negativas-, pero tampoco es muy probable.
- Y en inflación, ¿fue oportuno que el Banco Central ya haya iniciado la normalización de la política monetaria?
- Mi impresión es que el Banco Central optó por adelantarse a la Reserva Federal. Mi predicción -y así lo dije en varios seminarios- era que nuestro instituto emisor iba a seguir a la Fed cuando ésta subiera las tasas. En vez de hacer eso, el Banco Central decidió adelantarse. Sin embargo, creo que fue una medida algo prematura.
- ¿Volverán las inversiones?
- Sí, pero no todavía. Será un proceso lento. Lo más probable es que no se normalice esa situación antes del 2017 o 2018. Desde luego, lo que pase en el resto del mundo también jugará un rol importante. Especialmente, lo que pase con el precio del cobre.
- Mucho se dice que el alza del dólar debiera llevar a que el sector exportador adquiera un mayor peso en la recuperación. Pero el escenario internacional tampoco aparece muy boyante.
- A los exportadores los afectan varias cosas. Las más importantes son los precios internacionales de sus productos y el tipo de cambio. En general, estas variables se mueven en la dirección opuesta. Los precios han caído, pero el dólar ha subido en forma sustancial. Para muchos exportadores el aumento del tipo de cambio ha compensado con creces la caída de los precios. Como dije hace varios meses, mi proyección es que a fines de año el dólar estará entre $ 710 y $ 715.
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