2014/06/09

Anuncios del BCE cayeron mal en Alemania

La decisión de llevar la tasa de depósitos a terreno negativo fue calificada como una “expropiación de los ahorros”.

La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de bajar las tasas de interés e inyectar mayor liquidez al sector bancario el 5 de junio fue ampliamente criticada en Alemania.
El BCE bajó sus tipos de interés en 0,1 punto porcentual, llevando las tasas que generalmente paga sobre los depósitos de los bancos comerciales a terreno negativo. El comité ejecutivo del banco también decidió lanzar una serie de operaciones de refinanciamiento de largo plazo para estimular la provisión de crédito en la zona euro. Con estas medidas, el BCE espera reanimar el crecimiento y empujar al alza la inflación, que está significativamente por debajo de su meta.
La reacción casi unánime en Alemania fue negativa, con la mayoría de los comentaristas enfocándose en el impacto sobre los ahorristas. La asociación de cajas de ahorro, bancos co-operativos y la industria de los seguros publicaron una declaración en conjunto denunciando lo que ellos describen como “expropiar a los ahorristas”.
Legisladores de la Unión Democrática Cristiana (CDU su sigla inglés), el partido de la canciller alemana, Angela Merkel, también fueron críticos. Ralph Brinkhaus, el vocero de asuntos financieros del partido, advirtió que el BCE está enviando “las señales equivocadas”. La gran mayoría de las editoriales en los principales medios alemanes también fueron críticas, argumentando que las medidas harán poco para estimular el crecimiento y causarán inestabilidad económica.
Debate público

En Alemania es habitual que las decisiones del banco central sean ampliamente debatidas por el público, y la mayoría de los habitantes son extremadamente conservadores cuando se trata de políticas monetarias. A pesar de que la presión en los precios actualmente casi no existe, el peligro de inflación ha sido el tema principal en la mayoría de las notas en los diarios tras la decisión del BCE. A esto se suma además que, con la economía de Alemania creciendo de forma robusta, existe poca comprensión por parte de los habitantes sobre por qué el BCE necesitaba tomar medidas tan radicales.
Inesperado aliado

Sin embargo, de manera interesante, Merkel y los principales miembros de su gabinete, como el ministro de Hacienda, Wolfgang Schäuble, y el ministro de Economía, Sigmar Gabriel, se han abstenido, hasta el momento, de criticar al presidente del BCE, Mario Draghi, y el Bundesbank (el banco central de Alemania) lo está apoyando en el comité ejecutivo del instituto emisor. Esto sugiere que el gobierno alemán no desea atacar a Draghi de manera pública, y hasta cierto punto aprueba sus acciones, de la misma manera como ocurrió cuando el BCE reveló su programa de compra de bonos en 2012.
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