2014/09/11

La gran apuesta de Santander por las pymes mexicanas

El banco español lidera, con 4.892 millones de dólares, la financiación a pequeñas y medianas empresas


México ha sido una de las grandes apuestas del banco Santander durante los últimos años, dentro de estrategia general de la entidad por convertir América Latina en un mercado de referencia. Solo Brasil supera a México en cuota de negocio en la región, que alcanzó el año pasado el 10% del volumen global del grupo. La veta que con más decisión está explotando del banco español en México es la del crédito a pequeñas y medianas empresas (pymes), un sector del que ya es líder en el país y por el que ha redoblado su apuesta con el objetivo de duplicar su cartera en los próximos tres años hasta alcanzar los 9.230 millones de dólares.
Ensanchar los canales de financiación para las pymes es además una de las grandes patas de la reforma financiera emprendida por el Gobierno mexicano el año pasado. En una economía fuertemente polarizada, donde alrededor del 75% del empleo es aportado por pymes, tan solo el 15% de estas empresas recurren a la financiación bancaria para alimentar sus negocios. Aquí es donde ha entrado con fuerza Santander, que en los últimos cinco años, ha quintuplicado el volumen de su cartera con un crecimiento anual medio del 37%, hasta situarse este año en los 4.892 millones de dólares con un impacto en cerca de 50.000 pymes del país.
Es el cuarto grupo financiero del país por volumen de negocio
Santander aterrizó en México en los años cincuenta, pero no fue hasta 1996 cuando, al comprar Grupo Inverméxico, logra su consolidación definitiva en el actual Grupo Financiero Santander México. Es el cuarto grupo financiero del país por volumen de negocio. Con una base de 10,5 millones de clientes, cerró el año pasado con un beneficio de 920 millones de dólares. Cuenta con una cuota del 13,9% en las diversas modalidades de crédito y del 15,1% en depósitos. La compra en 2012 del negocio hipotecario de ING catapultó un 28% su cartera de crédito hipotecario, consolidándose como la segunda entidad en este sector.
Otro de los objetivos declarados del banco es continuar expandiendo su red de franquicias. Sólo durante el año pasado, Santander abrió 88 nuevas sucursales en el país, para completar un mapa con 1.258 oficinas en México.
Un buen síntoma del potencial  que está alcanzando la entidad es el flujo de dividendo que ha ido repartiendo entre sus accionistas durante los últimos años. En 2012, en una época de austeridad en prácticamente todo el resto de sus áreas geográficas, Grupo Financiero Santander México formalizó una entrega de dividendo por 1.400 millones de dólares, triplicando el monto del año anterior.
Una cifra similar a la de 2013, cuando la entidad llevó a cabo una reestructuración de capital para fortalecer sus cimientos y encarar el futuro con más solidez, igual que lo hizo meses antes en Brasil, su primer mercado latinoamericano.
Tras una emisión de deuda subordinada por un valor de 1.300 millones de dólares, reforzó sus requisitos de capital previstos por los criterios de Basilea III, optimizando así su estructura de capital, al reducir su coste y aumentar la rentabilidad sobre recursos propios.
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