Más de la mitad de los 64,4 millones de viajeros que llegaron a España el año pasado lo hicieron con una aerolínea
de bajo costo. De hecho, Europa es el mercado más activo, donde este tipo de compañías transportó a cerca de 250 millones de pasajeros. Al Viejo Continente le sigue Norteamérica, con 173 millones; pero Asia es la región donde crecen con más rapidez: una media de 117 millones en los últimos cinco años tras crecer un 150% en el mismo periodo.
Un informe de Amadeus apunta que "la mayor y continua expansión de las aerolíneas low cost será la tendencia más importante en la industria aérea en los próximos diez años. Se espera que sigan captando cuota en mercados domésticos e interregionales y está por ver su capacidad de ganar peso en el segmento de vuelos de larga distancia".
Algo en lo que sus protagonistas están de acuerdo. Aunque desde Iberia Express matizan que "el segmento del bajo costo seguirá creciendo, pero menos que en el pasado. A pesar de que el precio sigue siendo el factor más valorado, los clientes buscan un equilibrio entre los niveles de servicio y el precio. Podríamos decir que el segmento del bajo costo empieza a ser un sector maduro". Y añaden: "El transporte se ha convertido en un commodity, el principal criterio de selección del cliente es el precio, especialmente en el corto y medio radio".
En este sentido, Julio Rodríguez, director comercial de Vueling, prefiere "dejar de hablar de compañías de bajo costo y tradicionales. Las de bajo costo serán normales y la única diferenciación será entre aerolíneas de corto y medio radio y las de largo, algo que ya está ocurriendo".
También Javier Gándara, director general de easyJet en España, destaca que "hemos cambiado el transporte aéreo de corto y media distancia". "Nosotros no queríamos etiquetas. Nunca fuimos el modelo low cost puro y duro. Lo que vemos es que el modelo de negocio en el que creíamos era el ganador, y parece que teníamos razón", añade el ejecutivo.
Una nueva generación
Así, las diferencias que separan a las aerolíneas low cost y regulares sean cada vez más difusas. Las primeras están adoptando aspectos del modelo de negocio de las segundas y viceversa. Según Gándara, "a medida que hemos ido creciendo, hemos ido comiendo terreno a las compañías tradicionales, pero lo más significativo es que hemos ido generando demanda. No es que se haya transformado, sino que era una demanda que no existía".
Como asegura Rodríguez, "salieron aerolíneas con costos muy bajos y lo único que ofrecían eran precios muy bajos. A partir de ahí, algunas aerolíneas se han quedado en el precio bajo y mal servicio, aquellas que no te dejan volver con un dulce, y otras que hemos ido en otra dirección y que nos hemos dedicado a mejorar nuestro producto y no basarnos sólo en precios bajos, algo que le interesa no sólo al pasajero de ocio, sino también al de negocio". De hecho, Vueling ya cuenta con servicios que parecían coto de las aerolíneas tradicionales, como clase business, mostradores específicos, billete flexible o fast track. "Y todo a partir de 99 euros. Quién hubiera imaginado esto hace unos años", se pregunta Rodríguez. También Ryanair ha anunciado que está trabajando en idear productos para captar al cliente de negocios.
"Las compañías de bajo costo de nueva generación ofrecemos un nivel de servicio muy similar al de las compañías tradicionales, pero a precios más reducidos. Damos la oportunidad al cliente de adquirir servicios complementarios si lo desea", apuntan desde Iberia Express, donde un pasajero puede viajar con la tarifa Express pagando exclusivamente por el transporte; adquirir la tarifa Classic, que incluye la facturación de la maleta, o la tarifa Business que incluye sala VIP, comida a bordo y mayor espacio entre asientos.
En definitiva, "hemos conseguido que lo que antes era un lujo, ahora esté al alcance de todos", concluye Gándara.
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